La UER basa la exclusión de Ucrania como organizador en el elevado riesgo de pérdidas humanas

La UER justifica su decisión de retirar a Ucrania la organización del próximo festival en base a la logística que acarrea el certamen, al riesgo principal de que se produjeran pérdidas humanas y a que muchas delegaciones se darían de baja en el actual contexto de conflicto bélico. Así lo razona en un comunicado oficial publicado en sus redes sociales, en donde argumenta que a nadie se le escapa la posibilidad de que se produjeran «ataques áereos, por aviones, drones o misiles que pudieran causar bajas significativas».

«Es comprensible que esta amenaza a la seguridad probablemente incomode a varias delegaciones y participantes el próximo mes de mayo, amenazando así la participación de varios organismos de radiodifusión», indica la UER, de ahí que haya ofrecido a Reino Unido la opción de ejercer como anfitrión pese a las quejas de Ucrania y de países satélite, e incluso del primer ministro británico, Boris Johnson, partidario de que el festival se celebre en Ucrania. «Comprendemos perfectamente la decepción que recibió el anuncio de que el Festival de la Canción de Eurovisión 2023 no se puede organizar en Ucrania, el país ganador de este año. La decisión se guió por la responsabilidad de garantizar que se cumplan las condiciones para garantizar la seguridad de todas las personas que trabajan y participan en el evento, cuya planificación debe comenzar inmediatamente», valoran.

De hecho, es evidente el peligro de que hubiese una pérdida masiva de vidas. «Al menos 10.000 personas generalmente están acreditadas para trabajar en el festival, incluido el equipo, el personal y los periodistas. Se espera que otros 30.000 aficionados viajen al evento desde todo el mundo. Su bienestar es nuestra principal preocupación», destacan en la nota emitida. «Por lo tanto, es fundamental que las decisiones tomadas en relación con un evento televisivo en vivo tan complejo sean tomadas por profesionales de la radiodifusión y no se politicen», considera la UER.

El organismo europeo recuerda que las reglas del certamen, en las que todas las emisoras participantes están de acuerdo, establecen claramente que el evento puede trasladarse en una situación de fuerza mayor, «como una guerra en curso». Así, en respuesta al cuestionario de seguridad de la UER, «la evaluación ucraniana que se nos proporcionó puso de relieve una serie de riesgos que afectarían a la planificación inmediata de un evento tan grande», reiteran. Además, la UER solicitó asesoramiento de expertos en seguridad de terceros que declararon claramente que «las contramedidas propuestas para mitigar las amenazas que planificaban el evento en Ucrania eran insuficientes» para un evento público internacional y la calificación de riesgo de víctimas masivas debido a la invasión rusa es «alta».

TAMPOCO EN ZONA FRONTERIZA

A todo ello hay que precisar que las delegaciones y los participantes puedan ser reacios a viajar. «También tomamos nota de los comentarios hechos por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de que la guerra en Ucrania podría llevar años», puntualiza la UER. Por último, añade cómo ninguna gira internacional de conciertos importante visitará Ucrania a lo largo de 2023. Y al hilo de poder realizarse en zona fronteriza, en Lviv o en una demarcación administrativa en frontera con Hungría y Eslovaquia, «las especificaciones de los lugares sugeridos y la falta de la infraestructura circundante necesaria no cumplen con los requisitos del CES».