Tras el doble récord de Suecia del año anterior, en el que igualó al país con más triunfos en Eurovisión y dio lugar a la primera doble campeona del certamen, el Festival regresó al país nórdico. Hasta ocho ciudades presentaron candidatura para acoger el evento, pero en la elección final entre Estocolmo y Malmö resultó ganadora esta última, que celebraría el Festival por tercera vez en su historia. Curiosamente, la última ocasión fue en el año 2013, también tras la victoria de Loreen. 

Petra Mede repitió por tercera vez como presentadora. En el año 2013 lo hizo en solitario, en 2016 compartió escenario con el vencedor del año anterior Måns Zelmerlöw, y en esta ocasión su pareja fue la presentadora Malin Åkerman. 

Las postales introductorias a cada cancion se simplificaron, y fueron realizadas en modo selfie por los propios participantes en su país de origen, mostrando escenas de su vida cotidiana. Se incluyó también un breve vídeo de unos segundos de dos representantes anteriores de cada delegación. 

El número total de países fue de 37, el mismo del año anterior, aunque se retiró Rumanía y regresó Luxemburgo, que había estado ausente del Festival desde 1993. En las semifinales se escogió de nuevo a los vencedores únicamente por televoto, y en la final con una combinación del 50/50 entre jurado  y televoto. Como novedad, los países directamente clasificados para la final (el Big 5 y Suecia como vencedora del año anterior) actuaron de forma íntegra durante las semifinales, aunque fuera de concurso. Ello dio pie a que el televoto en la final se abriera antes del inicio de la actuación del primer país, ya que todas las canciones habían podido ser escuchadas en su totalidad en las semifinales. 

Eslogan

La UER tomó la decisión de que el eslogan del año anterior se mantendría y sería el mismo en todos los festivales futuros. Por ello, en 2024 fue de nuevo United by Music, y en las próximas ediciones tan sólo se prevé cambiar la identidad visual del concurso. Este año estaba inspirada en las auroras boreales. 

La Gran Final

El Festival de 2024 se va a recordar como uno de los más politizados de la historia. El motivo fue la presencia de la delegación de Israel, país que en la fecha de celebración del evento estaba realizando una ofensiva en la Franja de Gaza que había dado lugar hasta ese momento a la muerte de más de 35.000 civiles, incluyendo muchas muertes de niños. Desde numerosas instancias se pidió su exclusión, de forma análoga a cómo se había expulsado a Rusia y Bielorusia en el pasado. Sin embargo, la Unión Europea de Radiodifusión mantuvo siempre que era un concurso de emisoras públicas y no de países, y nunca planteó la prohibición de participación de la televisión israelí; al contrario, siempre pidió respeto para todos los participantes, de forma que Israel actuó en su semifinal y se clasificó para la final.  

Ello dio lugar a numerosas protestas de países y delegaciones, con algunos profesionales negándose a actuar como portavoces de su emisora de televisión al otorgar los puntos. La UER también fue extremadamente escrupulosa sobre los mensajes que podían lanzar los cantantes en el escenario, exigiendo la máxima neutralidad política, que extendió a aspectos tan cuestionables como impedir manifestaciones por parte de los representantes a favor de la paz o de un alto el fuego, por lo que recibió numerosas críticas por su celo, calificado por varios medios como excesivo y partidista a favor de Israel. 

Aunque no por cuestiones políticas, también por primera vez en la historia tuvo lugar la descalificación para la final de un país clasificado en su semifinal. Fueron los Países Bajos, ya que su representante fue protagonista de un incidente sobre el que la policía sueca inició una investigación, de la que no trascendieron los detalles. Ante esta situación, la UER decidió excluir al representante neerlandés, Joost Klein, de la final del sábado, que finalmente contó con sólo 25 actuaciones. La decisión fue calificada de desproporcionada por la televisión de los Países Bajos, AVROTROS, que en protesta por el hecho se negó a presentar los resultados de su televoto en la final, que fueron leídos por el director de la UER, Martin Österdahl. 

A nivel estrictamente musical, cabe destacar que el Festival de 2024 fue considerado uno de los más abiertos de los últimos tiempos. Finalmente, Suiza se alzaría con la victoria, con un impresionante resultado por parte de los jurados: su representante fue votade por todos los países, y recibió el 12 en 22 de las 36 series de votos. Otra de las favoritas, Croacia, fue la ganadora del voto del público, en el que Suiza ocupó la quinta posición. Sin embargo, la suma de ambos resultados dio como vencedore a le representante helvétique, que llevó por tercera vez el triunfo a su país. Por su parte, Croacia obtuvo la mejor posición de su historia, con su segundo puesto. 

También cabe destacar el regreso a una final de Irlanda, que no se había clasificado en ocho de las nueve anteriores ocasiones, y que llevó al escenario un auténtico vídeoclip. Regresaron también a la final Letonia y Georgia, que habían estado ausentes en las seis anteriores ocasiones. 

A destacar

Nemo se convierte en le primere vencedore de género no binario del Festival. 

Dos cantantes repitieron como representantes de su país, y ninguna logró el paso a la final: Hera Björk por Islandia (2010) y Natalia Barbu por Moldavia (2007).  

Por primera vez se presentó un escenario 360º, en forma de cruz griega, en el que los participantes podían ser vistos desde cualquier ángulo. Se complementó con cinco grandes cubos de led movibles encima del escenario, e incluyó pantallas en el suelo y en el fondo, creando unos de los más complejos efectos visuales realizados hasta este momento. 

Un total de trece países cantaron íntegramente en idiomas distintos del inglés. De ellos, tres correspondían a países del Big Five (España, Francia e Italia), y nueve de los diez restantes se clasificaron para la final. Sólo faltó San Marino. 

En nueve de las últimas diez ediciones no ha coincidido el vencedor del voto del público y del jurado. 

Un total de 163 millones de personas vieron Eurovisión en todo el mundo. 

El resultado de Suiza batió dos récords: el máximo porcentaje de la votación otorgado por los jurados, casi un 85 %, y la posición más baja en el 50 % complementario, en este caso el voto del público: un quinto lugar. 

En el lado negativo, desde que en la final se usa el sistema de 50/50 entre televoto y jurado, el Reino Unido obtuvo por segunda vez un 0 en el televoto, empatando con Alemania en un particular récord negativo de tres ceros en uno de los votos (jurado o público) de la final