El proyecto de Eurovisión Asia ha quedado en agua de borrajas. Después de la confirmación de que el American Song Contest arrancaría en 2022, la emisora ​​australiana SBS ha certificado que la versión de Asia-Pacífico no verá la luz por diversos problemas, entre ellos la barrera idiomática y las zonas horarias, según explicó el jefe de la delegación australiana, Josh Martin, a TV Tonight. “Lo intentamos pero no lo hemos podido concretar”, zanjó.

La pandemia también ha contribuido a la cancelación de los derechos ante la dificultad de la logística por los periodos de cuarentena y las restricciones de desplazamiento. Hong Kong, Singapur y Sidney habían mostrado su interés por acoger este certamen y se esperaba la participación de una veintena de países, de los que China habría aportado la mayor fuente de ingresos y audiencia. “Es como cualquier programa de televisión. Pones muchas cosas en desarrollo y no todas se levantan. Y esta fue una que no pudimos, por la razón que sea, hacer que funcione”, señaló Martin.

Fue en agosto de 2017 cuando la UER alumbró la posibilidad del nacimiento de este formato asiático, lo que condujo a emisoras de Kazajistán, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, las Islas Salomón y Vanuatu a mostrar su interés a unirse a Australia, China, Japón, Singapur y Corea del Sur, que se postularon como como posibles miembros del grupo directivo o anfitriones del concurso. Pronto quedaron claro los desafíos que ello conllevaba. Incluso el director general de SBS, Michael Ebeid, declaró hace tres años su decepción por la demora.

Pero parecía que todo se ponía de nuevo en marcha en 2019. Tras el éxito en la organización de los Juegos de la Commonwealth de 2018, Gold Coast vio una nueva ocasión para albergar un importante evento cultural donde se realiza la preselección Australia Decides, y en colaboración con la Unión de Radiodifusión del Asia-Pacífico, asegurar una inversión a largo plazo para el formato hasta 2031. Pero todo ha quedado en papel mojado.

Paralelamente, se ha confirmado recientemente que la emisora ​​NBC desplegará la versión estadounidense con los mejores de cada estado y territorio luchando en múltiples rondas de clasificación, semifinales y una gran final para coronarse como el ganador de la primera edición. Anteriormente, ya se frustró el Eurovisión África anunciando en 2009, la versión de Arabia cuya idea se lanzó en 2007 o la versión de Canadá que se barajó en 2006.