Mientras países como Kosovo, Kazajistán y Eslovaquia retransmitirán el festival, Bielorrusia no lo hará por vez primera desde 2003 y después de la polémica que acabó con su ausencia en el presente certamen. El concurso que se transmite normalmente por la emisora ​​pública BTRC no figura en el programa del canal.

Bielorrusia no participa en la presente edición por infringir las reglas al intentar colar por dos veces una canción con trasfondo político. La delegación anunció por sorpresa que sería la banda Galasy Smesta quien les representaría en Eurovisión 2021 tras confirmar que no contaría con VAL, los ganadores de la preselección y representantes para 2020, debido a su postura política, crítica con el gobierno de Lukashenko. Al estrenar la canción del grupo Galasy Smesta, llamada Ya Nauchu Tebya (I’ll Teach You), se comprobó que estaba cargada de referencias políticas, lo que contraviene las normas de la UER, que exigió una nueva canción.

La delegación bielorrusa no encajó bien esta petición. La cadena pública emitió en sus informativos una sección dedicada al grupo, a cuyos integrantes calificaba de “héroes” y a los que alababa por ser “ecológicos: ahorran electricidad y separan la basura”. También recalcaron su posición política, afín al régimen de Lukashenko. La UER eliminó el vídeo de su página y alargó el plazo para que Bielorrusia pudiera presentar una nueva propuesta hasta finales de marzo. La red europea recibió una segunda propuesta de la banda pero tras realizar un análisis del tema se determinó que “también infringía las reglas del concurso que garantizan que el festival no se instrumentalice ni de desacredite”.

Ya en 2012 se descalificó a la ganadora de su preselección, Alyona Lanskaya, después de que se demostrara que su equipo había manipulado el televoto para que fuera ella quien recibiera los 12 puntos. El año siguiente sí consiguió ser elegida, pero hubo controversia por el cambio de tema. En 2019, los votos del jurado bielorruso fueron cancelados porque sus integrantes los habían hecho públicos y, en su lugar, se recurrió a una media de los resultados otorgados por los países de su zona geopolítica. Para más inri, por un error fueron contados al revés.