La UER presenta el protocolo de salud y seguridad anti-COVID para celebrar Eurovisión 2021 en el escenario B

La Unión Europea de Radiodifusión (UER), junto con las emisoras holandesas organizadoras de la edición número 65 del Festival de Eurovisión, han publicado un extenso protocolo de salud y seguridad frente al COVID-19 que posibilite el correcto desarrollo del certamen en mayo bajo el escenario B programado, tal y como se indica en un comunicado de prensa compartido hoy con los medios.

El protocolo detalla todas las medidas que deberán cumplir las personas acreditadas (tanto trabajadores como artistas y delegaciones) para poder asistir al festival de manera presencial en Róterdam. El protocolo cumple con las directrices marcadas por el Instituto Nacional Holandés de Salud Pública y Medio Ambiente, y se desarrolla en el marco de los grandes eventos y competiciones deportivas.

Martin Österdahl, supervisor Ejecutivo de Eurovisión para la UER, explica que “el espíritu y la tradición de Eurovisión siempre trata de unir a Europa sobre un escenario y es, por ello, que estamos muy decididos a lograrlo en Róterdam en mayo. Estamos avanzando con nuestros planes de producir un festival seguro, con todos los artistas actuando en directo en el Ahoy Arena. Este protocolo demuestra nuestro compromiso para que esto suceda, asegurando la salud y la seguridad de todos los asistentes, incluidas las delegaciones, trabajadores y la prensa. Esta va a ser nuestra principal prioridad”.

Las medidas han sido aprobadas por la Región de Seguridad (Veiligheidsregio Rotterdam-Rijnmond) como autoridad local oficial que revisa y aprueba los planes de seguridad y salud para eventos, y también ha sido validado por la SGS, agencia internacional especializada en la revisión de dichos planes. El protocolo se podrá ajustar en cualquier momento en caso de que lo requieran nuevos escenarios o fases. El protocolo comienza antes de que los artistas y las delegaciones lleguen a la ciudad anfitriona, iniciándose desde cada país de origen.

DETALLES DEL PROTOCOLO: PRUEBAS REGULARES

El protocolo recomienda a todos los que asistan al festival desde fuera de los Países Bajos que entren en cuarentena durante 5 días antes de la salida hacía Róterdam. Además, deben dar negativo en la prueba de COVID-19 realizada con máximo de 72 horas antes de volar o viajar.

Una vez en los Países Bajos, las delegaciones deben permanecer en su hotel, excepto cuando deban acudir al Ahoy Arena para los ensayos, las semifinales y la gran final así como para otras actividades relacionadas con el certamen.

Por su parte, todos los que trabajan en el Ahoy Arena, incluidos el equipo técnico, los artistas y la prensa se someterán regularmente y en una instalación especial al lado del estadio a distintos tests.

“Nuestro objetivo es claro: prevenir la transmisión del virus durante el evento. Si alguien da positivo, nuestro protocolo de aislamiento entrará en vigor, y se realizará un seguimiento y rastreo de los afectados. Además, tomaremos medidas adicionales cuando sea necesario. Si un participante no puede actuar en directo como resultado de uno de los test, se utilizará la actuación de back up realizada en su país de origen”, afirma Bakker.

ESCENARIO B, CONFIRMADO POR EL MOMENTO

En febrero se anunció que en las circunstancias actuales no se podía llevar a cabo un Festival de Eurovisión “normal” y que los organizadores estaban “decididos pero optimistas” de que la 65ª edición del evento de música en directo más grande del mundo podría tener lugar en el “escenario B”, una versión reducida pero ambiciosa del certamen con estrictas medidas de seguridad y salud y distanciamiento social.

La decisión fue reafirmada hace unos días por el Grupo de Referencia del Festival en la última Junta Ejecutiva de la UER. Eso sí, el escenario B tendrá lugar siempre y cuando las circunstancias no cambien en las próximas semanas. Si hubiera un empeoramiento de la situación, el evento aún se podría celebrar reduciendo aún más los protocolos.

En el escenario B, el número de personas que forman cada delegación se ha reducido con respecto a las ediciones anteriores, al igual que el número de periodistas que pueden asistir al evento el cual estará limitado a 500, pudiendo cubrir el evento otros 1.000 acreditados en una sala de prensa on-line.

La decisión sobre si podrá haber público presente en las semifinales y la gran final del certamen se tomará más adelante según la incidencia y situación sanitaria de la ciudad de Róterdam.