La primera toma de contacto con las canciones de Sanremo 2024 no se dará hasta el 6 de febrero con la primera serata del festival, aunque un nutrido grupo de periodistas ya ha podido escuchar los 30 temas que competirán por el León de Oro en apenas dos semanas. 

A iniciativa de Carlo Conti en 2015, el director artístico convoca a los periodistas acreditados para el festival unas semanas antes para una escucha a puertas cerradas, sin móviles y con embargo de publicación hasta las 18 horas de la tarde para mostrar a los lectores sus sensaciones a primera escucha de las canciones. Aparte de hacer sus reseñas descriptivas, pueden también puntuarlas y/o hacer sus respectivos rankings. Estas cobran una especial importancia al partir de los mismos periodistas que ya en el Ariston formarán parte del jurado de la Sala Stampa, por lo que también tenemos un primer, aunque pequeño, acercamiento a lo que viviremos en la semana grande sanremese. 

EN LA LÍNEA DE LOS ‘AMA SANREMO’: EL CONSERVADURISMO MUSICAL QUE ALCANZA A LO POLÍTICO

Las sensaciones generales dadas tras esta primera escucha es la de un festival que sigue la línea marcada desde 2020 por la dirección artística de Amadeus. Conservadurismo musical con un gran predominio de las baladas, se cuentan hasta 10 este año, pop comercial con ínfulas ochenteras, rap y canción de autor, consolidando el gigantesco paso atrás dado tras las valientes y brillantes direcciones artísticas de Fabio Fazio, Carlo Conti y Claudio Baglioni, donde el abanico de sonidos se amplió como nunca antes. Con la novedad, y esto sí es significativo, de una total ausencia de canciones políticas y sociales para no molestar al gobierno de la neofascista Giorgia Meloni, cuyo viceministro de cultura, Gianmarco Mazzi, fue hasta el año pasado el número 2 de Amadeus en la dirección de Sanremo. Es la restauración definitiva del “pippobaudismo” de convertir a Sanremo en un programa blanco y familiar que no moleste a los más reaccionarios, no desvele las nuevas realidades de género y tape la siempre necesaria denuncia social en las canciones. Esta edición toca no molestar a Matteo Salvini como sí consiguió Claudio Baglioni en 2019 o a los homófobos en 2016 cuando Carlo Conti revistió los pies de micro con la bandera arcoiris para pedir la legalización del matrimonio homosexual en Italia. 

PODIO FEMENINO POR PRIMERA VEZ

Por primera vez desde que se realizan este tipo de reseñas, el podio lo copa tres solistas femeninas, las cuales llevan sin ganar el festival desde 2014. Loredana Bertè, Angelina Mango y Annalisa destacan con las puntuaciones más altas. De la Bertè describen que su canción es parecida al trallazo rock que es Cosa ti aspetti da me con la que ya dio la campanada al rozar el podio en Sanremo’19. Como todo lo que rodea a Loredana, la primera posición lograda en el resumen de las reseñas hay que cogerla con muchas pinzas al no haber una clara diferencia entre la valoración artística seria y la simpatía por el personaje.

Del tema de Angelina Mango existe el quorum de ser el que mayor “winner vibes” da de las 30 contendientes. La descripción de su sonido es el del pop urbano de gran factura, muy en la línea de su reciente single Fila indiana, en el que la impronta de sus autores, Madame y Durdust, está muy presente. Con respecto a Annalisa señalan que sigue la inercia de sus recientes hits de pop con ínfulas ochenteras y que luchará con Angelina Mango por ser el gran pelotazo pop del festival. De darse este podio en el resultado final en febrero sería el primer podio femenino desde el que formaron Emma Marrone, Arisa y Noemi en 2012. 

EL INDIE Y LA CANCIÓN DE AUTOR SE HACE NOTAR

Rozando el podio se encuentra Negramaro en su flamante retorno desde 2005. La banda de rock italiana más importante del siglo XXI vuelve al festival con una canción que no se aleja de la que presentaron en 2005 con un gran predominio de las guitarras y con la soberbia voz de Giuliano Sangiorgi que sin duda será una de las más grandes del año en el Ariston. 

No muy lejos se encuentran los dos cantautores de la edición, Diodato, ganador en 2020, y el debutante Gazelle. Del primero describen un preciosismo sonoro en los arreglos y una sensibilidad en la composición que ha conmovido a los periodistas, mientras que del segundo destacan su gran honestidad y los kilates de carisma que destila el denominado Noel Gallagher italiano. Muy a favor de ambos dos, y esto es comentario personal del redactor, es ser los únicos representante de su sonido de todo el festival, lo que les facilitará brillar por encima de la media, ya solo por la particularidad de ambas propuestas.

MAHMOOD Y EMMA MARRONE DESCONCIERTAN A LA CRÍTICA, THE KOLORS FIRMAN EL HIT Y DARGEN D’AMICO SE APUNTAN AL DANCE DOSMILERO

Completando la parte alta se encuentran dos ganadores, Mahmood y Emma Marrone, que presentan sus canciones más diferenciales de cuantas han llevado al Ariston hasta la fecha. Del italo-egipcio destacan que se trata de su cara más elegante, bordeante con el trip-hop, con una propuesta que busca más prestigiarse como autor que para competir, mientras que Emma, que ya sorprendió positivamente en su retorno en 2022, esta vez se acerca al petardeo pop ochentero de Loretta Goggi, Al Bano y Romina o Claudia Mori de la que dicen puede ser la más polarizante de toda la edición: O la amas o la odias. Y eso en un festival, siempre, es bueno. 

Otro que se apunta a los 80 es The Kolors que jugarán a lo seguro con una pieza que evocará rápidamente al “Italo disco” y que, si bien no optará a priori al triunfo, sí es candidata a ser el hit de la edición. Dargen D’Amico dará la única nota social con su canción, aunque muy tibia, no sea que a Matteo Salvini le dé por apagar la tele, con uno de los temas más singulares de la edición, ya que se sumará por el revival de los años 2000 con un eurodance que podría recordar a Safri Duo o Gigi D’Agostino. 

FIORELLA MANNOIA Y GEOLIER, LAS GRANDES DECEPCIONES. ALESSANDRA AMOROSO NO CONVENCE, PERO SÍ PUEDE VENCER

Si alguien ha copado las críticas negativas es Fiorella Mannoia, aún no considerando una mala propuesta para su retorno al festival desde 2017, sí señalan no estar a la altura de la que es considerada una de las grandes damas de la canción italiana. De Geolier, que viene de ser el artista italiano más vendedor de 2023, se esperaba una canción aspirante a absolutamente todo que, sin embargo, no ha llegado dejando tibios a los críticos. En el caso de Alessandra Amoroso los periodistas reconocen que no es una canción que pasará a la historia por su calidad, pero sí diseñada con la suficiente inteligencia y eficacia como para ser una muy seria contendiente a vencer y más tratándose de una balada, que salvo el caso de Maneskin en 2021 ha sido el único estilo que ha ganado Sanremo bajo la dirección de Pipp… de Amadeus. Mismo caso sucede con Mr Rain e Il Volo, canciones que no brillan por su calidad, pero sí por su eficacia sobre el tablero de juego que es el Teatro Ariston. En el episodio de las decepciones también se suman Ghali, La Sad, Rose Villain, Sangiovanni y la sorprendentemente no competitiva canción de Irama.

EL GUILTY PLEASURE

Sin ninguna duda Ricchi e Poveri serán el guilty pleasure de la edición. Desacomplejadamente horteras y petardos, tratarán de evocar sus años dorados en el Ariston en la década de los 80 y puede ser uno de los “dark horses” de la competición esta edición.

Eso sí, todo esto no deja de ser un mero resumen, más bien superficial, de las reseñas que unos periodistas con sus respectivos criterios, gustos, filias y fobias muestran al impacto de las canciones. El 5 de febrero tendremos todas las cartas sobre la mesa y no habrá lugar a especulaciones.