Ondara, en la comarca de la Marina Alta de Alicante, tendrá que adelantar sus fiestas populares de julio un par de meses y fletar unos cuantos aviones a Malmo. La localidad donde reside la ya conocida como familia Nebulossa es pura pirotecnia desde la noche del sábado, cuando María Bas (55 años) y Mark Dasousa (47) lograron el pasaporte eurovisivo que ha transformado su rutina y la de sus dos hijos en común: María, de 23 años, y Neo, de 11. Bueno, tres, si contamos a su perrita de cinco años, Ona. La pareja, matrimonio desde hace dos décadas, se conoce prácticamente desde toda la vida. “Ella me cuidaba de pequeño. Vamos, que me lié con mi canguro”, explicaba Mark en su vídeo de presentación. A buen seguro que ya no despiertan cada mañana centrados solo en los dos negocios que regentan.

Mery está al frente de “un centro de estética y spa” –no estrictamente una peluquería– que es herencia de su madre y que quiere dejar en manos de su primogénita, además de compartir con Mark el otro trabajo, un centro de grabación llamado Atomic Studio que lleva 21 años abierto y que se erige, además, en uno de los epicentros del circuito musical valenciano, local que tendrá que dejar por un tiempo en manos de amigos y colaboradores para continuar atendiendo a sus artistas. “Un día me dijo que quería hacer un proyecto musical con canciones que escuchaba cuando era joven y esto nos ha llevado hasta aquí. Para mí es un placer poder acompañarla en un camino tan importante para ella después de 20 años como pareja. Pese a que yo no estoy en el foco de atención, estoy disfrutando muchísimo poder contribuir a hacer feliz a mi gran amor”, rememora él con el mismo brillo en los ojos con el que recogió el triunfal micrófono del Benidorm Fest.

Retrotrayéndonos en el tiempo, la andadura musical de Dasousa arrancó hace más de treinta años como miembro de la banda indie-rock Píldora X, en el mítico sello Subterfuge y, sobre todo, ha destacado las últimas dos décadas en las que se ha coronado como principal artífice de la producción musical en la escena valencianoparlante y de todo un hit, Estiu, escrita por Panxo y que encumbró a Zoo en 2014. La Fúmiga, Aspencat, Smoking Souls, Tesa, Pupilles, Prozak Soup, Auxili o los Cactus de la Samantha que después sobresaldría en Operación Triunfo pasaron por los estudios de Atomic buscando el mismo bombazo. Por esta senda llegó la normalización lingüística con estilos diversos, como el pop, la electrónica y rock clásico entonados en la lengua autóctona.

La metamorfosis

El actual proyecto nació de forma muy humilde, autogestionado, sin discográfica detrás, autoproduciéndose y editándose. María, que de pequeña era fan de la ópera pero siempre conectada a los sonidos de los 80, y Mark formalizaron antes otra banda donde él era el vocalista y Mery hacía los coros, pero luego se sumergieron en un estilo diferente, con mucho sintetizador y letras desinhibidas para dar a luz auténticos himnos. En 2019, bautizados como Solar, lanzaron el disco Ignición y llevaron a cabo una serie de presentaciones en directo, acompañados de un grupo de metales y vientos, donde mostraban una faceta intimista. Luego fundaron Nebulossa, que ya será historia del festival con este atípico nombre elegido por María en un viaje familiar a Catalunya. “Mark nos llevó a un observatorio precioso y cuando estábamos dentro, mientras nos explicaban el universo, las estrellas y el sistema, yo dije: Nebulossa será nuestro nombre”, rememora. Y en solo cuatro años conquistaron el título a mejor canción del año (Glam) según Indie Cool, así como el Mans Estudios, en el Atlantic Fest, siendo escogidos como aspirantes eurovisivos en Una voce per San Marino con la canción Anoche, quedándose a las puertas de la final.

Nebulossa es pues la última y más llamativa metamorfosis de Dasousa y Bas desde los mandos técnicos al escenario. En 2020 se estrenaron como la que ya son con su single La Colmena y en 2021 vio la luz su álbum debut, Poliédrica de Mí. Desde entonces otro buen puñado de sencillos como Me Ha Dado Porno o Me pones a mil, que prometen formar parte de su nuevo trabajo Virturrosismo, un álbum que continúa la línea marcada en sus primeros temas y que cuenta con un single que destaca entre los demás por su fuerza: Zorra, que mandaron al Benidorm Fest agazapado bajo el título de X porque se temían las reticencias. Y , por encima de todo, su estilo MPYMS (Mucho pop y Mucho Sisnte) para poner a todo el mundo a bailar. Tras infinidad de bolos y subirse a los escenarios de salas de Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Zaragoza o Ponferrada, sus maletas adquieren ya un color nórdico. Glam era una de sus canciones más reproduccidas en las plataformas digitales como Spotify (100.000 escuchas) y en YouTube (casi el 67.000 reproducciones). Evidentemente, Zorra ya le ha dejado sideralmente atrás.

Edadismo y diversidad

“Venimos de tocar en salas donde puede haber 13 o 12 personas pero nosotros hacemos esto porque nos gusta. La música es lo que nos mueve, entonces estar aquí y que nos pueda ver un montón de gente ya es un premio en sí”, aseguraban cuando se anunció su participación en la preselección eurovisiva de RTVE. De paso, María se congratula de poder reivindicar con Nebulossa que la edad no debe ser un impedimento para triunfar en la música ni en ningún otro campo: “Cuando llegas a una edad, ves cómo te van cerrando puertas, pero siempre he procurado estar detrás para empujarlas. Al final llegas a la conclusión de que, si quieres algo, tienes que trabajar duro para conseguirlo”, proclama.

En paralelo, se felicitan de que sus hijos vean y aprecien la diversidad. “Neo estuvo en los ensayos y me fijé cómo observaba a César y Josu, nuestros dos bailarines, que se dedican al drag. Era una mirada entre la admiración y la confusión. Me di cuenta de que le estábamos acercando a otras realidades y alejándole de prejuicios”, narra la intérprete. A lo que Mark añade: “Yo le digo a mi hijo si llevo el pelo así, de colores, y te llevo al cole, ¿te molesta?. Porque yo recuerdo que mi madre era muy llamativa, cuando yo era pequeño, y me imponía. Y mi hijo me dice no no, que está bien. ¡Súbete más el pelo!“. “A mí me hubiese gustado que a Neo le gustara la danza como me gustaba a mí a su edad, pero le gusta el fútbol”, precisa María.

Sin olvidar en todo este proyecto a la baterista, Carmen Díaz, con Zorra buscaban visibilidad, proyección, y se han encontrado con una catapulta. “He vivido situaciones en las que me han llamado zorra o lo han insinuado, y cuando nos pusimos a desarrollar el EP de Nebulossa queríamos que tuviese un hilo conductor: hablar de relaciones tóxicas, de maltrato, de todo lo que está ocurriendo en la sociedad con las mujeres”, relata la vocalista del grupo. Su letra, donde dan una visión de la libertad de la mujer desde el empoderamiento y la reivindicación de autonomía, encaja a la perfección con una propuesta musical y una producción donde todo funciona. Sobre todo, la resignificación de una palabra que se usaba para someter a las mujeres y que ahora sirve para “salir a la calle y gritar lo que soy a los cuatro vientos”. Nebulossa es un triunfo de y para todas las generaciones. ¡Y que vivan los boomers!