El olimpo de los dioses nórdicos descendió en Liverpool para regalarnos una pelea épica digna del Ragnarök. En este blog analizamos los resultados y sus números con nuestro particular punto de vista. ¿Cuáles fueron las claves del duelo Suecia-Finlandia? ¿Hasta qué punto hubo diferencias entre el televoto y el jurado? ¿Cómo de significativo es el 17º puesto de Blanca Paloma? Números dignos de un tatuaje.
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SUECIA Y FINLANDIA, UN DUELO COMO NUNCA TUVIMOS
Ragnarök es, en la mitología nórdica, la batalla del final del mundo o destino de los dioses. Algo así hemos tenido este año, con tres países nórdicos arrasando con las puntuaciones y un duelo final entre Suecia y Finlandia que ha encumbrado a los dos. Sigamos los acontecimientos de esta competición.
Empezamos con el voto del jurado. Cuando analizamos el posible efecto de la eliminación de los jurados en semifinales, concluimos que, paradójicamente, podían darle más peso en la final. Parece que esto no se ha cumplido del todo: Loreen tenía el voto tan concentrado que la posible clasificación de Países Bajos, Letonia o Georgia en la final no le habría restado muchos puntos. En cualquier caso, lo que sí hemos visto es, quitando a Suecia, un jurado muy repartido. La segunda mejor puntuación, Israel, habría sido 6ª en el televoto.
En el siguiente mapa de calor se ve cómo Tattoo puso a los jurados al rojo vivo en toda Europa, con especial mención a los países de su entorno. A pesar de su segundo puesto en el televoto, no consiguió ningún 12, algo que sí alcanzaron los demás países del top11. Es claro ejemplo de hasta qué punto los países tienen zonas de influencia. Si de dos países con la misma zona de influencia uno supera al otro, le puede sustraer bastantes puntos y colocarle un techo infranqueable.
Recuerda que puedes pinchar en todas las imágenes para verlas más grandes.
Tampoco se ha notado mucho el efecto en el Big5, pero sí es verdad que tanto Italia como España han obtenido mejor rendimiento en el jurado, una por puestos y la otra tanto por puestos y por puntos.
Viendo el histórico es verdad que los últimos años el jurado nos ha malacostumbrado. Llevábamos cuatro años de emocionantes votaciones de los expertos que dejaban muy poco margen entre la que ganaba y la segunda clasificada. Todo quedaba muy abierto, apenas unos 17 puntos de media entre uno y otro.
No obstante, el jurado ya ha demostrado en años pasados que es capaz de concentrar sus puntos en una canción. Ya le ocurrió a Loreen, cuando en 2012 le sacó 123 puntos a la segunda clasificada del jurado, Serbia. Y en este 2023, con solo 37 países votando, abrió una brecha de 163 puntos con la segunda clasificada del jurado, casi el doble de puntos. Es la tercera mejor puntuación de un ganador del jurado y la segunda peor valoración de un segundo puesto. El siguiente gráfico refleja estos datos: para cada edición las barras fucsias indican el número de puntos del ganador del jurado y las azules los puntos del segundo clasificado.
En cuanto al televoto me llamó mucho la atención la cantidad de puntos que obtuvieron países que tradicionalmente cosechan muy poco, como son Suiza, Chequia o incluso Bélgica. En parte pudo deberse a que el televoto volvió a ser un lastre para el Big5, con tres de sus miembros en las últimas posiciones. Seguramente no habría sido así si el jurado hubiera podido clasificar alguna canción y Serbia y Estonia hubieran sido eliminadas.
Finlandia arrasó en el televoto tal y como refleja su mapa de calor. Conquistó totalmente a los países germánicos y sus vecinos bálticos. En el televoto fue otro cantar y no pudo romper los palés.
En resumen, vemos una polarización del jurado y del televoto tan fuerte como opuesta. Y es que en general el resultado de la edición así fue. En la siguiente imagen hemos representado las clasificaciones cruzadas de televoto y jurado, como si estuviéramos jugando a los barquitos, usando como coordenadas sus posiciones en sendos criterios. Cuanto más cerca de la línea púrpura (que representa igual puesto en televoto y jurado) mayor el consenso.
Lo que apreciamos es que, más que seguir la línea morada, los países se disponen en el sentido contrario, de abajo a la izquierda a arriba a la derecha. Las polaridades van desde los que gustaron mucho más a los expertos (España, Estonia, Australia y Austria) y las que gustaron mucho más a la audiencia (Croacia, Polonia o Noruega).
En la zona alta el consenso solo estuvo en cuatro países (Suecia, Finlandia, Israel e Italia). También hubo cierta armonía con los peor clasificados. En general, hemos asistido a una edición con opiniones muy dispares entre el televoto y el jurado, si bien los saltos de puntuaciones no han sido tan altos por estar los puntos concentrados en los 4 países donde sí hubo consenso de posiciones.
UN FLECHAZO NO TAN DESATINADO
¡Ay nuestra Blanca Paloma, qué bien lo hizo! En la siguiente imagen hemos representando las posiciones que España obtuvo de los diferentes países, tanto en el televoto como en el jurado. Con las barras vemos la frecuencia de cada posición, mientras que con la línea vemos la tendencia, la media móvil (el promedio de los valores cercanos).
La tendencia parece más suavizada, plana, en el jurado, si bien hay un repecho en la zona medio-alta. Gustó a los jurados, no en exceso pero gustó. Mucho más marcada es la tendencia del televoto. Se aprecian 3 montañitas, pero la más notable es la que está más a la derecha y que viene a decirnos que Eaea no convenció a la audiencia. No llega a ese caso extremo en el que vemos una tendencia exponencial: no gustamos, pero tampoco nos colocaron en la última posición de todas.
En resumen: gustamos más al jurado que al televoto, pero el efecto en el televoto fue más fuerte.
A día de hoy es posible que alguno todavía siga impactado con los 5 puntos del televoto. No es para menos, pero en este caso el orden de los factores no debe alterarnos el producto. En general, tenemos una España que en el jurado fue top10 y que en el televoto no gustó. Como veremos más adelante, el último puesto en el televoto es muy relativo, solo deberíamos quedarnos con que no convenció, ni con los puntos ni con el puesto.
Dicho esto, tenemos que fijarnos bien en el resultado final. En torno a los 100 puntos de España y su 17º puesto está Chequia décima con 129 puntos y Suiza vigésima con 92 puntos. Es decir, en apenas 37 puntos tenemos a 11 países, tal y como se resalta en el gráfico de abajo. No encontramos nada parecido ni de lejos, ni guardando la proporción de votantes, en los últimos años.
Para relativizar los puntos, siempre me gusta, a la puntuación de un país, sumarle y restarle 12 puntos para ver cuántas posiciones se movería. En el resultado final, el doble, 24. En nuestro caso, España se movería en el jurado entre el 8º y el 10º puesto, en el televoto entre el 21º y el 26º y en la clasificación total entre el 13º y el 22º lugar.
Los puntos estuvieron bastante ajustados en la zona media-baja de la tabla y más que un puesto, el 17º, debemos quedarnos con un rango, la zona media-baja de la tabla. Y más bien la zona media por el efecto del voto vecinal que veremos más adelante y cuya declaración siempre nos sale negativa. El televoto no somos todos.
Nuestro mapa de calor quedó así. Llama especialmente la atención que gustamos bastante en los jurados de la zona del Benelux, Alemania y Reino Unido, así como en los yugoslavos que, salvo este año, siempre han sido muy propensos a llevar temas étnicos.
ÍNDICE DEL CHA-CHA-CHA-IMPOSTOR
Este año, al no tener datos del jurado en semifinales, solo podemos analizar el índice del impostor en la final. Recordamos que este índice trata de medir la correspondencia entre los votos del jurado y el total de los demás jurados (es decir, sin incluir el propio). Así descubrimos quiénes han seguido la norma y cuáles se han desviado por el camino.
La media de la edición sigue la tónica de las últimas, si bien se observa muy poca variación entre ellos: ni valores muy altos ni muy bajos. Esto se debe en parte a que muchos países acertaron el primer puesto dando su 12 a Loreen. No obstante, solo dos países, España y Croacia, acertaron el top3 pero en distinto orden.
A nivel de países, representamos en el siguiente gráfico las correspondencias más extremas: cuanto más cercano a 100% mayor similitud y cuanto más cercano al 0%, mayor la disparidad (votación inversa). Hay casi un triple empate a la cabeza, liderado por Bélgica y seguido de Estonia y Chipre. Los belgas en concreto votaron por todo el top10 salvo dos países, a los que dieron el 2 y el 1.
En el otro lado de la moneda, Serbia fue el país que más distinto votó. Y no se debe a otra cosa que a los 12 y 8 puntos que entregó a sus vecinos Eslovenia y Croacia. Chequia es un país que tradicionalmente tiene un índice alto pero esta vez flojeó con su 12 a Ucrania, el único que recibió Tvorchi. La propia Ucrania, por su parte, votó por dos países que terminaron entre los 5 últimos.
Más interesante es encontrarnos aquí con Finlandia y Suecia, los grandes rivales de la edición, en los últimos 5 puestos. Ambos votaron únicamente por 5 de los países del top10. Además, las dos votaron alto por Francia y Suiza, y dieron sus 4 a Reino Unido. Se nota que los dos sabían lo que había en juego.
¿ME QUIERES VER POLARIZAR? ¿ME QUIERES VER POLARIZAR?
En el pasado blog Frío, frío… las votaciones más polarizadas de Eurovisión investigamos sobre qué canciones han separado más a la audiencia y al televoto. Para ello, miramos el números de doces y ceros que ha recibido cada canción y lo multiplicamos.
Con esta metodología no hay canciones que hayan destacado por tener una elevada polaridad debido a que Finlandia y Suecia han concentrado la mayoría de los doces con pleno de votación. Por ejemplo, las más polares en 2021 y 2022 fueron Serbia y Grecia con valores de 130 y 78, respectivamente. Este año el mayor resultado lo obtuvo Israel con los votos del jurado en la final, pero apenas un 55 (5 doces x 11 ceros). En la imagen siguiente representamos los puntos que recibió, resaltando los doces y los ceros. Allá cada uno si ve un patrón.
No muy lejos se quedó Armenia, pero esta vez en el televoto. Brunette consiguió 2 doces y 27 ceros, lo que hace 54. En cuanto a las semifinales, aquí si vuelve a aparecer Grecia, que se llevó los 12 puntos de Chipre y 17 ceros, básicamente todos menos uno.
HAY CORAZÓN EN EL JURADO Y EN EL RESTO DEL MUNDO
Para comprobar si algún jurado o jurados nos ha tomado el pelo este año, vamos a recurrir a las técnicas de conglomerado y a sus dendrogramas (que luego no digáis que no aprendemos palabras bonitas). Con esta técnica podemos ver cómo las votaciones de los jurados se agrupan en función de lo similares que son. Todas se van uniendo entre sí hasta quedar todas unidas, formando un gráfico que se asemeja a las raíces de un árbol.
Lo que vemos en el gráfico superior es que los jurados se unen de forma bastante irregular pero sin excesivos saltos. Tampoco se ve un grupo de países que se una muy rápido y luego tarde en unirse. En este caso, las votaciones más similares fueron las de Austria y Eslovenia, mientras que el último país en Unirse a otros fue Ucrania.
Además, aunque vemos algunas uniones geográficas, como los nórdicos Dinamarca-Finlandia-Suecia o Serbia-Croacia, en general hay bastante dispersión y aleatoriedad.
Todo lo contrario lo vemos en el siguiente gráfico con el televoto, donde todos los países se unen en base a sus afinidades. En este ejemplo, Eslovenia y Croacia son los primeros países en unirse, muy rápidamente.
El premio al país más aleatorio se lo lleva Finlandia, el último país en unirse a otros. Es gracioso, porque ha ido tan a su bola que se une antes al grupo de países yugoslavos que a sus propios vecinos nórdicos. Esto encaja con lo que veíamos antes sobre votaciones impostoras.
La primera bandera simboliza al resto del mundo, que vemos que se une en primer lugar con Georgia y después con el binomio Chequia-Israel. Un grupo bastante alejado de los grupos clásicos, por lo que parece que el Resto del mundo tiene un comportamiento propio y diferente. Profundizaremos sobre ello cuando volvamos a ver los patrones de Eurovisión. En cuanto a las votaciones del Resto del Mundo, no tuvieron ninguna influencia en los clasificados y en la final sirvieron para que Israel consiguiera el bronce por encima de Italia y para que Armenia superara a Austria.
A todo esto, parece que San Marino emitió un televoto válido en la final (en la semifinal parece que fue un jurado), puesto que no es igual al voto de sus jurados ni parece haberse calculado aproximadamente como el año pasado. Seguiremos dándole vueltas a la cuestión sanmarinense.
WHO THE HELL IS TELEVOTO? FUERA VECINISMOS
Los puntos del televoto están llenos de desviaciones. Portugal vota por España, Irlanda por Polonia, Rumanía por Moldavia y un largo etcétera. En 2019 nos preguntamos cómo sería un televoto sin voto vecinal. Para ello, planteamos que los países que cada país únicamente sería votado por unos pocos que fueron históricamente los más neutrales.
Hemos planteado lo mismo para este año: para cada país hemos seleccionado los que le votan más neutralmente de forma que cada país sea votado por otros 10 y cada país vote únicamente por otros 7. Es decir, a España la votarían 10 países y España votaría por 7 países.
Una vez seleccionados estos países neutrales, hemos filtrado los puntos que dichos países entregaron. Por ejemplo, entre los países seleccionados para votar por España no estaba ni mucho menos Portugal, por la gran afinidad que nos tiene. Como no recibimos más puntos que los de Portugal (prescindimos del resto del mundo), a España lo que le corresponde es un cero como una casa.
La siguiente tabla muestra los puntos obtenidos por cada país y la variación de posiciones con respecto al resultado final del televoto.
Mal de muchos, consuelo de tontos. Con este sistema, España y otros 5 países habrían recibido cero puntos: Albania, Austria, Estonia, Portugal y Reino Unido. El caso más singular es el de Albania, que perdería sus más de 50 puntos al detectar el sistema que no son neutrales.
De 120 puntos posibles, Finlandia conseguiría 108, bien alejado de los demás. Israel prácticamente empataría con Suecia, bien cargada de voto vecinal germánico al igual que Noruega. En general, vemos que al eliminar vecindades, los países tradicionalmente maltratados por el televoto suben puestos: Francia, Bélgica, Chequia, Australia y Alemania, esta última protagonizando el mayor ascenso, 10 puestos. Los que más bajan son países del Este como Ucrania, Polonia o Lituania.
Debemos coger con puntillas el resultado del televoto. Realmente solo parece que los 6 primeros países, hasta Ucrania, fueron los que realmente sobresalieron. Cuanto más nos alejamos de la cabeza, nos encontramos puntos-migaja y puntos de afinidades que distorsionan el resultado cada vez más. Eaea cayó en el grupo de las que no convenció al televoto, pero no está tan sola como se nos hizo pensar el 13 de mayo.
5,5 MILLONES DE PICHONES
Gracias a los compis de ESCplus hemos podido graficar los datos de espectadores en España para cada una de las actuaciones. La siguiente imagen así lo muestra en miles de espectadores. Ojo porque el gráfico está redimensionado para mostrar mejor las variaciones. Que luego dicen.
Lo que vemos es una tendencia exponencial al principio que culmina con la actuación de Blanca Paloma y llegando al pico de 5.440.000 de espectadores. A partir de ahí hay un bajón que se resiste un poco con la llegada de Finlandia y que culmina hasta la actuación número 17. A partir de ahí emprende un ascenso hasta el final con un leve pico en Israel.
Si observamos el gráfico que hicimos en 2022, veremos muchas similitudes.
La tendencia es la misma: subida exponencial hasta España, caída hasta la canción número 17 y subida hasta el final. Además, también se advierte que donde estaban los favoritos también hay subidas como Finlandia e Israel en 2023 o Reino Unido en 2022.
Las cifras, eso sí, no son las mismas. La más vista de 2023 se queda a la altura de Francia en 2022.
Va a ser muy interesante que podamos tener estos datos cuando España actúe de las últimas y poder analizar el tirón que tiene en el número de espectadores. La organización lo sabe, y cuanto más atrás canten los países más podrá rentabilizar sus audiencias.
Hasta aquí el análisis en frío de los resultados y de la edición de 2023. Dejo temas sin mencionar, pero ya sabéis que en este blog estamos abiertos a todas vuestras peticiones. Hemos tenido la suerte de disfrutar de una edición donde han brillado las canciones y tanto expertos como audiencia nos han brindado un duelo que no se ha decidido con votaciones prefabricadas. Si te ha gustado este blog, y ya van 75, no olvides dejar tu comentario, tus dudas o mejoras. Gracias por haber llegado hasta aquí y relativiza: It’s crazy, it’s party.