La 44ª edición empujó al Festival a donde estamos hoy: se dio libertad de idioma para cantar, el uso de la orquesta se hizo opcional para el organizador y se creó el BIG para evitar que los mayores contribuyentes en dinero y audiencia se ausentarán por sus malos resultados. Israel dio dolores de cabeza porque no había financiación ni apoyo institucional y en algún momento pareció que rechazarían organizarlo. Afortunadamente todo quedó en nada, eligieron la misma sede que en el 79 y agasajaron con todo lujo a los participantes. En el 25 aniversario de Waterloo, Suecia volvería a ganar Eurovisión.

La Gran Final

Un bonito vídeo animado pasando por los 23 países participantes nos trasladó de Birmingham a Jerusalén donde por primera vez tres presentadores conducirían la gala. Las postales representaban pasajes del Antiguo Testamento, pero con un enfoque divertido y original. Croacia llegó con solo una corista pero una cinta llena de voces pregrabadas, les castigaron quitándoles 1/3 de los votos. Chipre era la gran favorita de los fans y se llevó un batacazo histórico. Islandia casi consigue ganar pero no pudo con el schlager sueco de Charlotte Nilsson.

Lo más destacado

– Hay dos repetidoras, dos divas balcánicas: Doris Dragovic, que representó a Yugoslavia en el 86, por Croacia, y Darja Svajger por Eslovenia.
– Solo 9 de los 23 participantes cantaron en su idioma nacional.
– Las canciones alemana y bosnia habían quedado segundas en su final nacional pero las ganadoras fueron descalificadas por haber sido ya publicadas anteriormente.
– Cuatro países utilizan jurado: Bosnia, Irlanda, Lituania y Turquía.
– La organización decide cerrar la emisión con todos los participantes cantando la ganadora del 79, Hallelujah, en recuerdo de las víctimas del conflicto balcánico. Solo Chipre y España no aparecen en escena.