Con la tercera victoria danesa la 59ª edición cruzaba el puente de Öresund entre Malmö y Copenhague. La lucha de ciudades fue intensa y la elección de un antiguo astillero por remodelar hizo que el presupuesto inicial se triplicase. Eso sí, el escenario y la producción se encuentran entre las mejores de la historia del Festival. Bulgaria, Croacia, Chipre y Serbia se retiraron por la cuestión económica y al menos la vuelta de Polonia y Portugal sumó 37 participantes, el más bajo desde 2006. Los pronósticos fallaron y hubo muchas sorpresas, entre ellas la inesperada segunda victoria austriaca gracias a Conchita Würst.

Eslogan

Con las redes sociales como motor informativo de los seguidores del festival, se eligió como eslogan #JoinUs a modo de hashtag -«Únete a nosotros»-. La intención era acercar los artistas a los espectadores y acoger a los fans, la prensa y los participantes. El logo representaba un diamante sobre fondo azul, símbolo de una joya diversa en matices a través de sus caras.

La gran final

Los ensayos generales y las semifinales rompieron las previsiones. Los favoritos eran Armenia, Dinamarca, Noruega y Suecia; San Marino y Montenegro debutaban en una final. La impresionante escenografía favoreció a muchas de las 26 canciones finalistas, como a Países Bajos, que pasaba desapercibida con su country hasta que sacaron petróleo del desierto con su carretera infinita; y sobre todo a Austria, que ofreció un gran espectáculo visual junto a una interpretación soberbia de Conchita Würst. Una final memorable.

Lo más destacado

• Tras el no desglose de votos de 2013, la UER decide publicar los rankings completos de cada jurado de cada país y el del televoto. Los cinco jurados georgianos presentan idénticamente los votos del 3 al 12 y la UER anula toda su votación. Solo se usaría su televoto.
• En 1984 el público luxemburgués abuchearía a la canción británica. En 2014 las representantes rusas reciben abucheos en las semifinales y en la final, así como durante las votaciones.
• El Boxen de Herning y la Cárcel de Horsens fueron una curiosa competencia para Copenhague en la elección de sede.
• La televisión danesa invita a una artista australiana, Jessica Mauboy, a cantar en el intermedio de la segunda semifinal. Sería la primera ‘participación’ de este país, que emitía desde 1983 el festival.
• La UER reportó nuevamente un récord de audiencia para el festival: 195 millones de espectadores.