La Primera Edición del Eurovision Dance Contest ya se ha celebrado desde Londres. El despliegue mediático ha sido moderado, para nada que ver con el histórico y querido Festival de Canciones. En cuánto a los ganadores, Finlandia, con la pareja formada por Jussi Väänänen y Katia Koukkula, perfecto, tanto en su ejecución como puesta en escena. En la sobriedad está casi siempre el buen gusto, a parte de estilos cargados y rococós, cuasi cómicos, por los que optaron otras delegaciones.

En cuánto a nuestra representación, Amagoya y Abraham hicieron un número decente, sin muchos arpegios coreográficos, es decir, su amado coreográfo Poty no se estrujó mucho la cabeza en hacer algo original teniendo en cuenta que el efectismo y la calidad a veces son los que juegan la baza más importante en Certámenes como este, donde en poco tiempo tienen que echar toda la carne en el asador.

Respecto a la Gala, en general fue ligera y no molestaba, pero ¿qué aporta?, cuando todos bailan bien no hay un barémo para el gran espectador en poder equilibrar algo que se sale de lo banal, como decir me ha gustado el vestuario, esta es más guapa o guapo que el otro, en fin, poco más. Los simples mortales que no conocemos el mundo del baile sólo nos podemos limitar a eso, porque en general, desde Finlandia a Suiza, pobrecitos los chavales, no hubo para tanto dejándolos a cero votos, lo hicieron todos bien.

Como todo estaba tan parejo poco podíamos aportar los opinadores y espectadores de esta Primera Edición del Baile Eurovisivo. Ahí teníamos a Joana Subinara, echando un cable en los comentarios a Beatriz Pécker, un poco perdida entre volantes, peinados estirados, faldas y capas toreras, para describirnos lo que nuestros modestos ojos no veían. Que si la pierna la ha estirado bien, que si la de Suiza es bastante mayor según la Pécker, la cadera de la irlandesa, el giro de la rusa, que si el pliege del pantalón se engancha a las manos de un torpe bailarín, el casi estrangulamiento en escena de la británica a manos de su compañero al sacarle el vestido, el estatismo casi robótico de los irlandeses en el rock, que si la polaca para no ser profesional del baile, sólo famosa no lo hace del todo mal según la Subirana, que si la música no es la adecuada, los fortachones gimnastas como el sueco y el ucraniano algo desentonados pero de un cuerpo envidiable, cómo no, que si alguno de ellos son pareja sentimental o no, muy importante el dato queridas para hacerte una idea de cómo van a ejecutar el baile, profesionalidad, no profesionalidad de alguno de los participantes, etcétera. A fin de cuentas un poco de todo.
 

Pero no veo mal la idea de que alguien acompañe a la cometarista para aportar datos técnicos, como se hace en las competiciones deportivas. ¿Veremos el año que viene a Massiel junto a nuestro comentarista, el que sea?. No estaría mal el invento, aunque con las canciones entramos un poco en terreno fangoso, opiniable de más y de difícil calibre. Aunque tal y como van las cosas, veo al Mariano Mariano junto a nuestro comentarista haciéndo las gracietas de turno.

Y ahora voy con lo que más me idignó de la noche, el programa de después en TVE. ¿Pero es que no se cansan de hablar y hablar sobre si Eurovisión es un buen invento o no?, claro cuando las cosas no van bien dadas, como ha sido el caso, y como viene siendo habitual con el Festival de la Canción en los últimos años, pasa lo que pasa. Lo más machacado, desde el vecinismo como tema habitual. Como ya sabemos que se debe al televoto y mensajes por SMS, estratagema y puro ardid económico, no ahondaré más en eso, nosotros mismos dimos y probamos de esa medicina con los 12 intercambiados entre España y Portugal.

Pero otros comentarios de la siempre perfecta en el gusto y elegancia Anne Igartiburu sobre que en "Eurovisión salgan cosas bastante kischt, que es habitual", cómo si lo kistch según su punto de vista fuera algo denostable. No querida, a nosotros también nos gusta lo kistch, es más vemos tu programa "Corazón…de…la estación que se precie" y "Mira quién baila", porqué, ¿pensabas que eso no forma parte de lo kistch?, pues sí querida, todos son hijos de la misma madre. Lo único es que no nos duelen prendas en declararnos fans de lo kistch, es más, hasta de lo propiamente hortera, algo que en su exquisito vocabulario y fondo de armario seguro no entra.

¿Es necesario también que Mariano Mariano esté comentando todo porque sus gracias, cree él imaginativas, en plan lenguaje cheli madrileño, son imprescindibles para describir trajes y demás como hizo en la Eurovisión de la Canción?. Dejo abierto el debate, opinad, que para eso estamos. En cuánto a Poty de nuevo, ¿por qué cojes esos berrinches cariño? No hay para tanto, ya viste el nivel y la coreografía que tú mismo montaste, hay que bajar del pedestal y asumir las equivocaciones ante el poco riesgo aportado para nuestros bailarines. ¿Creíste que con esa coregrafía tan torera nos metíamos a público en el bolsillo?, pues no, no ha sido así, porque las capas toreras son para el ruedo y esas comparaciones que a veces se han hecho en tu programa, y ha emitido la gran jueza de mesa Subirana, sobre si el hombre es el torero y la mujer el toro, francamente a mí me molesta un pelín por aquello de que las similitudes son innecesarias en este caso.

Me quedo con la frase de la jueza Subirana, "El currículum de los finlandeses es impresionante", pues hija a tomar nota para la próxima Edición, que por cierto, en la indumentaria parecían sacados de la Compañía de Joaquín Cortés, por aquello del negro minimalista y la entrada en escena, la coleta de él, en fin, que hubo calidad en esta pareja, no nos debatamos en más discusiones. El año que viene Dios dirá.

Reyes del Amor, 02/09/07