Eurovisión no es política pero, este año, podría parecer todo lo contrario. Macedonia del Norte protagoniza el enésimo eurodrama de la edición con su representante, Vasil, como centro de la diana de la ultraderecha y el nacionalismo evaluando su nivel de patriotismo. La televisión estatal parece no aguantar el tirón y, esta noche, ha informado de que creará una comisión interna para analizar la situación, tanto las críticas de este reducto popular, como sus compromisos con la Unión Europea de Radiodifusión.

El origen de la polémica se encuentra en el videoclip de la canción Here I Stand, grabado en el Museo Nacional de la capital Skopie, en el que se podía observar durante unos instantes una obra de arte de la artista normacedonia Janeta Vangeli cuyos colores cercanos al blanco, verde y rojo fueron identificados por algunos con la bandera de la vecina Bulgaria.

La MRT, para evitar polémicas innecesarias, se apresuró a cambiar el vídeo editando los planos en cuestión, a la vez que el artista comunicaba en sus redes sociales que todo se trataba de un malentendido, asegurando que nadie en la dirección artística había reparado en esa simbología, y pidiendo disculpas si alguien se había sentido ofendido por este motivo. La propia Galería ha explicado que la pieza lleva años expuesta en la sala y su inspiración no es política sino religiosa. Vasil, no obstante, sí se ha negado a pedir perdón por “ser quien es en lo que no ha tenido elección”.

Lejos de amainar la tormenta, se lanzó una petición on-line para retirar la candidatura que, hasta el momento, acumula más de 17.000 firmas. Por si fuera poco folletín, se ha recuperado una entrevista del año pasado en la que Vasil, nacido en la ciudad fronteriza de Strumica, explicaba a nuestros compañeros de Wiwibloggs que su abuela era búlgara y, por este motivo, él tiene la doble nacionalidad. Paralelamente, las redes sociales empezaron a llenarse de los, desgraciadamente, típicos mensajes en estos extremos, es decir, una retahíla de insultos xenófobos y homófobos en los que se cuestionaba el nivel de patriotismo del artista. Cabe destacar que Vasil y su familia fueron refugiados durante años en Estados Unidos a raíz de la Guerra de Kosovo.

Macedonia del Norte y Bulgaria, a priori, mantienen una relación cordial, si bien existen ciertas tensiones identitarias sobre el pasado en común y el revisionismo histórico que las instituciones normacedonias llevan a cabo desde su independiencia de Yugoslavia, lo que ha provocado no pocas fricciones con Serbia, Grecia o Albania. Precisamente, esta ola (y oda) ultranacionalista ya provocó una enorme polémica hace ocho años cuando la MRT eligió internamente a la ya fallecida Esma y Lozano con la canción Imperija, de temática evidente. El tema tuvo que ser retirado por sus connotaciones políticas y sus intérpretes finalmente cantaron Pred da se razdeni, mucho más ligera.

Ya se sabe que el festival “no interesa” pero en todos los países siempre hay algún fanático (político) hablando de ello.