Israel, ganador en casa en el 79, echó cuentas y declinó organizar la 25ª edición, la de las bodas de plata. A pesar de propuestas rocambolescas como la de Torremolinos, ni España como segunda ni Reino Unido como habitual salvador, respondieron las cartas de la UER buscando organizador. La tele holandesa aceptó de mala gana y recicló todo lo que pudo del festival del 76. La fecha elegida coincidía con una festividad religiosa israelí y por primera vez los ganadores del año anterior no participaron. Marruecos y Turquía aprovecharon para aparecer. El ganador fue el irlandés Johnny Logan y su What’s Another Year.

La gran final

A los 19 participantes, la mayoría coloristas y comerciales, les acompañaron otros tantos presentadores por cada país que introducían a los artistas en su idioma nacional sustituyendo a las postales. Con el nuevo sistema de votación aumentó la emoción. Los anfitriones temblaron porque recibieron 3 de los cuatro primeros doces, pronto Alemania tomaría la cabeza pero al igual que Dana, diez años después, Irlanda volvería a ganar en Países Bajos con una balada -de las pocas de la noche- interpretada por un artista sentado.

Lo más destacado

– Hubo tres repetidoras míticas: la alemana Katja Ebstein, la holandesa Maggie MacNeal y la suiza Paola del Médico.
– Primera vez que dos países comparten compositor: Siegel y Meinunger escribieron Luxemburgo y Alemania.
– Las representantes de Turquía y Marruecos se convertirían en dos estrellas de la música en todos los países árabes. Ajda Pekkan y Samira Saïd son aun hoy en día auténticas divas de la música.
– Primera vez que los votos se dan en orden ascendente según su puntuación: 1-8, 10 y 12; y no siguiendo el orden de actuación.