Eurofestival de 1984 Suecia, 10 años después de ABBA

Desde el Theatre Municipal de Luxemburgo se celebró la vigesimonovena edición del Festival de Eurovisión el sábado 5 de mayo. Televisión Española decidió pasar el show a la segunda cadena porque en la primera daban un partido de fútbol de altos vuelos. Aún así, el Festival tuvo más audiencia, en algunos momentos, cuando salió España […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Eurofestival de 1984 Suecia, 10 años después de ABBA

Desde el Theatre Municipal de Luxemburgo se celebró la vigesimonovena edición del Festival de Eurovisión el sábado 5 de mayo.
Televisión Española decidió pasar el show a la segunda cadena porque en la primera daban un partido de fútbol de altos vuelos. Aún así, el Festival tuvo más audiencia, en algunos momentos, cuando salió España y sobre todo en las votaciones porque al principio íbamos ganando.
La presentadora fue Desiree Nosbusch. Vistió de gris y rojo, colores de moda en los ochenta. Parecía un poco la sota de bastos, por su pose desgarbada, lo soso de la indumentaria y el peinado. Iba como de calle. Retransmitió para España José Miguel Ullán. Utilizó un tono irónico muy cheli y castizo madrileño.
Compiten: Suecia, Luxemburgo, Francia, España, Noruega, Reino Unido, Chipre, Bélgica, Irlanda, Dinamarca, Holanda, Yugoslavia, Austria, Alemania, Turquía, Finlandia, Suiza, Italia y Portugal.
Este año un vídeo de presentación introducía las canciones, porque el modelo del ’83 se hacía algo pesado. Lo cierto es que el Festival transcurrió muy rápido.
Entre el público estaba el Gran Duque de Luxemburgo.
19 países en liza por conseguir el preciado triunfo. Canciones festivaleras y muchas románticas, del estilo de la ganadora del ’83, fue la tónica general de un año que no destacó mucho por sus artistas, exceptuando a Franco Battiato que era la figura de la noche. Mary Roos, también era muy conocida en Centroeuropa y Linda Martin en los países anglosajones.
Desde 1976 no ganaba la canción que salía en primer lugar. Justo diez años después del triunfo de ABBA volvía a ganar Suecia con el conjunto formado por los hermanos Herrey’s (Per, Richard y Lewis) y el tema “Diggi-Loo, Diggi-Ley” con letra de Britt Lindeborg y música de Torgny Sordeberg. Dirigió la orquesta Curt-Eric Holmqvist. Este tema ha sido uno de lo más criticados de la historia del Eurovisión. Tampoco gustó en España. Los rubios suecos llevaron un tema pegadizo del más puro estilo nórdico. Con zapatos dorados y camisas de colores bailaron al estilo Bucks Fizz e intentaron cantar como los ABBA o Brotherhood of Man, pero ese esquema estaba ya muy machacado y por eso fue criticado. Tampoco tenían mucha voz, eso sí eran muy monos. Obtuvieron 145 puntos y cinco 12.
A la anfitriona, Sophie Carle por Luxemburgo, no la dejaron salir vestida de negro. Estamos en la década de los colorines, y tras los suecos, la “luxemburguesa” hubiera quedado algo siniestra. Por eso sacó pantalón negro, con blusa blanca, decidido a ultima hora por cuestiones de telefotogénia. La canción era muy simple, y la voz de Sophie era similar a la de Jeannette. Interpretó el tema 100% d’amour compuesto por Jean-Pierre Goussard con letra de Jean-Michel Baiat y Patrick Jaymes. La orquesta estuvo a cargo de Pascal Stive. Quedó en un puesto mediocre, la décima con 39 puntos, pero el tema no era malo en absoluto.
La tercera participante fue la francesa nacida en Avignon, Annick Thoumazeau, de 24 años. El comentarista la comparó con Concha Velasco por el parecido que tenían las dos. Recordemos que es el año de la serie televisiva “Teresa de Jesús” que la actriz vallisoletana tuvo en TVE con gran éxito de crítica y audiencia. El tema francés se titula “Autant d’amoreaux que d’etoiles” –Tantos enamorados como estrellas- que no quedó nada mal, octava con 61 puntos y un 12. El compositor es Vladimir Cosma y letra de Charles Level. Lo cierto es que más que a Concha Velasco se parecía a Arlette Zola porque también llevó un vestido rojo en gasas y lentejuelas muy bonito. Annick tenía ese aplome que conocemos de las intérpretes francesas y una voz portentosa.
Televisión Española se llevó un susto monumental, según el artículo de Albert Mallofre para La Vanguardia del 7 de mayo de 1984. No había presupuesto para que España celebrara la próxima edición de Eurovisión, pero es que al principio de las votaciones íbamos ganando con diferencia. Al final quedamos algo estancados y bajamos al tercer lugar con la meritoria cantidad de 106 puntos, y dos 12. Era la cuarta vez que pasábamos de 100 votos, ¡qué ilusión!, después del cero de Remedios Amaya. Nos votaron todos los países, poco o mucho, cosa rara para España. Amaya Saizar compuso “Lady, lady” para el grupo Bravo (Esteban, Amaya, Yolanda y Luis) del que ella formaba parte. Ofrecieron una gran elegancia y un tema con todos los esquemas apropiados para alzarse con la victoria y no estuvimos tan lejos de ella. El vídeo de presentación de la canción se rodó en las playas de Ibiza y contaba la historia de una señora mayor que todavía está a tiempo de disfrutar de la vida, aunque hiciera mucho que dejó atrás su juventud… La voz de Amaya Saizar es preciosa y en el Festival se crecieron como nunca. Ella decía que estaba más nerviosa en las votaciones, como le pasó a Amaya Uranga de Mocedades en el ’73. En fin, España recobró los colores que perdió con la injustamente tratada Remedios en el ’83 y volvimos a destacar. Miguel Blasco compuso la música y los arreglos estuvieron a cargo del famoso profesor Eddy Guerin. El conjunto se vistió con trajes de Jesús del Pozo. Yolanda iba de rosa palo, Amaya en tonos grises y ellos de negro, blanco y gris. Muy elegantes con moda de España.
Amaya Saizar había pertenecido al grupo Trigo Limpio cuando salieron en OTI ’77. Pero antes que estos fueran a Eurovisión se separó y formó otro conjunto llamado Bravo. Poco después del Festival el grupo se disolvió, aunque tuvieron otro éxito sonado en el ’85 con la versión que hicieron del tema de los Wind, “Für alle”, que ellos titularon “Por un amor”.
Unas revolucionarias Dollie De Luxe fueron las simpáticas chicas de Noruega que cantaron “Lenge leve livet” –Viva la vida- compuesta por Benedicte Adrian y Ingrid Björnnov. La orquesta estuvo bajo la batuta de Sigurd Jansen. Tras “la era Anita Skorgan & Jahn Teigen”, Noruega apostó por un tema que se anticipaba a las Bobbysocks, ya que el estilo es muy parecido y su aspecto también. Vistieron con inspiración oriental. Estaba de moda la ropa con toques japoneses, a lo Shogun. Se parecían algo a las Pas de Deux que representaron a Bélgica en el ’83. Sobre todo por la percusión y el baile. A grito pelado entonaron con gracia el tema que conquistó la decimoséptima posición con 29 puntos. Parece mentira pero todos los temas de este año, menos Austria, tuvieron más de 25 puntos, algo inusual y es que los votos estuvieron muy repartidos.
El abucheo de la noche lo sufrieron las inglesas Belle & The Devotions. Iban de punk en versión colorín, muy modernas. Una llevaba el pelo blanco, la otra amarillo y la tercera rojo. Es muy gracioso el comentario del locutor de TVE que decía que parecían las chicas malas que fueron rechazadas como azafatas del concurso Un, dos, tres, programa de máxima audiencia en ese año. Y añadió que son como las Vulpes en plan luterano, pero la solista se parece a Lilian de Celis. Hay que recordar que Las Vulpes fue aquel conjunto femenino que cantó “Me gusta ser una zorra” en el programa de Carlos Tena, Caja de ritmos, en abril de 1983. Fue uno de los escándalos más sonados de la televisión de Calviño y que sirvió para que despidieran a Tena de TVE. Los comentarios chistosos eran continuos durante toda la retransmisión. Ullán estuvo muy acertado si lo miramos desde el aspecto cómico. Pero volviendo al griterío en contra de las británicas, se debía a la actitud de pura barbarie de los hoolingans ingleses en los partidos de fútbol por esos días. La propia Tatcher tuvo que poner duras multas a los equipos de su país que viajaban al extranjero porque eran unos auténticos vándalos. A parte del triste incidente, del que no tenían culpa las chicas, estuvieron espléndidas con su tema “Love Games” –Juegos del amor- compuesto por Paul Curtis y Graham Sacher. John Coleman dirigió la orquesta. No fueron demasiado castigadas en los votos como se esperaba, 63 puntos y la séptima posición.
El tema más flojo de la gala lo llevó Chipre con Andy Paul. El título es “Anna-Maria Elena” y no era más que una reiteración de nombres de mujer que se hizo pesadísima. La composición era del propio intérprete y los arreglos de Pierre Cao, titular de la orquesta de la RTL. El ídolo de Andy Paul era Tom Jones, incluso le imitaba en ocasiones en la ciudad donde residía, Londres. Pero se quedaba años luz como es natural. Lo sorprendente es que obtuviera 31 puntos y la decimoquinta posición. Si no hubiera sido por un 12 que recibió hubiera bajado a la penúltima plaza que era lo que merecía.
El experto Jacques Zegers, nacido en Bruselas, representó a Bélgica con la austera balada “Avanti la vie” –Adelante la vida- combinación del italiano y el francés en el título, pero cantada en francés. Él también es el autor del tema y la música de Henri Seroka. Dirigió Jo Carlier, que se había recorrido ya unos cuantos festivales. Salió con un coro de señoras que le daban la réplica bajo un sobrio compás de una calidad excelente. Obtuvo la plaza merecida con 70 puntos y dos 12. Fue quinto empatando con Italia.
En contra de lo que se dice respecto a los ochenta, que son festivales muy malos, quizás el del ’84 ’85 y ’86 se salvan, porque había temas de gran envergadura. Este año Irlanda llevó a Linda Martin con Terminal 3 quedando la segunda, con 137 puntos y cuatro 12. Se quedó a ocho puntos del primer lugar y podía haber ganado perfectamente porque era la mejor canción de la noche junto a la italiana. Suelta, conjuntada en blanco y con una melodía pegadiza se perfiló como una intérprete que tendría un gran futuro en el mundo de la canción. Sean Sherrard (nombre real de Johnny Logan) hizo la letra y la música. Noel Kelehan dirigió la orquesta. En 1987 volvió al Festival como coro de Johnny Logan y ganaron, pero como el destino le tenía guardado un triunfo total, lo consiguió sola en 1992, con “Why Me?”. El vídeo clip de presentación de la canción se rodó en un aeropuerto. Otro tema de los mejores de la década.
Otra composición de impacto comercial fue la que llevó Dinamarca con el grupo Hot Eyes (Ojos cálidos) y la canción “Det’ Lige Det” –Eso es-. Destaca la voz de Christen Siggaard que estaba embarazada de tres meses. Tenía 29 años. Trabajaba en un banco, como la ganadora del ’93 Niamh Kavanagh. Tenía una cara muy graciosa, el pelo de punta y los dientes delanteros separados. Ullán dijo que tenía pinta de Juana de Arco amenazada por un mechero. Volvió dos veces más a Eurovisión, en el ’85 y el ’88. El tema está compuesto por el esposo de esta, Soren Bundgaard, que la acompañó al piano. Keld Heick hizo la letra como otros años para Dinamarca. Dirigió la orquesta Henrik Krogsgaard y fueron cuartos con 101 puntos y dos 12, justo detrás de España. Desde luego que también era de lo mejor de este año, lo que no se entiende es que ganara Suecia, cuando Dinamarca, Italia, España e Irlanda eran más buenas.
Tras la movida canción danesa llegó una balada muy bonita por parte de Holanda con Maribelle. El título es “Ik hou van jou” –¿Por qué, por quién?- de Richard Dubois y Peter van Asten. Dirigió Rogier van Otterloo. Sacó un traje con falda cancán en rosa pálido y cuerpo negro con flor en el pelo y un gran lazo a la altura del estómago. El comentarista decía que se parecía al traje de boda de la vaquera de La Sinojosa. Él sabrá de donde sacaba tales peroratas, pero la verdad que es que me di un hartón de reír. Maribelle cantó con una potente voz y sólo fue decimotercera, empatando con Alemania a 34 puntos.
La pareja sexy fueron los yugoslavos Isolda & Vlado, él con voz al estilo Marlon Brando como Corleone, precisamente la canción llevaba el título en italiano, “Ciao amore” –Adiós amor-. Isolda, que ya salió en el ’82 en el grupo Aska y en el ’83 como chica del coro de Danijel Popovic. Lució un vestido exuberante que se lo tuvieron que retocar porque tenía una raja demasiado grande en la parte delantera y la organización consideró que era una provocación que saliera tan fresca de la parte de abajo. Estuvieron muy bien con la interpretación y evocaron las parejas mixtas que eran muy típicas en los setenta. Bailó muy pegada a Vlado, según Ullán practicaban el agarrao. El tema está compuesto por Slobodan Bucevac y letra de Milan Peric. Los arreglos son de Mato Dosen. Obtuvieron 26 puntos y fueron decimoctavos o penúltimos. En el vídeo que presentaron a las televisiones europeas salían desnudos y dicen que eso les restó votos. En realidad, Isolda no tenía voz y sólo le salvaba que Vlado cantaba muy bien. Al cabo de muchos años le volvimos a ver en el Festival del ’98, celebrado en Birmingham y representando a Macedonia en su primera intervención como república independiente. Vlado Janevski estaba totalmente distinto, irreconocible.
A la que le tocó la china este año fue a la cantante de Austria, llamada Anita. Escogió un traje rosa clarito muy infantil o candoroso si se quiere. A pesar de tener un tema bueno titulado “Einfach Weg” quedó con la ridícula puntuación de 5 y último lugar. Se llevó mucha diferencia con todos los demás, por que Yugoslavia tuvo 26 y fue penúltima. Iba acompañada de dos chicos que le hacían de coro, donde destaca la presencia de Gary Lux, que no pegaba nada con el largirucho con gafas que le pusieron al lado. La canción está escrita por Walter Müller y música de Birgitte Seuberth. Dirigió Richard Österreicher.
Pero si hubo una injusticia con letras gigantes fue la posición que ocupó la veterana y espléndida cantante alemana Mary Roos. Fue decimotercera con 34 puntos, después de haber sido tercera en un lejano ya 1972. Además de ser una gran estrella en Centroeuropa, ahora con 35 años, cantaba mejor que cuando fue a Edimburgo. Se había hecho una gran dama de la canción. A Luxemburgo llevó el tema “Aufrecht Gehen” –Tener agallas- simbólico titulo, compuesto por Michael Reinecke y letra de Michael Kunze. También dirigió Pierre Cao, como a Chipre. Querer reverdecer laureles o intentar conseguir una mejor plaza después de un éxito como el que tuvo en 1972, fue un pequeño resbalón que se llevó la intérprete y la delegación alemana. Eso le pasó a Corry Brokken, que habiendo ganado en el ’57 fue última en el ’58. O Lys Assia que ganó en el ’56 y fue octava en el ’57, pero segunda en el ’58. Por el contrario Vicky Leandros fue cuarta en el ’67 y primera en el ’72 y Linda Martin segunda en el ’84 y primera en el ’92. Parece un trabalenguas, pero son coincidencias curiosas. Son muchos los ejemplos, pero Mary Roos fue a peor cuando no lo merecía, porque si analizamos las dos canciones que presentó es mejor la del ’84 que la del ’72. Parece un lío, pero los que conocen los festivales me entienden.
Hubo de todo en este Eurofestival. Tras Alemania llegó Turquía con el tema titulado “Halay”. Vistieron de azul y blanco con el estilo de los cincuenta, pero sin dejar atrás su característico ritmo turco. Dos hombres y dos mujeres que se atendían al nombre de Bes Yil Once, On Yil Sonra. La canción es de Selôk Basar y letra de Ulku Aker. Estuvieron muy divertidos y consiguieron 37 puntos y la duodécima plaza. La coreografía de los chicos constaba en cogerse de las manos y hacer un baile simple con los brazos al son del “Halay”.
Otro tema con tonillo cómico fue el de Finlandia con el maduro Kirka y su coro de acompañantes. Según Ullán el solista llevaba treinta años cantando. Iban disfrazados como los intérpretes turcos del ’83. Llevaron “Hengaillaan” –Que no decaiga- en la tónica general de lo raro que nos ofrecía este país todos los años. Ossi Runne dirigió la orquesta para el tema compuesto por Jukka Siikavire y letra de Jussi Tuominen. Por lo menos este año la fórmula no se les agrió como en otras ocasiones y fueron novenos con 46 puntos. En el coro había una disfrazada de niña cocoguagua, otro de moderno con pantalón de cuero negro y la otra de los años cuarenta, con sombrero incluido.
Suiza llegó con una balada muy bien pastada. El trío Rainy Day, con una solista femenina estupenda, hizo un homenaje al Sol, con el título “Welche Farbe Hat Der Sonnenschein” –De qué color son los rayos del sol- de Günter Loose. Mario Robbiani dirigió la orquesta. Pero este año no gustó ninguna balada, excepto la del Bélgica e Italia, porque todas las demás quedaron muy mal. Suiza ocupó la decimosexta plaza con 30 miserables puntos. Es una canción muy válida todavía, a pesar de los años. Rainy Day tenían el estilo de los Peter, Sue & Marc.
La estrella era Franco Battiato, con su imagen tan característica: una delgadez extrema y sus enormes gafas cantando como nadie. Salió acompañado por su hermana Alice, muy atractiva que también cantaba como los ángeles. Se acompañaron de un coro de sopranos que daban brío de bel canto al tema “I treni di Tozeur” –Los trenes de Tozeur-. La canción estaba compuesta por Franco Battiato que se inspiró cuando hizo un viaje a Túnez e imaginó por en medio del desierto un tren que iba por las dunas en forma de espejismo. Rosario Cosentino compuso la letra y Giusto Pio hizo los arreglos de uno de los mejores temas de la historia del Eurofestival. No ganó, fue quinto con 70 puntos y dos 12, uno de España, pero no cabe duda que se convierte en un clásico como “Congratulations” o “Eres tú”. Lo malo fue que la canción era demasiado larga para el Festival y tuvieron que acortar algo la parte coral, una de las mejores, para así poder participar. En el long-play que grabó ese año el tema va íntegro y dura más de cuatro minutos.
La delegación italiana había probado todo tipo de estrategias para llevarse el primer lugar, pero no lo conseguía ni con grandes estrellas. En 1984 no se escogió a los ganadores de San Remo. Franco Battiato no había concursado en el evento italiano de masas. Los ganadores de ese año en San Remo fueron Al Bano y Romina Power con “Ci sarà”.
Dentro de la calidad siguió Portugal con otra buena cantante, Maria Guinot y el tema “Silêncio e tanta gente” que fue undécima con 38 puntos. Como vemos todos los temas quedaron en un pañuelo, sobretodo los últimos puestos. Cantó sentada al piano una estupenda balada. La compuso la misma Maria Guinot. Los arreglos eran de Pedro Osório. Este país tuvo tres o cuatros años buenos en los ochenta que no fueron votados justamente por los jurados, como es este caso, lo que se deduce la mala suerte de los portugueses para el Festival.
Corinne Hermès salió a dar el premio a los hermanos Herrey’s. Estos estaban tan emocionados que cuando repitieron el tema, Per, el hermano mayor, se dio un resbalón al subir la escalera central por detrás del escenario. Se recompuso rápidamente y cantó como si nada, aunque con lágrimas en los ojos, no sabemos si por la emoción o por el dolor del golpetazo.
La próxima edición se organizó en Suecia, pero no en la capital como en el ’75, sino en Göteborg.

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