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El novedoso marcador de Eurovisión Junior, desbordado ante el arrase de Georgia

JESC 2024: Y Georgia reventó el marcador

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Si los números cantaran

JESC 2024: Y Georgia reventó el marcador

Escrito por Jesús Manuel Rodrigo Céspedes

19 de noviembre de 2024


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Andria Putkaradze y su canción "To my mom" representando a Georgia en Madrid 2024

Madrid acogió la 22ª edición del Festival de Eurovisión Junior en la que Georgia se convirtió en tetracampeona. En este blog analizamos los resultados del Festival, donde volvió a florecer que el peso del voto del jurado puede ser mayor que el del televoto en línea.

You can read this blog in English here JESC 2024 And Georgia boomed the scoreboard

 

EL OLIMPO DEL JUNIOR ESTÁ QUE ARDE

El año pasado Francia consiguió su tercer triunfo en cuatro años empatando las tres victorias que también tenía Georgia, pero que consiguió en un lapso de 8 años. Sin embargo, en Georgia se lo han tomado muy serio y han conseguido en Madrid su cuarta victoria, volviendo a reinar en Eurovisión Junior. Desde 2019, con la victoria de Polonia, no gana un país nuevo en el Junior, aunque estos novatos eran la mitad de ellos en la Caja Mágica.

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De hecho, el concurso parece estar secuestrado por una élite de países. En el siguiente gráfico está representado el éxito de cada país en el JESC de la siguiente manera: hemos cogido los resultados de los últimos 5 años y hemos asignado puntos al estilo Eurovisión a la clasificación final de cada año. Por ejemplo, este año serían 12 puntos para Georgia, 10 para Portugal, 8 Ucrania, etcétera. Sumando los puntos que se consiguen de esta manera desde 2020, se obtiene el siguiente resultado:

Francia lidera la clasificación de forma apabullante, con 51 puntos de 60 posibles, siendo los reyes absolutos del concurso en la actualidad. Le siguen los países caucásicos, Georgia y Armenia, con unos 30 puntos. 30 puntos equivale a una media de 6 puntos al año, lo que se consigue con un 5º puesto. Es decir, estos tres países vienen copando 3 plazas de las 5 primeras, dejando muy poco espacio a otros países. La que se ha bajado de este carro ha sido Polonia, con su doblete triunfador ya lejano.

En definitiva, no parece que estemos ante un concurso muy competido: son unos pocos países los que año a año se reparten las victorias. ¿Conseguirá un nuevo país entrar en este selecto grupo? España se mantiene cuarta en esta clasificación de popularidad, siendo la que tiene más puntos pero sin victorias en los últimos 5 años.

 

LA CLAVE DE LOS RESULTADOS: UN TELEVOTO QUE NO PUEDE DESPEGAR

Los venimos denunciando año a año, blog a blog, el televoto en línea no tiene capacidad competitiva frente al jurado. El siguiente gráfico es un clásico que hemos repetido muchas veces y si consultáis blogs anteriores veréis que el patrón se repite. En este caso la línea azul representa el total de puntos otorgados para cada puesto por los expertos, mientras que la línea roja representa las puntuaciones totales del televoto.

Se puede ver claramente que la línea roja está mucho más aplanada, es decir, se reparten puntos muy similares. Esto produce pocas diferencias y, por tanto, el televoto tiene muy complicado modificar los resultados del jurado. La línea azul del voto de los expertos es mucho más amplia. Este año si cabe ha sido amplísima en extremo: ha ido desde el 1 punto de San Marino hasta los 180 de Georgia (180 de 192 puntos posibles).

Georgia ganó el jurado y Portugal el televoto. Portugal fue 4ª en los expertos y Georgia 6ª para la audiencia. En promedio de puestos Portugal sería mejor, pero las diferencias de puntos son tan grandes en el jurado que aún así los caucásicos se impusieron. De hecho, está bastante extendido, Georgia habría ganado incluso con solo 33 puntos del televoto, lo que equivaldría a ser la última del televoto.

Esto no implica que el televoto no tenga poder para decidir el ganador, pero tiene menos. Por ejemplo, Ucrania habría ganado si hubiera recibido los 117 puntos del televoto en vez de Portugal. En definitiva, lo que se observa es que el televoto solo genera diferencias para su ganador, en este caso Portugal; y si no está bendecido por el jurado (fue cuarta), no sirve de mucho.

¿Es lo que pasa con Eurovisión? No. Este problema es distinto. En Eurovisión el televoto y el jurado tienen capacidad para estar muy consensuados, aunque la eliminación del jurado en semifinales haya podido ayudar a que el jurado se concentre. En cambio, en Eurovisión Junior estamos ante dos sistemas de puntuación que no son iguales: el jurado puede ser muy igualado o muy discriminante, mientras que el televoto va a ser siempre muy igualado, salvo en ocasiones con su ganador. Es lo mismo que veíamos para el BenidormFest.

 

MENOS ADORNOS Y MÁS CALIDAD DEL SISTEMA DE VOTACIÓN

¿Y cómo se puede solucionar este desequilibrio entre jurado y audiencia? Pues desde luego como no se resuelve es cambiando la presentación de los puntos. Se necesita una repensada a este sistema que devuelva al voto en línea el peso que se le pretende otorgar del 50%.

Que cada país emita una votación de televoto como en los adultos es una solución, pero seguramente implica que los países no puedan votarse a sí mismos y se pierda fidelidad. Otra forma de resolverlo sería conviertiendo los puntos de cada criterio en una votación simple de Eurovisión y sumando, como se hace en muchas preselecciones. Se pierden las diferencias reales entre las canciones, pero el sistema es perfectamente 50%-50%. Por ejemplo, con este sistema la ganadora habría sido Ucrania, segunda en ambos criterios habría sumado 20 puntos por los 19 de Portugal y los 17 de Georgia. O incluso un televoto por edades como resolvieron en el Melodifestivalen.

Como adelantábamos, la organización el cambio que ha hecho ha sido en la presentación de los puntos. Este año les ha venido mejor que nunca porque sin este cambio la votación del jurado habría sido relativamente monótona desde el principio: Georgia habría liderado desde la primera votación. En cambio, esta presentación nos propició un sorpasso georgiano dramático, aunque previsible (no para los grafistas).

Lo hemos visto en los últimos años con los adultos y ahora también con los niños: la organización está más preocupada de cómo se entregan los puntos, de cómo hacerlos emocionantes y atractivos; que de elaborar un sistema más proporcionado y acorde con lo que vende, la igualdad entre jurado y televoto. Igual que ellos no cambian, en este blog tampoco nos cansaremos de denunciar la inacción de la UER y la mercantilización de los resultados.

 

GEORGIA VINO, VIO… Y ROMPIÓ EL MARCADOR

El arrase de Georgia en los jurados no tiene parangón. Obtuvo 180 puntos de 192 posibles y no bajó del podio en ninguna nación. Se dejó 4 puntos en Polonia y Francia y 2 en Macedonia y Alemania. Solo Ucrania y Portugal la superaron en estos países, ni siquiera Francia quedó por delante. No obstante, sí se aprecia que en algún país, como Irlanda, Georgia quedó por delante de Francia gracias a la exponencial de los jurados, que premia las posiciones altas.

No tenía mucho sentido que comparásemos los puntos de Georgia con Ucrania, pero sí hemos hecho la comparativa entre Ucrania, segunda, y Francia, tercera. El siguiente mapa refleja la diferencia de puntos que obtuvieron de cada país. Cuanto más intenso el rojo, más voto ese país por Ucrania con respecto a Francia; cuanto más intenso el azul, más votó dicho jurado por Francia que por Ucrania.

Se aprecia un cierto consenso en el Mediterráneo, que se decantó más por Ucrania que por Francia. Los vecinos sureños de Francia no le dieron tantos puntos como sí lo hicieron los vecinos que tenía al Norte (Irlanda, Países Bajos, Alemania). En cambio, Francia se apoderó de los puntos en el Cáucaso, rompiendo de alguna manera la robustez del pírrico bloque del Este.

 

ARMENIA Y FRANCIA, EN MODO COMPETITIVO Y SOSPECHOSO

Desde que Francia votara de forma inversa en Eurovisión Junior 2020, nos gusta elaborar este índice del impostor, que compara las votaciones de cada país con el resultado global para ver si hay discrepancias y votaciones estratégicas.

En la siguiente imagen está representada la tabla de puntuaciones de la siguiente manera. En las filas tenemos los países ordenados por su resultado en el jurado, desde Georgia a San Marino. En las columnas, están las votaciones ordenadas según la correlación con el resultado final de los expertos: a la izquierda están los más coherentes y a la derecha los más sospechosos. Con esta ordenación se pueden ver más claramente los acuerdos y discrepancias.

Países Bajos volvió a ser el jurado que más acorde votó con el resultado final del jurado: fueron los únicos que dieron sus tres máximas puntuaciones al top3. Completaron el podio Albania y España.

En el lado negativo tenemos a Francia y a Armenia, los dos países más exitosos en los últimos años. Los puntos de sus jurados tienen extrañezas. Por ejemplo, Francia dio sus 7 puntos a Alemania, la mitad de los que recibió; y 6 a Estonia, que solo totalizó 14. Por su parte, Armenia se olvidó de la segunda y cuarta clasificada y fue la máxima votante de Italia, Países Bajos y Chipre.

En conclusión, volvemos a ver que los países más competitivos suelen ser los que más extraño votan.

Aprovechando la tabla, una mera observación sobre Armenia, que fue el país con el resultado más polarizante: obtuvo 3 ceros y 2 veces 12 puntos. Además, coleccionó toda una variedad de puntos.

 

LAS VOTACIONES: SI PARPADEAS, TE LAS PIERDES

Las votaciones del Junior últimamente parecen un poco caóticas y apresuradas. El año pasado ya medimos los tiempos y comprobamos que, aunque se redujeron en tiempo, el momento de tensión final se prolongó más de lo que debería.

En el siguiente gráfico hemos recopilado nuevamente esta información. La barra azul muestra el tiempo que duraron las votaciones del jurado, pasada la aprobación por Martin Österdahl con su Good to go. El espacio en gris es el intervalo entre los puntos del jurado y el televoto, cuando los presentadores explican el voto de la audiencia y que este año incluyó la big fiesta del helado. El bloque rojo son las puntuaciones del televoto, reservando el área naranja al anuncio de la última votación que determina al ganador. Solo un leve matiz, este año votaban 17 países por los 16 de los dos últimos años.

Aunque la novedosa distribución de los puntos del jurado pareció ir rápida, su duración y velocidad fue similar a 2023. El televoto también se dilató un poco, algo que podemos achacar a tener un participante más. La mayor variación se ha vuelto a producir en el anuncio final del ganador. El momento final entre Portugal y Georgia apenas duró 41 segundos, cuando el año pasado duró 2 minutos y 24 segundos. Esto supone una reducción del 72%. Se ventiló rápido.

En total, las votaciones se redujeron en torno a un minuto con respecto al año pasado y 3 minutos si lo comparamos con 2022.

 

LA IMPORTANCIA DE DIFERENCIARSE

Una pequeña pincelada sobre el análisis de la musicalidad que nos ofrece Spotify. El siguiente gráfico recoge la energía y positividad que esta aplicación otorga a las canciones, quién sabe cómo. Simplemente destacar cómo Georgia sobresale del resto, en la zona de menor energía y positividad. Sobresalir no significa éxito, pero sí es un ingrediente que puede catapultarte al éxito. Si hubiéramos tenido canciones similares podría haber pasado más desapercibida.

Este año han triunfado las canciones con menores índices de energía: Georgia, Portugal y la sorpresa de Malta. Esto contrasta con los datos del año pasado, en el que triunfaron las canciones más enérgicas.

 

Estos son, a grandes rasgos los números que nos deja Eurovisión Junior en Madrid. La UER debería dejar el marketing y dedicarse un poco más al concurso. No se puede cerrar este blog sin felicitar a Chloe DelaRosa por su magnífica actuación, tienes un futuro muy prometedor; y también a RTVE por hacer un festival que, aunque nos encorsetaran, estuvo a la altura y fue muy nuestro.

Chloe Delarosa interpretando "Como la Lola" en el JESC 2024

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19/11/2024

La realidadces que el Junior lo gana quien quiere el Jurado, integrado mayoritariamente por mayores. Y no es lo mejor.