Después de los incidentes ocurridos en mayo en Malmö,  que hicieron de la última edición de Eurovisión una de las más convulsas de su historia, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha identificado tres áreas en las que va a trabajar para fortalecer y proteger el Festival de Eurovisión, y garantizar que siga uniendo al público europeo. Estas tres áreas son gobernanza y participación de la UER, seguridad y gestión de riesgos, y participación del público, fan y medios de comunicación.

La UER ya ha creado un Grupo de Trabajo, formado por directivos de la UER y sus miembros, encargado de supervisar la toma de decisiones y la aplicación de cambios en las áreas mencionadas en los próximos meses.

Estas decisiones son resultado de las conclusiones de la auditoría independiente encargada por la UER como consecuencia de los incidentes ocurridos en Malmö. Esta auditoría recogió información sobre la última edición de todos las partes interesadas en el festival, incluidos jefes de delegación, miembros del Grupo de Referencia de Eurovisión y cúpula directiva de la UER.

Director de Eurovisión

La auditoría también ha puesto de manifiesto la necesidad de reforzar el equipo directivo de Eurovisión para garantizar la operatividad necesaria para gestionar un acontecimiento de esta envergadura. Así, se ha creado un nuevo puesto de Director de Eurovisión, que dependerá del Director General Adjunto y del Director de Medios de la UER. Con este movimiento, la UER pretende que el Supervisor Ejecutivo –cargo que por el momento sigue ostentando el cuestionado Martin Österdahl– se centre en la producción de Eurovisión, construir relaciones con los jefes de delegación y televisiones miembro, y las cuestiones de producción del día a día. El Director de Eurovisión supervisará el trabajo del actual Supervisor Ejecutivo y asumirá un nuevo rol como jefe de marca y comercial de Eurovisión.

La UER se muestra satisfecha con las decisiones adoptadas para reforzar y sostener el evento de cara al futuro tan sólo seis semanas después de la edición de Eurovisión de 2024. “Nos comprometemos a garantizar que el Festival de Eurovisión siga yendo viento en popa y que todas las partes interesadas, incluidas las televisiones participantes y los millones de personas que disfrutan del certamen, puedan estar seguras de nuestras mejores intenciones para mantener el éxito de este evento que tanta alegría proporciona a millones de personas en todo el mundo”, explica la UER en una nota publicada en eurovision.tv.

Las tres áreas áreas en las que focalizará ahora su trabajo la UER son:

1. Gobernanza y participación de la UER

En este ámbito se estudiará clarificar las responsabilidades en la toma de decisiones de los distintos órganos rectores de la UER en relación con la lista aceptada de participantes, garantizando que se escuche una amplia gama de opiniones de los miembros; las competencias de los órganos rectores y las responsabilidades del Grupo de Referencia de Eurovisión; y el papel de los jefes de delegación y las responsabilidades de los artistas participantes.

2. Seguridad y gestión de riesgos

Este ámbito tratará de mejorar la comprensión de las normas de Eurovisión por parte de todos los grupos de interés, incluidos los artistas, haciendo hincapié en la simplificación, la consolidación y la mejora de la accesibilidad; reforzar los actuales protocolos de gestión de crisis de Eurovisión; y reforzar nuestras disposiciones en materia de seguridad y ciberseguridad a la luz del aumento de las necesidades.

3. Garantizar un espectáculo para todos los públicos y un amplio compromiso

Esta área se centrará en aumentar la colaboración con grupos de fans, personas influyentes y medios de comunicación para crear un compromiso más amplio basado en los valores de Eurovisión, y garantizar que Eurovisión siga siendo un espectáculo para todos los públicos que atraiga a una amplia audiencia de todas las edades en horario de máxima audiencia.

AVROTOS, satisfecha pero vigilante

Las primeras reacciones a las medidas adoptadas por la UER no se han hecho esperar. Una de las cadenas más críticas con la UER después de Malmö, la neerlandesa AVROTROS, se ha mostrado satisfecha con que haya “recomendaciones serias para examinar toda la organización, las reglas y el bienestar de los artistas en el Festival de Eurovisión”. Aún así, advierte: “Seguiremos de cerca si las palabras se traducen en acciones para el próximo festival y consideraremos nuestra participación en 2025 sobre esta base”.