La final de infarto del Eurovisión Junior 2021 culminó con la segunda victoria de Armenia tras su ausencia el año pasado. Analizamos los resultados de la edición, desglosando los resultados de los jurados nacionales y el televoto internacional, que finalmente otorgó la victoria al país del Cáucaso tras una gran actuación.
LOS PUNTOS DECISIVOS
Las votaciones de los jurados estuvieron muy ajustadas durante toda la gala. El top5 finalmente quedó muy apretado con apenas 16 puntos de distancia entre el primero y el quinto. Armenia terminó tercera y a cinco puntos de la líder, Francia.
Viendo el reparto geográfico de sus puntos, se aprecia bastante coherencia en cuanto a los puntos que cosechó Maléna. Recibió altas puntuaciones de los grandes países occidentales y puntaciones muy similares de sus vecinos en el Este. Donde parece ser que flojeó más fue en los Balcanes.
A pesar de tratarse de un certamen infantil y de los buenos resultados de ambos, Armenia y Azerbaiyán volvieron a dejar constancia de su enemistad intercambiándose cero puntos. El otro país del que no recibió puntos fue de Italia, un extremo que parece un poco inexplicable teniendo en cuenta cómo votaron los países de su entorno.
EL PLENO DEL BLOQUE DEL ESTE
No vamos a faltar a la tradición de analizar el bloque de países del Este que cada año contribuye notablemente al concurso. Con respecto al año pasado, volvieron a la fiesta Armenia y Azerbaiyán; mientras que Bielorrusia se ausentó, por primera vez en el concurso. En total, 7 países, prácticamente un tercio de los participantes totales (Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Kazajistán, Polonia, Rusia y Ucrania).
Lo primero que llama la atención es que este año han ocupado la zona más alta de la clasificación en bloque. Solo Francia consiguió colarse entre ellos. Así, el peor de todos, Kazajistán, sumó 121 puntos. Incluso con fricciones de por medio, las tres naciones caucásicas se colaron en el top5 de París.
¿Pero se alzaron a lo más alto por intercambiarse puntos? Pues no, con excepciones. En todo el bloque la mayor beneficiada fue sin duda Azerbaiyán, que de todos ellos, salvo Armenia, recibió 10 o más puntos. Comparando, de sus vecinos recibió una media de 8,67 puntos mientras que del resto de países cosechó 4,75, prácticamente la mitad.
Quizá lo más lamentable es que lo que más salta a la vista son los desencuentros. Armenia y Azerbaiyán volvieron a dejarse a cero puntos a pesar de lo mucho que gustaron en global. Ucrania y Rusia mostraron más de lo mismo. De hecho parece que a Rusia le ha salido un nuevo hijo adoptivo, al intercambiar doces con Kazajistán y dejar ambos a cero a Ucrania.
Solo Kazajistán y Polonia recibieron puntos de todos los miembros de este bloque y únicamente Malta fue votada por todos ellos fuera de este grupo. A la postre, y aparentemente alejado de líos, Polonia fue el único país en recibir puntos de todos los demás. Desde el punto de vista contrario, ninguno de estos países del Este votó por todos los demás miembros, algo que fuera de él solo hicieron dos países, Bulgaria y España.
UN AÑO SIN IMPOSTORES
El año pasado Francia provocó el escándalo al votar, más que sospechosamente y como ya demostramos en este blog, a la inversa. Este año, afortunadamente, no podemos decir de ningún país que haya votado a la inversa. Eso sí, hemos tenido de todo.
Los países que este año más se han ajustado al resultado final, teniendo en cuenta solo a los jurados, han sido Países Bajos, Serbia y España. Los holandeses no solo dieron los 12 puntos a la primera del jurado, Francia, sino que también acertaron con el 10 a Polonia. Lo más discrepante que hicieron fue darle 4 puntos a España, lo que dice bastante a nuestro favor.
En el lado contrario, Italia fue el país más discordante seguido de Irlanda y Macedonia del Norte. El jurado italiano apenas repartió 11 punto al top3, cero a Armenia incluido, y votó de forma media a tres países que fueron finalmente bottom5. No obstante, gracia a ello Irlanda no se fue de vacío en la ronda de jurados.
Con un coeficiente del 56% no podemos decir, en absoluto, que Italia votara del revés, pero sí de una forma distinta a los demás. Para que nos hagamos una idea, el año pasado el coeficiente de impostor de Francia fue del 22%. Descontado este, el menor en 2020 fue el de Polonia, con un 61%, un valor similar al italiano este año.
Por último, señalar que igual que Países Bajos repartió 29 puntos entre el top3, Azerbaiyán solo distribuyó 3, que fueron íntegramente a Polonia. Rusia fue el siguiente que menos les dio, 11 puntos.
EL TELEVOTO INTERNACIONAL
El televoto online volvió a demostrar tener un peso inferior que los jurados. Este hecho se ve claramente con Portugal. Aunque se marcó una medalla de bronce para el público, esto no le sirvió ni para colarse en el top10 del resultado final.
Es mejor quedarse con lo positivo, ya que reparte muchos puntos incluso entre los últimos clasificados. Para que nos hagamos una idea, entre sus cinco últimos, los jurados repartieron 62 puntos (un 6% del total) mientras que el televoto, sobre sus cinco últimos, entregó 192 (un 17%). Solo los 34 puntos de Países Bajos más los 38 de Bulgaria en el televoto ya suman más ya suman más que los 62 puntos de los cinco últimos clasificados por el jurado.
La distribución de los puntos de la audiencia es tan suave como cabía esperar, con todas las puntuaciones muy concentradas en torno a la media y con escalones muy pequeños entre países. Sí se advierte un gran escalón entre las tres primeras canciones. Entre el tercer puesto de Portugal y el cuarto de Francia hay 25 puntos. Es muy considerable y más comparándolo con el siguiente escalón más alto que es el de Polonia y Portugal, con 10 puntos de distancia.
Al igual que se produjera el año pasado, cuando únicamente Francia destacó desbordando el televoto, no hay una explicación razonable para estos saltos.
En cuanto al número de votos, España obtuvo unos 183.000 que finalmente se transformaron en 47 puntos. El año pasado Soleá recaudó unos 471.000, es decir, nos hemos dejado 288.000 votos por el camino que desde luego no se explican por la bajada de puntos. Este año, en total, se sumaron 4,3 millones de votos con 19 participantes en liza. El año pasado, con solo doce participantes se sumaron 4,5 millones de votos.
Si tomamos los datos en proporción, de media cada país contribuyó en media con 226.000 votos mientras que el año pasado la contribución sería de 375.000. Esto podría deberse a tres factores: o bien la audiencia del junior es fija, integrada en su mayoría por los fans del concurso; o bien se ha registrado una notable pérdida de interés con respecto al año pasado (ya sea por el concurso en sí o por la fecha del mismo); o, por último, el aumento de la competitividad ha disuadido de votar a aquellas personas que lo hacían únicamente para propulsar a su país natal.
Sin duda, el dato para España es que se pone fin a esa buena racha de resultados, y que se hacía mejor en contraste con el certamen de adultos. En verdad, es una gran noticia habernos quitado esa responsabilidad y que lo hayamos podido hacer riendo y con una muy buena actuación por parte de Levi y todo su equipo.