En 1335 los reyes de Hungría, Bohemia (en la actual Chequia) y Polonia se reunieron en la ciudad de Visegrado para sellar una alianza política y estratégica. Hoy en día estos países, junto con Eslovaquia, forman el grupo de Visegrado. Aunque últimamente se han hecho notar en la Unión Europea, veremos que estos países también han tenido su impacto en Eurovisión con sus votaciones y sus irregulares participaciones.
¿QUÉ ES EL ADN EUROVISIÓN?
En esta sección analizamos los patrones de votación más importantes de Eurovisión y tratamos de darles sentido. Como planteamos en un principio, las votaciones de muchos países son parecidas y eso nos permite agruparlas. De esta forma, en vez de cuarenta y tantas votaciones, podemos reducirlas a unas pocas. En nuestro caso, son 14 (o, más bien, 13+1 como veremos después).
La novedad es que estas votaciones reducidas o patrones se puede calcular con métodos matemáticos e indicarnos en qué medida cada país sigue dichos comportamientos de votación. Es decir, para cada patrón de votación podemos identificar qué países lo tienen y a quién votan los que siguen este patrón. Es como si pudiéramos obtener el ADN o los genes de un país.
En blogs anteriores hemos visto ya como existe un patrón de votación soviético, yugoslavo, nórdico, helénico y báltico; todos ellos ampliamente reconocidos. Hoy ponemos el foco en otro patrón, mucho más discreto, que está relacionado con los países del Visegrad.
LOS 4 DE VISEGRADO
Como hemos dicho, cada uno de los patrones de votación nos indica siempre qué países lo siguen y en qué medida; y hacia qué países votan los estados que tienen ese patrón.
Uno de estos patrones lo tienen Polonia (68%), Chequia (44%) y Hungría (35%). Es decir, se revela que estos 3 países siguen una forma de votación similar entre ellos. Los tres, además, están bastante concentrados geográficamente y pertenecen al susodicho Grupo de Visegrado. En el siguiente mapa podéis verlos representados: a mayor intensidad, mayor la importancia de este gen en cada país.
Solo nos faltaría Eslovaquia para completar los 4 de Visegrado, pero no tiene un valor suficiente para que podamos incluirlo como tal. ¿Por qué Eslovaquia no está relacionado con ellos?
El principal motivo es la escasa participación de los eslovacos en Eurovisión. Al no disponer de muchas votaciones, no hay muestra suficiente para estudiar su comportamiento correctamente. De hecho, la falta de datos ha propiciado un patrón de votación irreal que hemos nombrado como el Factor X.
Este factor residual está vinculado a dos países, Eslovaquia… y Malta. Se origina porque ambos países se han puntuado muy bien en sus pocas coincidencias y el modelo matemático entiende que son países afines, cuando distan mucho de serlo. Solo el retorno de Eslovaquia al Festival puede disolver este patrón irreal y hacer que Eslovaquia y Malta retornen a sus grupos teóricos, Visegrad y Anglosajón, respectivamente. Es decir, no se trata de un error del modelo sino la forma de indicarnos que hay algo que no encaja: la falta de participación de Eslovaquia.
También hay que tener en cuenta que el patrón de Visegrad es el más reciente de todos y que se ha originado con el retorno de Chequia en 2015. Por tanto, estamos ante un eje reciente que aún tiene que evolucionar y tomar su forma definitiva.
¿A QUÉ PAÍSES VOTAN?
Hasta ahora lo que hemos visto es que Polonia, Chequia y Hungría votan similar. ¿Pero a qué países votan de esta manera similar? En el siguiente mapa, en tonos verdes se revela que es un grupo que tiende a votarse a sí mismo, siendo Polonia la mayor beneficiada, pero también a otros países cercanos como Ucrania y Eslovenia.
En el lado contrario, en todos morados, se ve que el país más perjudicado es Turquía, posible muestra de rechazo a la inmigración de dicho país. Curiosamente, también observamos que hay una discriminación hacia Eslovaquia. Habrá que observar si es un rechazo real o simplemente porque sus últimas participaciones no tuvieron mucho éxito.
En resumidas cuentas, el Grupo de Visegrado es una realidad también en Eurovisión. Como otro patrones de votación orientales, vuelve a ser un grupo de países que se votan entre sí. Aunque es reciente, se irá perfilando con el paso de los años. Solo si Eslovaquia retorna al Festival se conseguirá completar el puzle europeo.
¿HACIENDO PELLAS OTRA VEZ?
En Eurovisión, cuando hablamos de Polonia, Chequia, Eslovaquia y Hungría seguro que se nos viene una idea a la cabeza: la irregularidad de sus participaciones. En el siguiente gráfico podéis ver su historial de participaciones y ausencias, así como las veces que pasaron a la final o se quedaron eliminados en semifinales.
Polonia ha sido la más regular, pero se tomó un descanso de 2 años después de haber pasado solamente a la final en una de las últimas 7 semifinales.
En su debut, Chequia tuvo tres fracasos consecutivos y dejó de participar durante un lustro. En los dos últimos años ha conseguido pasar a la final de forma consecutiva.
Hungría también ha tenido varios periodos de ausencia. A pesar de haber cosechado una racha de 8 pases seguidos a la final, tras el fallo en 2019 se retiró en 2020 y tampoco participará en 2021.
Eslovaquia es la que menos ha participado. En su primera etapa de 1993 a 1998 su mejor puesto fue un 18º. En su retorno de 2009 a 2012 nunca alcanzó la final y en 2021 hará 9 años de la última vez que pisó un escenario.
Tal es su irregularidad, que estos cuatro países únicamente han participado en una misma edición en 2009, y ninguno de ellos se clasificó para la final. En 2016 tres de ellos se clasificaron para la final (Polonia, Chequia y Hungría), algo que no ocurría desde 1998 (Polonia, Hungría y Eslovaquia). Esta falta de coincidencias entre ellos es la que impide ver cómo se relacionan y se votan estos países.
Su comportamiento tan convulso de participaciones, retiradas y regresos tiene también su contraparte en la política europea, como por ejemplo con la retirada de Hungría del festival. Esta última, junto con Polonia han tenido bloqueados los fondos de recuperación para hacer frente a la COVID-19.
Además, la baja presencia de Chequia y Eslovaquia también se pone de manifiesto en las elecciones al Parlamento Europeo. Ambos países cuentan con las menores tasas de participación: 29% para Chequia y 23% para Eslovaquia, muy lejos de la media europea del 50% (datos de 2019). No obstante, son datos mejores que los de 2014, cuando en Chequia apenas votaron el 19% y en Eslovaquia el 13% (europarl.europa.eu).
También es verdad que los resultados en el Festival no les acompañan. Después de debutar con un segundo puesto, Polonia solo se ha acercado con un 7º y un 8º. Hungría, que consiguió un cuarto en su primera final de 1994, no ha llegado a dar el salto al top3. De todos, el caso de mayor éxito es Chequia, que alcanzó el 6º puesto en 2018 y parece haberle pillado el truco al Festival. Es la mejor prueba de que, a pesar de tener un comienzo difícil, se puede triunfar en el Festival.
CALCULADORA DE ADN-E 3.2
Y tras descubrir un nuevo gen eurovisivo, actualizamos la calculadora que os permitirá saber si tenéis alguna raíz del Visegrad. Puedes descargarla haciendo clic aquí ADN-E 3.2. Al abrirla, solo tendrás que rellenar una nota del 0 al 10 para cada país. La hoja de cálculo irá determinando a qué grupos te aproximas y cuál es tu genética. ¿Eres un soviético? ¿Quizá un yugoslavo? ¿Te aproximas a los países helénicos?
Así es el grupo del Visegrado, que destaca tanto por su comportamiento votacional como por sus retiradas. Quizá la organización y nosotros mismos debamos plantearnos la participación de estos países: evitar que retrocedan y puedan integrarse en la familia europea como una parte fundamental más. Igual que con las votaciones, puede ser más interesante fortalecer los cimientos interiores, que no buscar soluciones espectaculares fuera de nuestras fronteras.