ESC 1997: PAUL OSCAR, EL ÚLTIMO PASAJERO

La nave Nostromo, la comandante Ripley, el octavo pasajero (que aquí resultó ser el último), la reina de los aliens (de “Aliens 2”) y su grupo de marines bien armados, varios humanoides… Todos, absolutamente todos sin excepción alguna, desfilaron por la Guerra de las Galaxias de 1997. Pero en aquella nave Nostromo, nuestro principal protagonista no fue el […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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ESC 1997: PAUL OSCAR, EL ÚLTIMO PASAJERO

La nave Nostromo, la comandante Ripley, el octavo pasajero (que aquí resultó ser el último), la reina de los aliens (de “Aliens 2”) y su grupo de marines bien armados, varios humanoides… Todos, absolutamente todos sin excepción alguna, desfilaron por la Guerra de las Galaxias de 1997. Pero en aquella nave Nostromo, nuestro principal protagonista no fue el octavo (como rezaba el título de la famosa serie fílmica) sino que se coló el último. Y casi el último fue al final, tras acabar esta especie de Batalla de los Planetas, la cual a pocos emocionó, para decepción de los más forofos fans de la serie. Y no emocionó ni encandiló a casi nadie porque el polvo interestelar estaba ya vendido y más que repartido desde hacía ya tiempo.

La ganadora del evento resultó ser tan agresiva, cargante y petulante, que se convirtió en lo más odioso y repelente de aquella carnicería. La reina de los aliens (de “Aliens 2”) acompañada de sus ridículos marines norteamericanos, armados convenientemente hasta las cejas, entró en escena en penúltima posición, para acabar primera merendándose como era de esperar a todo el personal, incluído a nuestro principal protagonista, Paul Oscar, el último pasajero. 

La reina y sus cochambrosos compañeros actuaron como buenos norteamericanos que se precien: en el momento de la recogida de medallas tras la batalla, gritaban, vociferaban, y ella misma hasta resoplaba e hinchaba el pecho, toda engreída y soberbia tras su inmerecido triunfo. Su himno a la paz y a la fraternidad entre los pueblos del espacio sideral no fue más que una hipócrita tonadilla para sensibleros, ya más que vista hasta la saciedad. El himno de coca-cola a la paz de su famoso anuncio televisivo de hace años (El mundo entero quiere dar un mensaje de paz, y junto al árbol revivir la alegre Navidad: La chispa de la vida), le daba mil vueltas a ese insoportable atentado hacia nuestra humildad y nuestras vergüenzas que fue lo que interpretaron la reina de los aliens y su grupito en esta peculiar guerra.

La comandante Ripley con su grupo de aguerridos héroes quedaron terceros. La reina se los zampó vivos como en Alien resurrección. Los grupitos sueco y croata, ambos juntos parecían el Comando G de La batalla de los planetas: a las avispas croatas parece ser que les cortaron las alas, y a los rubiales suecos solo les faltaba los cuernos y el rabo. España llevó al paredón a todo un bomboncito, el hijo de Dyango, Marcos Llunas. Tanto el padre como el hijo parece ser que (si no me equivoco) se han metido a independentistas, ¡chúpate esa! ¡Hay que ver, qué universo más kafkiano este!

Los alienígenas portugueses estaban de luto. No sé quién se les había muerto, pero el caso que se montaron el ya clásico funeral en pleno frente de batalla. Está claro que se equivocaron de sitio. Y una de las constelaciones más grandes, Rusia, hizo quizás su mejor papel hasta el presente, en medio de tanta basura espacial que ha llegado a acumular a día de hoy.

Nuestro pobrecito alien, para desgracia suya, sólo pudo penetrar a hurtadillas en la nave justo detrás de la reina, en última posición, después del desfile de seres extraterrestres, a cual más horripilante, que circularon por allí. Como era de esperar, fue absolutamente ofuscado por la reina de la función (que ya coronaron reina, mucho, pero que mucho tiempo antes del comienzo del show), toda orgullosa ella y ufana.

Paul Oscar, venía de un extraño planeta llamado Islandia, muy alejado del resto. Pero, ¿qué es Islandia? Vamos a intentar averiguarlo.

Islandia es un extraño planeta perteneciente a una galaxia situada a tropecientos mil años luz de la Tierra. Participa en La guerra de las galaxias desde 1986. Suelen proceder de ella los seres más extraños y extravagantes del espacio: Icy, Baethoven, Daniel August Haraldsson, Stjormin, Heart 2 Heart, Anna Mjoll, nuestro protagonista: Paul Oscar, Silvia Night, Eírikur Hauksson, Hera Bjork, Sjonni's Friends, Eythor Ingi, Pollapönk… Junto con su vecina del espacio, Finlandia, es uno de los más interesantes participantes en esta especie de batalla sideral que se perpetra todos los años. Las otras tres de sus vecinas (Noruega, Suecia y Dinamarca), mejor olvidarlas.

Los islandeses, para hacer frente a la crisis económica padecida hace un tiempo, decideron mandar al cuerno y al carajo a todos los bancos, empresas y milongas de esas, para volver a construir su maltrecho planeta desde cero.

Islandia sucumbió también a la globalización universal esta que nos tiene a casi todos cegados como pasmarotes, al decidir acudir al combate a partir de 1999 en lengua inglesa, renunciando así a su original cultura. Al principio no les fue nada mal al tomar esa decisión, pues ello les sirvió para alzarse con varias segundas posiciones. Pero en los últimos tiempos han sido totalmente ignorados (cuando no masacrados en el terreno de combate), como ya era costumbre cuando acudían con su propio idioma.

En 1997, Alien, el último  pasajero, más conocido por su nombre artístico, Paul Oscar, penetró el último en la nave Nostromo. Y el último casi quedó. Fue también el último islandés que acudió al frente en su propia lengua. Interpretó Minn hinsti dans, (Mi último baile). Todo era como un mal presagio. Estuvo acompañado por un grupo de despampanantes amazonas guerreras. Después nos enteramos de que era homosexual, aunque convendría mejor decir “extraterrestrosexual” o “alienígenosexual”. (Perdónenme si observan que se me va la pinza un poco).

Como ven, es un caso esta Guerra de las Galaxias de 1997 también digno de análisis por Iker Jiménez (y Carmen Porter) con su grupo de psiquiatras y pitonisas en el plató de Cuarto Milenio.

El último baile de Paul Oscar, el último pasajero:

MI ULTIMO BAILE

Londrés, París, Roma, eran palabras vacías,
Caminé por grandes avenidas cegado por el amor.
Falsos conocidos giraban a mí alrededor, yo estaba solo.
Tomé un poco de caviar, era demasiado tarde.

Voy hacia mi último baile,
Me despido de mi vida a lo grande.
Pero nunca me arrepiento, nunca.

Copas de champán, perlas de porcelana,
Diamantes para la cena, me encanta el postre.
Si amo hoy, saldrá en los periódicos de mañana.
Tomo un baño de burbujas, ahogo mis penas.

Voy hacia mi último baile,
Me despido de mi vida a lo grande.
Pero nunca me arrepiento, nunca.

Todo lo que hago hoy, desaparece mañana,
Así que voy hacia mi último baile,
Me despido de mi vida a lo grande
Pero nunca me arrepiento, nunca.

(De la traducción de Javier Barquero, del equipo de esta web)

LOS TEMAS MÁS INTERESANTES DE EUROVISION 1997, SEGUN LINDA MARTINEZ:

1º Minn hinsti dans, ISLANDIA, Paul Oscar
2º Dinle, TURQUÍA, Sebnem Paker
3º Mana Mou, CHIPRE, Hara & Andreas Constantinou
4º Fiumi di parole, ITALIA, Jalisse
5º Horapse, GRECIA, Marianna
Sin rencor, ESPAÑA, Marcos LLunas
7º Prima Dona, RUSIA, Alla Pugacheva
8º Dentro di me, SUIZA, Barbara Berta
9º Alle Jestem, POLONIA, Anna Maria Jopek
10º Niemand heeft nog tijd, PAÍSES BAJOS, Mrs. Einstein

Alien, el último pasajero, en la nave Nostromo

La comandante Ripley y su equipo en la nave Nostromo


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