Eurovisión 1972, el Festival que se pudo haber celebrado en España. Primera Parte.

Era sábado, 25 de marzo. La decimoséptima edición de Eurovisión tuvo lugar en la romántica y fría ciudad escocesa de Edimburgo. Era una ciudad acostumbrada a las reuniones internacionales debido a su famoso Festival de Teatro. Salieron 18 naciones con la esperanza de conseguir el éxito. Orden de aparición: Alemania, Francia, Irlanda, España, Reino Unido, […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Eurovisión 1972, el Festival que se pudo haber celebrado en España. Primera Parte.

Era sábado, 25 de marzo. La decimoséptima edición de Eurovisión tuvo lugar en la romántica y fría ciudad escocesa de Edimburgo. Era una ciudad acostumbrada a las reuniones internacionales debido a su famoso Festival de Teatro.

Salieron 18 naciones con la esperanza de conseguir el éxito. Orden de aparición: Alemania, Francia, Irlanda, España, Reino Unido, Noruega, Portugal, Suiza, Malta, Finlandia, Austria, Italia, Yugoslavia, Suecia, Mónaco, Bélgica, Luxemburgo y Holanda. Audiencia estimada, 400 millones. Conectaron los países de la Europa del Este, vía Intervisión, Marruecos, Túnez e Israel en directo y Brasil vía satélite. Este año los Estados Unidos no lo televisaron, como en el ’71. Algunos países lo televisaron en color y otros en blanco y negro. Según Julio Rico, nuestro comentarista “por eso el escenario estaba diseñado así”, para que fuese efectista para el color y no quedase mal en blanco y negro. Curioso.

Presentó la actriz escocesa Moira Shearer, conocida por haber protagonizado la película inglesa Las zapatillas rojas en 1948. Veterana bailarina y presentadora de televisión, presumió de una elegancia exquisita alternando el inglés y francés en su presentación. Julio Rico fue el comentarista para España.

Es un año de muchos dúos mixtos, seis en total: Mónaco, Holanda, Bélgica, Malta, Finlandia y Noruega. Estaban de moda desde 1968.

No se celebró en Montecarlo debido a que la Televisión monegasca quería convocar el Festival en el mes de junio, en el puerto de la ciudad con el escenario a bordo de un portaviones o en la explanada del famoso Casino, en plena época veraniega, cuando la población está llena de turistas y la jet set merodea las lujosas avenidas de La Condamine –según crónica de Albert Mallofre para La Vanguardia del 25 de marzo de 1972- La idea era original pero algo descabellada. La UER se negó y entonces se propuso Canarias o Barcelona debido al segundo lugar de España con Karina. No fue posible por falta de presupuesto, como siempre. El Reino Unido propone la también turística capital de Escocia en el viejo teatro circular Usher Hall que fue al final donde se hizo. Este teatro fue inaugurado en 1914 con un aforo de 3.000 personas.

Este año supuso una crisis muy grande para el Festival. Estaba decayendo a un ritmo acelerado por la “mala calidad de los temas que se presentaban”, pero este era el comentario habitual y ha seguido celebrándose. Se pensó en hacer un Certamen donde no se dieran votos y así poder sacar a grandes estrellas de cada país sin perder el tipo o hacer el ridículo por quedar en último lugar. Pero ¿qué sería Eurovisión sin los puntos finales?. La verdad es que desde 1971 a 1973 el sistema de votación era muy confuso. El señor Clifford Brown –comisario de la UER- parecía un juez y la tensión era muy grande. Se daban muchos votos a todos los países y quedaban en un pañuelo los primeros puestos. La cuña estuvo entre los 128 que consiguió Vicky Leandros por Luxemburgo, primer lugar, hasta los 48 para Helen & Joseph por Malta, que quedaron últimos.

Se reunió a dos jurados por país que los recluyeron en un salón del Viejo Castillo de Edimburgo, donde vivió la reina escocesa Maria Estuardo, hermana de Isabel I Tudor, en el siglo XVI. Se hizo para que no influyeran en la decisión final los comentarios de la sala o el público. Tras cada número daban su voto a unas secretarias y estas se lo pasaban al notario, así no había cambios en el último momento. Se habilitó en el Usher Hall una pantalla gigante, que además de sacar las fotos de los concursantes, conectaban con el castillo para que los jurados dieran su decisión y la gente les viera desde la platea del teatro como si estuvieran allí mismo.

Desde Prado del Rey José Luis Uribarri hizo las veces de comentarista prefestival junto a Karina, Víctor Balaguer, Conchita Bautista, el futbolista Paco Gento, y Feliciano Revilla, periodista comentarista de partidos de fútbol. Estos dos últimos supongo no serían grandes seguidores de Eurovisión aunque dijeron que no olvidaban por supuesto el “La,la,la” de Massiel. Ellos no fueron para dar los votos, sólo estaban como comentaristas de las canciones, ya que la labor del escrutinio la tenía Emma Cohen, que poseía el título de belleza de “Lady Europa” y Luís María Ansón, director del diario ABC. Ellos estaban en el famoso castillo de Edimburgo, aislados, para no sucumbir a influencias en los votos.

Y ahora las canciones, empiezo por las más sonadas:

Es posiblemente una de las ediciones más elegantes de toda la historia del Eurofestival. Por lo menos el escenario, los vestuarios y la presentadora, así como el marco eran de una finura extrema. Abrió Mary Roos (Marianne Rosamarie Schwab como nombre real), por Alemania con un tema pop bastante agraciado que ocupó la tercera posición con 107 puntos. El título es “Nur Die Liebe läßt uns leben” “Sólo el amor nos permite vivir”, compuesto y escrito por Joachim Relin. Se acompañó en los coros por los Roxy Singers. Dirigió la orquesta Paul Kuhn. Mary era parecida a Jane Fonda. Llevó un traje largo con enormes cuadros blancos en la falda que le hacían un tipo muy estilizado. Mary era ya una cantante experta. Inició su carrera en 1966 y había compartido escenario con Sacha Distel y Peter Ustinov. Nació el 9 de enero de 1949 en Bingen am Rhein y durante su prolongada trayectoria profesional, sigue en activo, estuvo rodeada de grandes autores. Se hizo muy popular en Centroeuropa con el tema del ’72. En 1984 volvió a Eurovisión sin tanto éxito –decimocuarta plaza- En Edimburgo estaba entre las cinco favoritas, que eran Mónaco, Luxemburgo, Reino Unido, España y Alemania. Sólo se cumplieron los pronósticos con Luxemburgo, Alemania y Reino Unido –tres primeros puestos-, porque España fue décima y Mónaco decimosexta.

El conjunto del Reino Unido que salió justo detrás de España, en quinto lugar, no crearon la expectación que se esperaba en un principio, ya que se les hizo mucha publicidad y se les daba como seguros ganadores. De todas formas la ovación fue muy grande por parte del público escocés. Los New Sekeers (Lyn Paul, Eve Graham, Marty Kristian, Peter Doyle y Paul Layton) eran número uno en Inglaterra gracias a sus optimistas temas, llenos de alegría y “gozo de vivir”. Llevaban dos años en el mundo de la canción. Tenían el inconfundible estilo hippie que se llevaba por esos años y que tuvo tantos imitadores. Podrían ser un equivalente a Mocedades. Quedaron segundos, con 114 votos. Lo cierto es que no estaban cómodos con el tema “Beg, Steal Or Borrow” “Mendiga, roba o pide prestado” de Tony Cole, Graeme Hall & Steve Wolfe. Ellos querían cantar otra cosa, pero se pensó que el tema era ideal para el triunfo y casi lo consiguen, 14 puntos menos que el primer lugar.

De Vicky Leandros (Vasiliki Papathanasiou, de nombre de pila) sí hay mucho que decir. Es una de las intérpretes más buenas de Eurovisión además de las más populares en Europa, sobre todo desde su primera intervención en Viena ‘67 donde quedó cuarta con “L’amour est bleu”. Nació en Paleokastitsa, en la isla griega de Corfú el 23 de agosto de 1949 (otros dan otra fecha, 1952). De niña vivió en Atenas y después se trasladó con su familia a Hamburgo (Alemania). Allí estudió idiomas –conoce siete- canto y baile. Su primer disco en alemán fue grabado cuando tenía 15 años y se titulaba “Messer, Gebel, Shere, Licht”. Su padre Leandros, actor de profesión, muy famoso en Alemania, fue el mánager que la lanzó a la fama a base mucha insistencia. Él mismo le componía algunos temas. En 1966 era número uno en Alemania como estrella juvenil, resultado de una votación popular hecha por los lectores de los más importantes periódicos alemanes. Con el nombre artístico de Vicky, se presentó a Eurovisión ’67 y de ahí su espaldarazo al éxito en todo Europa, Canadá y Estados Unidos con tan sólo 17 años. Paul Mauriat versionó L’amour est bleu instrumentalmente y fue uno de los discos más vendidos en Estados Unidos durante 1967. Después realizó una gira por Japón. En 1968, otra por Canadá cantando en francés e inglés. Allí grabó 4 discos. “Love is blue” se grabó en español, italiano, alemán, francés e inglés consiguiendo tres discos de oro. Ganó el Premio Europa por ser la cantante más popular cantando en alemán. Fue premiada con el León de Bronce de Radio Luxemburgo, el Record Award en Estados Unidos y el Song Statue del Japón, según artículo de Lecturas del 21 abril de 1972.

Así llegó a Edimburgo en 1972 y ganó también con “Après toi” “Después de ti” la decimoséptima edición del Festival de Eurovisión. La canción está compuesta por Mario Panas y Klaus Munro y la letra es también de Munro e Yves Dessca. Yves Dessca también escribió “Un banc, un arbre, une rue” del ’71 para Séverine. La orquesta la dirigió Klaus Munro. Vicky vistió de negro riguroso con un look bastante distinto al que sacó en el ’67, estaba más guapa en el ’72 y esa es la imagen que ha mantenido a lo largo de los años.

“Après toi”, así como “Beg, Steal Or Borrow” y “Amanece” se mantuvieron varias semanas en las listas de éxitos de España, entre los 20 primeros puestos del hit parade. A Vicky Leandros la invitaron tras el Festival al conocido show de Jimmy Tarbuck para la BBC. Vino a Madrid y Arthur Kaps la contrató para hacer una gala en TVE. En Francia también fue número uno y cómo no en Grecia, según datos del Hola y Lecturas de abril de 1972.

Jaime Morey por España era otro favorito de este año en Escocia. Su interpretación fue estupenda, vistió de azul y estaba muy elegante. Gustó mucho en los ensayos y al público del Usher Hall, pero sólo fuimos décimos con 83 puntos debido al complicado y poco equitativo sistema de votación. La canción “Amanece” es de Augusto Algueró la música y los arreglos. Ramón Arcusa hizo la letra. En el coro estaban las hermanas Ros y dos componentes del grupo Furia, uno de ellos era Juan Camacho. Cuando Morey fue a Eurovisión tenía 31 años. Había nacido en Alicante en 1941 y estaba a punto de casarse con María Mollejo. Es más, quería celebrar su boda en Edimburgo como reclamo comercial más que nada, según prensa rosa de la época, pero al final la pospusieron para el 5 de abril de ese año en Alcobendas (Madrid). Su primera hija nació en 1973. Casualidad es que también el 14 de julio del ’72 se casó otro eurovisivo en Venecia, Raphael, con Natalia Figueroa.

Morey había empezado canto a los 12 años. Estudió Comercio y allí estuvo en la tuna como solista. Triunfó en un programa de radio titulado “En pos de la fama” en Valencia. Llegó a Madrid en 1959 dándose a conocer por versionar canciones de Charles Aznavour. Después hizo populares temas suyos como “Negra paloma” o “Sólo rosas”, que defendió en la Olimpiada de la Canción de Atenas. En Sopot (Polonia) obtuvo un premio especial de interpretación, como Peret o Salomé. Precisamente fue novio un tiempo de la ganadora del ’69. Se presentó al programa Pasaporte a Dublín en 1971.

Tras el Festival Jaime Morey siguió teniendo gran éxito en nuestro país, pero fue dejando el mundo de la interpretación para dedicarse a la promoción musical para muchos cantantes españoles. Una de sus hijas, Sandra Morey grabó algún disco en los noventa, pero es más conocida por presentar el programa Música Sí para TVE desde 1999. A su vez, otra de sus hijas, María se vio envuelta, junto al propio Morey y el novio de la chica, en uno de los escándalos financieros más sonados del año 2001, se trata de Gescartera. Pero respecto a Eurovisión siempre ha dicho que fue una etapa muy buena en su vida, aunque no ganara, ya que después se casó con su mujer, tuvo sus hijas y no dio un bajón musical muy sonado ya que se fue retirando poco a poco de la escena. Eso sí, la experiencia fue para él muy positiva.

Los holandeses Sandra & Andres, nacidos en Indonesia, quedaron en cuarto lugar con la rítmica y pegadiza “Als Het Om De Liefde Gaat” “Qué hago yo” escrita por Dries Holten y música de Hans van Hemert. La orquesta estuvo bajo la batuta de un jovencísimo Harry van Hoof. Consiguieron 106 votos. El sonetillo facilón hizo que el público les coreara con palmas ante el reclamo del dúo. Además ellos cerraron la gala y tras la actuación de Vicky Leandros. Dejaron un sabor de boca muy bueno. Iban vestidos de verde manzana chillón. El vestido de Sandra era precioso en gasas y escote amplio, pero la chaqueta de Andres, a juego con el vestido de ella, ya no era tan favorecedora. Los hombres en los setenta se ponían de todo. En este Festival, casi todos sacan unas melenas a lo Sandokán increíbles y alguno barba que estaba muy de moda hasta mitad de los setenta. Esta canción era del estilo de Mounth & MacNeal, eurovisivos holandeses –salieron en el ‘74-. Sandra volvió al Certamen cuando se hizo en La Haya en 1976 y en Jerusalem en el ’79, pero en solitario, con temas muy pegadizos también.

Los hippies llegaron con The Milestones por Austria, rompedores con el modelo eurovisivo tradicional. El conjunto se formó en 1966. Causaron una buena impresión con “Falter Im Wind” “Mariposa en el viento” quedando en quinto lugar con 100 puntos. La composición es de Richard Schoenherz y Manuel Rigoni. La letra de Heinz Unger. Dirigió la orquesta el doctor Erich Kleinschuster, especialista en música jazz, reconocido internacionalmente. La música folk entró en el esquema de los años setenta con timidez pero efectividad porque hubo muy buenos grupos en el Certamen con ese estilo. El cuarteto austríaco estaba compuesto por Beatrix, Günther, Christian y Norbert. Con flautas, piano y guitarra eléctrica fueron los más modernos de la noche. Quizá el tema era algo flojo. Con una canción más potente es posible que se hubieran colocado por delante de los ingleses. Ganar era difícil con Vicky Leandros, pero conseguir más votos de los que tuvieron sí era posible. Años después, uno de los componentes, Christian Kolonovits fue director de orquesta por Austria en 1977 con los Schmeterlinge y en 1993 con Tony Wegas.

Italia sacó otra estrella de esos años, Nicola di Bari, que ganó la XXII edición de San Remo por segunda vez consecutiva. En 1971 también obtuvo el primer lugar junto a la cantante Nada. Tras la actuación de Austria, Italia puso su toque romántico, inimitable y perfecto, como siempre. Tampoco tuvieron la suerte esperada. Fueron sextos con 92 votos. La verdad es que Nicola di Bari, aunque es un excelente cantante, para Eurovisión no era el apropiado, donde se va con temas más efectistas que “I giorni dell’arcobaleno” –Los días del arco iris-, escrita por Dalmazio Masini y música de Piero Pintucchi y Nicola di Bari. La orquesta la dirigió Giampiero Reverberi. Este cantautor italiano se hizo muy popular a final de los sesenta con su Corazón gitano, que versionó con gran éxito en español, como muchos de sus temas. En España era muy conocido, pero eso ha pasado con todos los cantantes italianos. Aquí han tenido una segunda patria de gran tirón comercial.

Reyes del Amor, 19/01/04

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