Especial Sanremo: Las ganadoras del Festival que no representaron a Italia en Eurovisión, de 1967 a 1973

El vínculo de Sanremo con Eurovisión ha sido muy “guadianesco” desde que Domenico Modugno se llevara aquel salvaje y desproporcionado 0 con Dio come ti amo, considerada una de las obras maestras de la historia de la canción italiana. Desde entonces la sociedad italiana desconectó por completo de Eurovisión, a pesar de que la RAI escribiera a posteriori páginas doradas en la historia del eurofestival, y firmara varios éxitos comerciales importantes y no pocos buenos resultados en la clasificación.

A partir de 1967 una parte importante de ganadores de Sanremo aceptaban la invitación a Eurovisión, pero siempre cambiando de canción, salvo el caso de Nicola di Bari en 1972 que mantuvo I giorni dell’arcobaleno en ambas competiciones. Tras su retorno en 2011, la RAI estableció un claro cordón sanitario entre Sanremo y Eurovisión que fue rompiéndose tibiamente hasta que, en 2015, Carlo Conti unió ambos festivales definitivamente en el Rigolamento vigente a día de hoy.

A lo largo de varias entregas especiales, vamos a repasar aquellos ganadores del Festival italiano que no acabaron en el europeo, tanto en la etapa entre 1967 y 1993, como en la retirada entre 1994 y 2010, y el acercamiento paulatino entre 2011 y 2015

1967: Claudio Villa e Iva Zanicchi – Non pensare a me

Eran los años de la doble interpretación en las canciones de Sanremo, pero fue Claudio Villa quien aceptó acudir a Viena. Non pensare a me parte del patrón de canción melódica italiana con tintes melodramáticos, aunque con mayor epicidad que su predecesora con el León de Oro, Dio come ti amo. Quizás por ello, Claudio no se atrevió a llevarla a Eurovisión y decidió cambiarla. El hecho de que una obra maestra como la anterior se fuese de vacío no tenía por qué repetirse con esta, pero no aspiraría a una gran posición.

Posibilidades en Eurovisión: Medias

1968: Sergio Endrigo e Roberto Carlos – Canzone per te

Roberto Carlos hizo historia al ser el primer artista latino en ganar Sanremo, aunque no el primer extranjero, puesto que los norteamericanos The New Christy Minstrels lo hicieron en 1965. También hizo historia el argentino Luis Bacalov al ser el primer -y único- autor no italiano en vencer. El caso es que el singular Sergio Endrigo acabó en Londres y decidió cambiar de canción. Se trata de una de las tantas obras maestras de Eurovisión convertida en melodía universal del pop. El impresionante arreglo orquestal y el infalible leitmotiv cinematográfico diseñados por Bacalov -quien años después ganaría un Oscar- y la sentida aunque sobria interpretación de Endrigo no podía sino presagiar estar entre los favoritos a ganar. Aunque con el precedente de Modugno dos años antes…

Posibilidades en Eurovisión: Muy altas

1969: Bobby Solo e Iva Zanicchi – Zingara

Due grosse lacrime bianche es una de las indiscutibles favoritas de los eurofans italianos, pero Iva Zanicchi lograba su segundo triunfo en Sanremo con la muy superior Zingara. Sí, muy superior pero del mismo perfil. Si Due grosse lacrime bianchi acabó en la parte baja de la tabla del festival en Madrid, a pesar de la gran presencia de Iva, Zingara no habría mejorado excesivamente su plaza. Eran los años en los que la canción melódica italiana no pasaba por su mejor momento en Eurovisión.

Posibilidades en Eurovisión: Medias

1970: Adriano Celentano e Claudia Mori – Chi non lavora non fa l’amore

Tras tres años en los que separar al ganador de su canción tampoco le funcionó la RAI, la televisión pública italiana optó por vez primera por el dedazo puro y duro, el de un jovencísimo Gianni Morandi que hacía historia al ser el primer representante que nunca había cantado antes en Sanremo. Occhi di ragazza, compuesta por Lucio Dalla, mejoró los resultados de Italia, si bien el país seguía muy lejos de los puestos de cabeza. Sanremo se lo llevó Adriano Celentano, el pionero del rock en Italia, quien por fin lograba el triunfo junto a su esposa Claudia Mori con una canción claramente satírica que desató la ira de los sindicatos italianos al interpretarla como una burla a los desempleados. Lo cierto es que habría sido muy interesante saber cómo habría funcionado por primera vez en Eurovisión un folk-rock con ínfulas de soul de la mano de un animal escénico como Celentano. Si con la canción melódica, la RAI mostraba un claro desgaste en el eurofestival, esta vuelta de tuerca le habría supuesto un espaldarazo en el factor sorpresa de cara a los jurados.

Posibilidades en Eurovisión: Altas

1971: Nada e Nicola Di Bari – Il cuore è uno zingaro

Nada y Nicola di Bari fueron los últimos ganadores de la etapa de doble versión, hasta que en 1990 fue de nuevo impuesta, aunque solo por dos ediciones. Di Bari ya rozó el triunfo un año antes, pero lograría el León de Oro en dos ediciones consecutivas, algo que hasta la fecha no ha vuelto a suceder, su bien Giorgia de lograrlo en 1996. Massimo Ranieri, por su parte, fue elegido internamente para viajar a Dublín, logrando un estupendo quinto lugar, el primero para la RAI desde 1965. Europa parecía reconciliarse definitivamente con la canción melódica italiana, lo cual confirmó el propio Nicola, un año después pero con un tema inferior a Il cuore é uno zingaro que habría emulado o incluso mejorado la quinta plaza de Massimo.

Posibilidades en Eurovisión: Altas

1973: Peppino di Capri – Un grande amore e niente più

1973 marca el inicio de la mayor crisis de la historia de Sanremo que, en 1975, incluso vio peligrar su futuro, acuciado por el desinterés del público y el boicot de una industria musical que ya no veía el festival como la lanzadera de años atrás. Mientras que a la RAI le costaba horrores convencer a primeros espadas para participar en Sanremo, los conseguía con cierta facilidad para Eurovisión. Así, Massimo Ranieri repetía solo dos años después con una canción superior, pero sufrió un sonado batacazo a pesar de ser uno de los grandes favoritos. El bueno de Peppino, pionero del twist italiano a finales de los años 50 e inicios de los 60, se reconvirtió a la canción melódica italiana y napolitana en su madurez, y logró vencer Sanremo en dos ocasiones con dos canciones casi idéntica, la primera, este 1973, con Un grande amore e niente più que dio inicio a la invasión romántica italiana en nuestro país debido a su gran éxito comercial. Ese viento a favor en España no soplaba igual de fuere en Europa, además de repetir la fórmula de Nicola di Bari, por lo que probablemente habría incluso empeorado la posición de Ranieri. A Peppino el destino le tenía guardada la sorpresa de ser el anfitrión de Eurovisión en 1991. Y qué lujo de anfitrión.

Posibilidades en Eurovisión: Bajas

En el próximo episodio, repasaremos e imaginaremos a los ganadores de Sanremo en Eurovisión durante la primera gran crisis que vivió el festival italiano, hasta el retorno de Gianni Ravera a la dirección artística en 1979.