Recordando Operación Triunfo: Los temas de Ramón, Vicente, Miguel y Davinia que pusieron el punto y final a una época
Hoy se celebra el 20º aniversario del estreno de la academia más famosa de la televisión, Operación Triunfo. Hasta la fecha se han emitido 11 ediciones del concurso, las tres primeras, la novena y la décima directamente vinculadas con Eurovisión.
El premio original de Operación Triunfo, de hecho, era exclusivamente representar a España en el festival. Después, ante el éxito del programa, se aumentó a tres el número de vencedores que firmarían un contrato discográfico y optarían a abanderar a TVE en Tallin 2002, Riga 2003 y Estambul 2004. De este modo, Rosa López, Ainhoa Cantalapiedra y Vicente Seguí ganarían OT, pero solo la primera competiría en el festival. Beth Rodergas y Ramon del Castillo fueron los escogidos en la segunda y tercera temporada.
La historia de Operación Triunfo ha sido una y 1.000 veces contada, también la de Eurovisión 2002 a 2004, pero en esta serie de reportajes especiales nos centraremos en un punto intermedio, las finales nacionales. 10 cantantes y 30 canciones y otros tantos compositores conformaron dichas preselecciones. Hoy recordamos el año 2004, las candidaturas de Vicente, Ramón, Miguel y Davinia, y todo lo que recuerdas, y lo que no, de la Operación Estambul.
PARA LLENARME DE TI
Ramón con Para llename de ti, con el 38.8% de los votos, fue el último representante de España en Eurovisión salido de la primera etapa de Operación Triunfo. El porcentaje de llamadas y SMS fue inferior al de sus predecesoras Rosa y Beth, al igual que la distancia frente a sus rivales, si bien es cierto que en esta ocasión fueron cuatro, en vez de tres, los finalistas. Sin embargo, su top 10 en Estambul, fue toda una sorpresa y salvó los muebles, cerró el trienio y dejó tres marcas que hasta hoy nadie ha superado. 17 años, que se dice pronto.
Para llenarme de ti, probablemente, no era la mejor canción para Eurovisión 2004, y Ramón, quizá, tampoco el mejor cantante de la tercera edición de OT, pero en la recta final todo parecía teledirigido hacia este desenlace. El formato no estaba quemado, estaba abrasado, y todos los males de los dos años anteriores, unido a un casting que volvía al costumbrismo inicial, pero sin ese gancho original, y un cambio de normas dando al público, y no al jurado, el poder de nominar, terminó por hundir el barco. La media de audiencia, sin embargo, no fue tan mala como se recuerda actualmente, con 3.415.000 de espectadores y un 25.5% de share, una cifra más que correcta para la época, y estratosférica hoy en día, pero que se dejó por el camino a la mitad del público.
El álbum debut de Ramón, Es así, fue el más exitoso de su promoción, pero se quedó a años luz de las marcas de las dos primeras, entrando a un ajustado número 6 de la lista de ventas. Para llenarme de ti, por su parte, alcanzó el #1 testimonal en una lista de singles físicos prácticamente desmantelada en el año 2004. Ya en 2006, y de manera independiente, Ramón publicaría su segundo y último disco, Cambio de sentido.
SE ME VA LA VIDA
El eurovisivo Alejandro Abad, artífice del himno por excelencia de La Academia, Mi música es tu voz, fue durante muchos años uno de los compositores más exitosos del panorama musical español. Mucho antes de sus polémicas televisivas, ganó como compositor la OTI en 1993 y 1995, y alcanzó un más que digno sexto puesto en Eurovisión 2001 con la canción Dile que la quiero interpretada por David Civera. Esta vez no solo compuso las tres candidaturas del ganador de la tercera edición de Operación Triunfo, Vicente Seguí, sino que también produjo su primer álbum Confidencias, y el experimento no pudo salir peor. Se me va la vida, el tema que llegó a la final y se hizo con un nada despreciable 29.3% de los votos, era una coplilla de la BBC, bodas, bautizos y comuniones, que ni siquiera llegaba a la disfrutable categoría de pachanga. Uno de los mejores ejemplos del poco o nulo interés y cuidado que TVE y Gestmusic pusieron en los triunfitos de tercera generación y su propia marca.
MUÉVEME
A Miguel Cadenas, el tercer finalista, le tocó defender una canción en la línea de Miénteme, de David Bisbal, o Miénteme, de David Bisbal y Elena Gadel, pero por aquello de darle un puntito de originalidad, los autores Pablo Torres y Manuel Tomás, la rebautizaron como Muéveme. El 16.5% de los votantes se decantó por esta opción que, a pesar de que pasó totalmente inadvertida tanto en la preselección como en los chiringuitos, tenía bastante más gracia que la de Vicente y poco o nada que envidiarle a la de Ramón. El caso es que al escucharla, nos entra cierta nostalgia de los veranos de Vale Music, pero se nos pasa enseguida.
COMO QUIERES QUE TE QUIERA
«Como quieres que te quiera, si el que quiero que me quiera, no me quiere como quiero que me quiera», era el trabalenguas con el que Davinia, la cuarta finalista de OT3, pretendía hacer cortocircuíto en las cabezas y las mentes de los europeos. Cuarta también en la final nacional para Eurovisión, con el 15,4% de los apoyos, su actuación sin embargo sí es recordada con una sonrisa, y habría sido una apuesta que, acompañada por unas cuantas jarras de sangría, podría haber hecho tilín a nuestros vecinos más próximos. Daniel Ambrojo repetía por segundo año consecutivo en la preselección, después de Sueña con ese momento de Manuel Carrasco; y Davinia también volvería a varias preselecciones eurovisivas como la de 2008, con la inolvidable Erótica y sensual de Artesero y Santana, e incluso ha probado suerte en la convocatoria sanmarinense de 2018.
TODO VUELVE A IMPORTAR
Ramón, y todos, tuvimos que «aceptar pulpo» con Para llenarme de ti, y lo cierto es que fue el único de los cuatro finalistas cuyas tres candidaturas eran, por lo menos, honrosas. Todo vuelve a importar, compuesta por los desconocidos Alejandro Piqueras y Fernando Rodríguez, era un tema pop, con algunos matices rock, y cierto deja vu italiano que le iba como un guante a la voz del canario. Quizá por las dudas acerca de su competitividad, o por el bajo perfil del proyecto, solo consiguió el 29.3% de los votos en el duelo de la semifinal.
VEINTE AÑOS MÁS
Se me va la vida era todo un despropósito, pero Veinte años más era directamente infumable. Un intento de ranchera contemporánea que Abad le endiñó al pobre Vicente. Un 16% de valientes votó a esta canción, pero ojo, que el 84% lo hizo por la otra.
AMOR DE MADRUGADA
El 78.6% de los votos se fueron para Muéveme y el 21.4% se quedaron en Amor de madrugada, compuesta por David Augustabe, Francisco Ponferrada y Bruno Nicolás (?), una balada tan bonita para rellenar un disco, como intrascendente para una final nacional, ya no digamos para Eurovisión. Y, hablando de álbumes, esta fue la primera vez en la historia de OT que las tres canciones de la preselección formaron parte de los primeros, y en algunos casos, últimos trabajos de los finalistas. Si antes decíamos que había que rellenar, era por esto.
QUIERO TU AMOR
Después de Europe’s Living a Celebration y Un sueño especial de Rosa, Toni y Xasqui Ten se pusieron intensos con Quiero tu amor para Davinia, una balada con aires de grandeza que podría haber colado en cualquier disco de Ríos de Gloria, también producidos por los hermanos. Sin ser una maravilla, ni tampoco un horror, solo funciona por un estribillo pegadizo, por lo repetitivo, y un punto álgido que luce, especialmente, por la grandiosa voz de la intérprete. Solo el 14.4% de los espectadores se decantaron por ella.
CUESTIÓN DE ALMA
En la tercera edición de Operación Triunfo se hicieron muchas cosas mal, otras al revés, y algunas todo a la vez. También en la carrera eurovisiva. La bonita Cuestión de alma fue descartada a las primeras de cambio por un jurado que ponía rumbo a Santander. Ramón, de hecho, fue el primer y máximo sorprendido. El intérprete mostraba todo su potencial en esta elegante canción que destacaba entre las baratijas con las que se saldó esta edición. Su autor David Santisteban se marcó tres de los mejores temas del primer trienio de Operación Triunfo, además de esta, La magia del corazón para David Bustamante y Viviré, moriré para Manuel Carrasco.
NADIE COMO TÚ
A Vicente Seguí lo quisieron convertir en el nuevo Nino Bravo o en el sucesor de Francisco, y el problema no era encorsetarlo en el subgénero de los cantantes melódicos valencianos, sino el concepto «nuevo». Nadie como tú es el mejor ejemplo de todo esto, una canción antigua, casposa y, sobre todo, mala, muy mala. Y, de remate, el look de los domingos de Toni Alcantára en 1968.
HOY TE QUIERO MÁS
David Augustabe, Francisco Ponferrada y Bruno Nicolás (?) también firmaron la tercera y última propuesta del pobre Miguel. Hoy te quiero más podría ser perfectamente un jingle mohoso rescatado de los cajones de BRB Internacional para una de sus series de la época. Al menos la sintonía de Delfy era súper pegadiza.
MI OBSESIÓN
Y si la eliminación de Cuestión de alma de Ramón nos dejó con la boca abierta, la de Mi obsesión de Davinia nos dejó sin palabras. La gaditana hizo una actuación brutal, derrochando todo su poderío vocal y escénico, volviendo literalmente loco al público que reaccionó de la misma forma que con el estribillo de Europe’s Living a Celebration o los primeros compases de Dime en anteriores ediciones. Por supuesto, el jurado impidió que tuviera más recorrido para medir su apoyo popular, provocando con su decisión el primer abucheo de la historia de OT. Lo cierto es que la organización no quería otra representante con un perfil similar al de Rosa, ni un cocktail entre cantante y canción como con Beth, aunque lo cierto es que nadie le preguntó su opinión a Davinia cuyo gesto en el anuncio del veredicto lo dice todo. El tema de Daniel Ambrojo, curiosamente, ganaría para España el OGAE Second Chance 2004.
Artículo publicado originalmente el 13 de febrero de 2018.
Conversación
A pesar de que la sensación era de que todo estaba programado para que ganase la canción que tenía que ganar, lo cierto es que era resultona y conseguimos un décimo puesto por el que "mataríamos" hoy en día. Previa eliminación de la excelente Tu obsesión de Davinia, la opción que podía discutirle el triunfo. Miguel Cadenas bastante hizo con llegar donde llegó, porque no lo merecía en absoluto, y el bueno y buen cantante que era Vicente creo se merecía algo mejor que semejantes truños infumables e insufribles que le encasquetaron al pobre. En fin.
Es un artículo de opinión, opinión que en muchos casos no comparto. De todo, la de Kike Santander, de lejos, era la menos mala. Ramón, eso sí, de carisma y gracia 0 .
Muy en desacuerdo con el análisis oficial. Ganó la mejor opción. De hecho, PLDT me sigue pareciendo la mejor canción española eurovisiva del siglo - hasta ahora. Y Ramón era el candidato más carismático en 2004.
Pues para mi Ramón obtuvo un merecidísimo TOP10, y no lo olvidemos abriendo el ESC ese año. "Para llenarme de ti" me parece un gran tema que aun de vez en cuando lo escucho porque me anima mucho. Una de esas canciones latinas que siempre pienso que a España le vienen muy bien en el ESC
Ayyyyy, Nunca olvidaré la mancha de sudor en la camisa de Ramón al levantar los brazos al final de para llenarme de ti. Una imagen histórica y nunca visto en televisión donde también queda patente los dejados de la mano de Dios que estaban los participantes de esta temporada, Está visto que no les asesoraban ni cuidaban tanto los detalles. En fin, por algo tenían que ser recordados?
Uffff, mi obsesión es infumable? Para mí, justo eliminación a primeras de cambio? Y está visto y demostrado que para gustos hay colores?
Estoy viendo la gala de hoy y tengo una pregunta... ¿nadie le ha dicho a Alfred que para no tener problemas a la hora de ir al baño es muy el kiwi o el zumo de naranja?; este chico pone unas caras de estreñido de manual...
Siempre dire que aquel año tve queria mandar la cancion de Kike santander por eso eliminaron Mi obsesion para que no fuera davinia.