Por fin había ganado Alemania el Festival y la 28ª edición se celebró en la antigua villa olímpica de Munich ’72. Volvieron franceses -tras miles de quejas de los espectadores por la retirada del 82-, griegos e italianos, mientras que Irlanda se retiró por una huelga en la RTE. La escenografía fue sobria y la sobrexposición de la presentadora excesiva hasta el punto de cometer numerosos errores en la presentación -en tres idiomas- y durante las votaciones. La gran favorita era Israel, llena de simbolismo, pero ganó Si la vie est cadeau, una clásica balada en francés por Luxemburgo, logrando su 5º triunfo.

La Gran Final

Los 20 participantes comenzaron saliendo uno a uno a escena, tradición perdida que se retomaría entrado el s. XXI. La introducción es de las más largas, casi 13 minutos hasta el primer acorde, y la presentación en tres idiomas entre canciones supliendo a las postales no ayudó al ritmo de la gala. Por si fuera poco el entreacto lo realizó la presentadora, que exhausta dio paso a las votaciones, donde Alemania empezó fuerte pero pronto Luxemburgo no soltaría la cabeza a pesar de tener a Israel y Suecia a la zaga.

Lo más destacado

– Pocos repetidores este año, los noruegos Teigen y Skorgan y el francés Guy Bonnet.
– Por primera vez se utilizan micros sin cable.
– Primera vez que el festival supera las 3h de duración.
– Única vez en la historia eurovisiva que Grecia no concede ningún punto a Chipre.
– Por primera vez el festival se emite en Australia, logrando ser un programa cuya popularidad se ha mantenido en el tiempo hasta conseguir participar como un miembro más de la UER.