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Suecia, un estándar de calidad

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Suecia, un estándar de calidad

Escrito por Sergio Castrelo

15 de enero de 2019


Stockholm; año 2016; sábado 14 de mayo; desde los camerinos se puede escuchar como el Globe Arena calienta motores. Entre bambalinas suceden los últimos retoques previos a la gran noche. Casi una treintena de artistas ya están listos para iniciar la gran final de la 61ª edición del festival. Un fundido en negro seguido del himno europeo marca el pistoletazo de salida de la noche. El Globe Arena expectante se intercala con planos de los artistas preparándose, el centro de control y… ¿modelos?

La cuenta atrás avanza y solo quedan 20 segundos para el inicio del espectáculo audiovisual, por primera vez vemos a un hombre, totalmente desconocido, con un traje de papel. Un fundido en negro y múltiples planos del escenario mostrando su amplio sistema de iluminación sirven como antesala a la aparición de una modelo. Todo comienza con un complejo traje confeccionado en base a figuras geométricas de papel y coreografía al compás de Antidote de Swedish House Mafia. Pero lo que nos preguntamos es ¿Qué son estos trajes? ¿De quién son? ¿Y, qué hacen en Eurovisión?

Suecia siempre ha cuidado especialmente la marca Eurovisión, no solo en aquellos momentos en los que pudo celebrar el festival en su país, si no todo el envolvente previo al mismo. El Melodifestivalen, preselección nacional, es uno de los ejemplos; sus habitualmente sólidas candidaturas; así como su equipo audiovisual y la pasión por el festival forman parte de la nación. Tras haber sido el anfitrión en Malmö 2013, el festival regresó a Stockholm de la mano de Mans Zelmerlow. En esta ocasión, para muchos de los seguidores del formato, los suecos realizaron una de las mejores y mayores producciones del show. Con Heroes como apertura de la primera semifinal y Story of ESC como gran número teatral de la segunda, la atención estaba puesta en el opening act de la final. Pero para entender la motivación de esta vanguardista sección debemos conocer los antecedentes de Bea Szenfeld y el bagaje del conocido “desfile de banderas”.

EL DESFILE DE BANDERAS ¿UN CLÁSICO?
La marca Eurovision Song Contest y todo lo que engloba ha ido cambiando con el paso de los años, pero en la actualidad es sinónimo de innovación y producción audiovisual de alta calidad. Esto supone un standar de calidad mínimo año tras año, pero también supone la integración de nuevos elementos: semifinales, interval acts, sistemas de votación, medios… larga es la lista de modificaciones que vive cada edición. El desfile de banderas se ha convertido en uno de esos momentos indispensables dentro del certamen, pero lo cierto es que sus inicios son sumamente recientes: 2013. Como no podía ser menos, los suecos han sido los precursores de este preludio a la gran final que presenta a los artistas y sus nacionalidades al más puro paseo olímpico.

Como todo lo que suede en este tipo de espectáculos, las innovaciones tienen precedentes; algunos de ellos cercanos y otros no tanto. En 1992, el festival viaja a Malmö de la mano de Carola y su Fångad av en stormvind. Fue ella quien abrió la edición a ritmo de All reasons to live y la aparición estelar de una serie de figurantes con las banderas de los países participantes. Esta fue la primera vez que este segmento tuvo una cierta relevancia.

En 2012 se recuperó esta sección del festival replicando, casi al pie de la letra, lo sucedido 20 años antes. Un año después, los suecos, reinventaron el concepto con el desfile de los diferentes representantes y sus banderas al ritmo del himno de la edición We write the story de Avicci, Björn Ulvaeus y Benny Andersson (componentes de ABBA). Desde ese momento se ha repetido año tras año con ligeras modificaciones pero hubo un año especial: 2016, el año con mayor cuidado en los segmentos propios del festival. Un rediseñado desfile de banderas sentó las bases para su renovación de cara a un futuro que se ha ido desdibujando y regresando al concepto del desfile de 2013. Pero, para entender lo sucedido en 2016 debemos indagar sobre la vida de una persona ajena al festival: Bea Szenfeld (todos los videos de los diferentes años están ordenados al final de este blog).

LOS DISEÑOS DE UNA ILUSIÓN
Bea Szenfeld es una diseñadora sueca conocida por sus creaciones artísticas experimentales centradas en el empleo de telas inusuales. Su trabajo siempre ha sido innovador y ha llamado la atención de las esferas más vanguardistas de la moda. Desde joven comenzó sus estudios y en 2002 fundó su propia marca de moda. Fue en 2005 cuando creó su primera exposición Too much is never enough centrada en las capacidades de los materiales reutilizables. Un año después produjo un desfile de moda y posteriormente ganaría un premio a su colección Paper Dolls. Toda esta exposición y su trabajo experimental la llevaron a colaborar en las tiendas de Tommy Hilfiger en Suecia y con la compañía japonesa Hello Kitty.

Su colaboración con la escena musical llegó mucho antes de Stockholm. En 2010 vistió a la artista islandesa Björk y, un año después Loreen presentaría My heart is refusing me, durante el Melodifestivalen, con uno de sus diseños. Para la puesta en escena de la posteriormente ganadora del festival, se decantó por un diseño confeccionado en base a cientos de tiras rojas que generaban una serie de cascadas desde sus hombros a las mangas y la cintura, donde se sujetaban a través de unas bandas elásticas del mismo color.


Loreen – “My heart is refusing me”

En 2013 la artista diseñara los trajes más icónicos de su carrera, presentados en su colección de Primavera/Verano 2014: Haute Papier. El desfile contaba con casi una veintena de trajes de papel en los que se exploraban los más complejos e intrincados diseños convertidos en animales como osos, leones y elefantes; formas geométricas de diferentes tamaños con caídas imposibles; e incluso motivos florales. El éxito, y la aclamada acogida de las innovadoras creaciones, la llevaron a su colaboración con Lady Gaga en el videoclip de G.U.Y donde vestiría un diseño similar a la minimalista imagen de un koala con antifaz blanco; una creación en la linea de la acción conceptual de ARTPOP.


Lady Gaga – “G.U.Y”

EUROVISION, LA PASARELA MÁS TECNOLÓGICA
Teniendo en cuenta todo este proceso previo, la participación de Bea Szenfeld estuvo ligada a sus trabajos y a sus raíces suecas. En 2016, Suecia, presentó uno de los diseños y producciones audiovisuales más diferenciadas de los últimos años del certamen de la mano de los conocidos Frida Arvidsson y Viktor Brattström. Con unas dimensiones de 24 metros de ancho por 16 de fondo, el escenario contaba con una pantalla LED de más de 35 metros y más de 70 sistemas de pirotecnia; toda una proeza de ingeniería.

El desfile de banderas, coreografiado por Jennie Widegren y Fredick Rydman, se centró en un inesperado mash-up de la fábrica musical electrónica sueca (con autores como Avicii o Swedish House Mafia) y la presencia de los diseños de la sueca Bea Szenfeld. Cada representante aparecía precedido por un modelo sobre el que se proyectaba la bandera de su país. Es en este punto en el que el festival se convierte en todo un desfile de moda.

Muchos de los diseños que pudimos ver durante el segmento procedían de las colecciones previas de la autora pero, una pequeña parte de ellos, fueron una producción adaptada para el festival. La veintena de trajes presentaron los más icónicos diseños animales de Bea Szenfeld: el pájaro, el armadillo, el elefante, el koala y el oso; también, estaban presentes los trabajos geométricos conformados de cascadas de pequeñas piezas o creados en base a la unión de cientos de capas de papel que creaban ilusiones ópticas imposibles.

El desglose de todos los diseños sería sumamente extenso pero… resulta de especial interes un análisis con mayor detenimiento del diseño del modelo que acompañaba a Barei. En este caso nos encontramos con uno de los referentes al mundo animal. A pesar de esta inspiración directa, el traje tambien guarda relación con una armadura o casaca de la época medieval. El ideal de esta pieza en concreto lo podemos encontrar en una creación previa de Bea Szenfeld; en su colección “Sur La Plage”. Un traje de papel plateado basado en circunferencias superpuestas que generaban el efecto de una escama o malla, reinterpretando la cota de malla normanda. A través de estas dos vías de inspiración, la diseñadora sueca presenta una “chaqueta” de papel generada en base a púas triangulares con cierre frontal de cremallera oculto.

Sin duda 2016 supuso una de las mayores innovaciones en tanto al desfile de banderas y dio a conocer al público generalista los diseños de uno de los referentes en moda suecos. Una mujer volcada con el “hecho a mano” y la manofactura de sus productos como piezas únicas e irrepetibles que marcan la diferencia dentro de una industria colmada de patrones y corsés.

DESFILES DE BANDERAS DESDE 2013 A 2018


Eurovision Song Contest 2013 – “Opening Act”


Eurovision Song Contest 2014- “Opening Act”


Eurovision Song Contest 2015 – “Opening Act”


Eurovision Song Contest 2016 – “Opening Act”


Eurovision Song Contest 2017 – “Opening Act”


Eurovision Song Contest 2018 – “Opening Act”

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