La realidad aumentada tomará especial protagonismo en Eurovisión 2021
Con el escenario de Eurovisión ya prácticamente construido, las pistas y declaraciones acerca de los recursos técnicos que se emplearán en las semifinales y la gran final del próximo mes de mayo no dejan de sucederse. En esta ocasión, ha sido el escenógrafo alemán Florian Wieder quien ha afirmado, en declaraciones al medio neerlandés Ditjes en Datjes, su voluntad de innovar al máximo en esta edición del certamen mediante el uso de la técnica de realidad aumentada, que «se usará por primera vez a gran escala durante la transmisión». «En Países Bajos, la tecnología es muy avanzada, y yo siempre había deseado hacer algo similar», explica. «La realidad que puedes ver aquí con tus ojos es sólo una, pero nosotros podremos añadirle otras capas detrás. Así podremos crear ilusiones adicionales que sólo serán visibles por televisión, de forma que el concurso se verá mejor desde la tele», ha proseguido Wieder.
Esta será la séptima ocasión en que el alemán se ponga al frente del diseño del escenario eurovisivo, pero para este año ha prometido que el resultado será espectacular: «esta técnica también fue aplicada durante la última edición en Tel Aviv, pero a muy pequeña escala. Ahora se está volviendo mucho más importante». De hecho, los planes para emplear la realidad aumentada ya estaban contemplados para el fallido festival de 2020, que la pandemia obligó a cancelar. Sin embargo, el año de retraso no ha implicado ningún cambio en el diseño del escenario: «el set ya estaba completamente terminado, así que no hizo falta cambiar nada», remata Wieder.
Por su parte, el director de realización Marnix Kaart ha afirmado que el equipo tratará de dar un toque personal a las actuaciones especiales e interval acts de la velada: «creo que conseguiremos crear mundos separados durante las actuaciones de Davina Michelle y Duncan Laurence. Nos sentimos con total libertad para ello». Al respecto de si habrá algún clímax o momento cumbre en la emisión, Kaart se ha mostrado indeciso: «habrá varios momentos en los que el espero que el televidente realmente se sorprenda. Nuestro trabajo comienza el próximo lunes, con los primeros ensayos, y a partir de entonces serán 21 o 22 días de prisas y golpes, sobre todo durante la semana de la final».
LA FINAL MÁS CORTA DESDE 2017
Por su parte, y en declaraciones a Aran Bade, Sietse Bakker ha comunicado, en calidad de productor ejecutivo de la presente edición del festival, su voluntad de acortar la duración de la gran final del programa con respecto a las estratosféricas 4 horas y 11 minutos de Tel Aviv 2019. «Nos hemos propuesto terminar la gran final antes de las 01:00 CET. El interval act de Madonna pudo parecer que duraba diez años, pero este año no vamos a repetir esa historia, no vamos a recurrir a una artista como Madonna». La hora tope de finalización del evento ha sido fijada, para Bakker y su equipo, a las 00:45 CET, lo que haría que el programa durase también menos que las finales de Lisboa 2018 (3 horas y 50 minutos), Estocolmo 2016 (3 horas y 48 minutos) y Viena 2015 (3 horas y 59 minutos), y lo dejaría con una duración ligerísimamente superior a Kiev 2017 (3 horas y 44 minutos).
Conversación
Por mi,tendría que durar medio año jajajaja para que así no se nos hiciera tan larga la próxima edición.
Basicamente casi todas duran más o menos lo mismo, la única más larga es la de 2019, pero todas rondan 3:50 minutos más o menos
¡Qué horror! Deberían prohibirla. Entre la realidad aumentada y los coros pregrabados, en unos años tendremos actuaciones completas generadas por ordenador. No harán falta ni cantantes, ni compositores, ni sede, ni nada de nada.
Curiosidad por ver esos supuestos efectos de realidad, con el efecto de las banderas ondeando encima del público ya me parecía bien,... Y el copia y pega de los niños del jesc para la actuación final fue decente.