Angelina Mango gana a ritmo de cumbia Sanremo 2024. La artista lucana se ha proclamado vencedora del 74º Festival de la canción italiana con La noia (El aburrimiento), compuesta por la propia intérprete junto a Madame y Dardust, quien firma también la canción de Luxemburgo en el año de su regreso a Eurovisión. Y ,”sí, quiero”, representará a Italia en el Eurofestival. Será la primera mujer en abanderar a su país desde que Francesca Michielin lo hiciera en 2016.

Después de una excitante y jugosa semana de catarsis sanremese y una kilométrica gran gala final de cinco horas de duración, “Nina” ha recibido un categórico 40,3% de los votos frente al 25,2% del subcampeón Geolier. Annalisa completó el podio de honor con un 17,1%, mientras que Ghali e Irama cerraron la preciada superfinal con un 10,5% y un 6,9%. A las puertas del preciado top 5 se quedaron el doblemente eurovisivo Mahmood y la legendaria rockera Loredana Bertè, aclamados por el público y la crítica.

La clave en este triunfo hay que encontrarla en la Sala Stampa (Sala de Prensa) y las radios, responsables cada uno de un tercio del resultado, donde se ha cocinado un apoyo en bloque a La noia frente a la revolución popular a favor de Geolier por motivos relativamente extramusicales, pues han sido cinco noches en las que las cuestiones culturales, lingüisticas, políticas, regionales y sociales mezcladas con las pasiones más viscerales han desembocado en una especie de lucha de clases con el festival como caldo de cultivo. No, los españoles no somos los únicos intensitos cuando se toca “lo nuestro”. Y dicho y hecho. El tema del napolitano I p’ me, tu p’ te contó con un increíble apoyo del 60,0% en el televoto. Para nuestros socios y lectores, Annalisa era su objeto de deseo eurovisivo con un 28,6% de los votos, mientras que Angelina se encontraba en un segundo plano con un 18,9%.

Hoy, domingo, en todas las casas de Italia, en las tertulias, en los bares, en las plazas, en los confesionarios, se seguirá debatiendo acaloradamente sobre estos dos mundos dentro de un mismo país. Y esta “cuestión de estado” ha tenido su fiel reflejo en unos audímetros que han echado humo de norte a sur y de este a oeste de la bota. Nada más y nada menos que 14.301.000 espectadores se reunieron anoche para ver de principio a fin las 5 horazas de final, lo que se traduce en un 74,1% de share. En el minuto de oro, 18.259.000 de italianos (85,3% de cuota) estaban atentos a sus pantallas. Así las cosas, la RAI registra una media semanal de 11.423.400 televidentes (65,4%) y firma la edición más vista desde 1995.

Angelina tiene una de esas historias con final feliz. Sus padres son dos superestrellas de la música italiana, Mango y Laura Valente de Matia Bazar. En el caso de él, participó como intérprete o como autor en numerosas ediciones de Sanremo, obteniendo siempre resultados negativos entre lo inmerecido y lo inesperado, y todo a pesar del aplauso constante de la prensa especializada. Una espina clavada que le acompañaría hasta los últimos días de su vida. Pino, su nombre, murió en 2014 de una manera prematura y trágica, a los 60 años y en pleno concierto, de un ataque al corazón mientras interpretaba en directo su primer éxito Oro. El vídeo de su deceso provocó una auténtica conmoción en toda Italia y parte del extranjero, incluyendo en España, donde fue muy popular en la década de los años 80 llegando a ser número 1 de Los 40 Principales. Ahora su ojito derecho es quien levanta el león de oro sobre el escenario del Ariston, en cierta medida, toda una venganza.

Buceando en el resto de la ‘classifica’, los artistas eurovisivos se han llevado una de cal y una de arena. El ya mencionado sexto y notable puesto de Mahmood es, probablemente, el que mayor consenso genera a la hora de calificarlo como “injusto”. La octava posición de Il Volo, sin embargo, sabe a gloria pues la han alcanzado gracias a un empujón del público de última hora. Diodato comenzó la semana brillando, pero su luz se fue apagando con el paso de los días, hasta recaer en un testimonial decimotercer lugar, uno por encima de Emma. Y en el 21 se han quedado Angela y Angelo de Ricchi e Poveri, eso sí, con el cariño de toda esta gente a la que tanto nos han hecho disfrutar no solo esta semana sino a lo largo de casi 50 años de carrera.

El esperadísimo debut de Alessandra Amoroso se salda con una meritoria novena posición, mientras que la no menos deseada reaparición de Negramaro decepciona a todos los niveles en un decimonoveno puesto. Clásicos del Ariston se han tenido que conformar con huecos muy por debajo de sus marcas habituales, Fiorella Mannoia en el 15 y Renga Nek en el 25. Y gran parte de la cosecha de los últimos años, Fred de Palma, último, Sangiovanni, antepenúltimo, o Mr. Rain perdido en tierra de nadie, debería servir como un toque de atención a las nuevas generaciones.

Amadeus repite por quinto año consecutivo como director artístico y maestro de ceremonias, cada noche acompañado por varios copresentadores, el martes por el representante italiano en Eurovisión 2013 y 2023, Marco Mengoni, el miércoles por Giorgia, el jueves por Teresa Mannino, el viernes por Lorella Cuccarini y el sábado por el incombustible Rosario Fiorello. La escenografía ha sido creada por 22ª vez por Gaetano y su hija Maria Chiara Castelli inspirándose, en esta ocasión, en una orquídea. Y más y más invitados, este sábado actuó la ganadora del Eurofestival en 1964 y subcampeona en 1974, Gigliola Cinquetti, mientras que el viernes asistimos a la noche de los dúos con, entre otros invitados, Ermal Meta (2018), Fabrizio Moro (2018), Francesco Gabbani (2017), Umberto Tozzi (1987) y nuestra Aitana.