Eurovisión

Salvador Sobral, seis meses de un triunfo: «Mi sueño es cantar en el Palau de la Música»

«Siento un vínculo especial cuando escucho hablar castellano». E-S ha seguido de cerca la gira del artista y publica hoy algunas de sus reflexiones en conversaciones con este diario, realizadas en sus conciertos y de promoción. El último ganador de Eurovisión es protagonista del nuevo formato ESplay, que ayudará a divulgar en redes sociales vidas, experiencias y anécdotas eurovisivas
Manu Mahía · Fuente: eurovision-spain.com
Publicado el día 13 de noviembre de 2017
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Luísa y Salvador Sobral (UER)

Salvador Sobral, seis meses de un triunfo: «Mi sueño es cantar en el Palau de la Música»

Mucha gente daba por perdida la posibilidad del triunfo de un país como Portugal en Eurovisión. Máxime si contábamos con una balada carente de inglés en su poema y que se ejecuta sin más puesta en escena (y nada menos) que la presencia y el carisma de un músico integral, con un fondo casi neutro de un bosque bucólico. La clave no estaba en una letra fácil de recordar con rimas o ritmos planteados para captar la atención del espectador, tampoco con una realización ágil y de corte tipo videoclip, y menos aún con un artista del mainstream, sino con un cantante de jazz, defensor de la música pura.  

Salvador Sobral supo romper, además, con mil tópicos eurovisivos. ¿El por qué? Una preciosa obra musical interpretada con un mimo y un virtuosismo que hizo emocionar a centenares de daneses, ucranianos, griegos, irlandeses o españoles, que no entendieron la letra de la canción o que quizá no sabían más allá del título en su idioma. No hizo falta. Eurovisión tuvo la gran suerte de contar con una canción tan potente que sólo el sentido del oído le bastó para conquistar el triunfo en un programa donde la infraestructura audiovisual es su sello de identidad. Esta vez sobraba.

El artista lisboeta no esperaba ganar el Festival da Canção patrio, el que apenas vió de pequeño y que nunca más supo de él en las últimas dos décadas. Luísa, su hermana y autora del tema, apenas quería mostrar el talento de él en televisión. La casual y pasmosa combinación del intérprete y el tema hicieron todo el trabajo. Salvador se vió en Kiev en un escenario que no es el suyo, con un concurso del que comparte el fondo pero no del todo la forma, y con una oportunidad única de demostrar que la música por sí misma puede conquistar todo.

Hace seis meses que Sobral se ha convertido en un símbolo cultural de país, en un héroe. Ha protagonizado decenas de portadas de revistas, periódicos y portales de internet. Muchos de ellos, desgraciadamente, mercantilizando su enfermedad cardíaca. Pero un triunfo de la música de este calibre es imposible eclipsarlo con cotilleo. Salvador ha conseguido dejar sin entradas teatros, auditorios y plazas en Portugal, el único lugar donde ha podido tocar debido a su monitorizacón continua. Más de 30 conciertos en tres meses dibujan a un artista hasta hace unos meses desconocido en un referente para el jazz portugués.

Japón, Argentina, Rusia, Brasil y España son algunos de los países que esperan por él. También su nuevo álbum en portugués a medio componer y su proyecto Alexander Search con un disco recién estrenado en el mercado se llenan de paciencia para que el músico lisboeta se recupere y llene con su alma musical ese gran hueco. Hasta la RTP se preocupa día si y día también por la salud del culpable de que por vez primera haya sido reconocida la música portuguesa. Todos esperan (esperamos) por su regreso.

«NO SENTÍA NADA, LA HABÍA CANTADO MÁS DE 500 VECES Y AÚN ASÍ LLEGÓ EL MENSAJE»

Eurovision-spain ha tenido la oportunidad de compartir en varias ocasiones los conciertos de Sobral y algunos minutos de conversación. Hoy, cuando se cumplen seis meses de su triunfo, reunimos reflexiones y confesiones que ha llegado a comentar en persona, durante un concierto o en algún momento de su intensa promoción.

Salvador confiesa que la historia de Amar pelos dois le quedó lejos en el momento del festival. «Hace unos tres años Júlio [Resende] y yo estabamos componiendo una canción acerca de volver a ilusionarse por alguien y precisamente yo en ese momento no estaba por la labor de enamorarme de alguien. Estaba escribiendo la letra por escribir, acababa de terminar una relación», explica con naturalidad. «Cantaba mientras componíamos y no sentía nada de lo que estaba interpretando. Y eso es precisamente lo que me ha pasado con Amar pelos dois, y más después de cantarla más de 500 veces», llega a confesar el lisboeta. «Pero aun así parece que transmitimos el mensaje y hubo quien se sintió identificado para llegar a donde ha llegado».

SALVADOR Y SU CONEXIÓN IBÉRICA

Cuando hablas con Sobral y escucha que te refieres a él en castellano se le ilumina la cara y sonríe. El intérprete confiesa que Mallorca, Barcelona y su antigua banda Noko Woi, fundada por venezolanos, son los culpables: «Siempre me alegro cuando escucho hablar castellano, siento un vínculo especial». Salvador realizó bastantes conciertos y bolos entre 2012 y 2016 por muchos puntos de España, con su grupo o en forma de cuarteto de jazz. 

Desgraciadamente, conforme fue empeorando su problema cardíaco, coincidiendo con la promoción de su primer álbum, tuvo que quedarse en Lisboa y seguir haciendo directos sólo en territorio patrio. No ha podido regresar para cantar y es algo que le apena. «Tocar en el Palau de la Música [Catalana] es uno de mis sueños», nos confiesa. Además, confirma junto a su mánager, Ana Paulo, que desde el festival le han llamado de decenas de lugares para actuar en España. Toca esperar.

«QUIERO QUE OS DIVIRTÁIS, OS ALEGRÉIS, LLORÉIS, OS CORRÁIS… TODO»

El escenario es el único lugar donde ha llegado a confesar que no le duele nada, en referencia a su operación de hernia o sus problemas cardíacos. Sus conciertos son todo una catarsis musical donde el jazz fluye por todos los rincones de la sala. Esto ocurre gracias a su relación con sus músicos: «Siempre hay una gran complicidad con la banda», nos cuenta. Durante el inicio del recital de Ílhavo incluso advierte, con su humor personal: «Quiero que os divirtáis, os alegréis, lloréis, os corráis… todo, porque cuando uno viene aquí, la intención es darle el máximo placer a todos».

Salvador no oculta que sacar un álbum es sólo una excusa para luego realizar directos sin fín. «Es mucho mejor esto [el concierto] que el disco pero es lo más cercano que hay», comenta. Y es que la energía que consigue generar el intérprete junto a su grupo invita a repetir, tal y como explica Júlio Resende, su amigo, compositor y pianista de su banda: «Cada vez que canta, la gente quiere volver al concierto. Volver a vivirlo. Y es una gran oportunidad para nosotros mostrar de manera tan constante la música que hacemos». Nosotros también esperamos escucharlos de nuevo. ¿Por qué no dentro de otros seis meses en Lisboa?

Conversación

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14/11/2017

Lo bueno para Portugal fue la conjunción de intérprete carismático y canción distinta. Y eso es lo malo para quien crea que en 2018 se repetirá el mismo patrón así como así.

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14/11/2017

Salvador marcó un hito tan histórico como atemporal en nuestro Eurovisión, haciendo alarde de que en tiempos de tecnología la música como arte puede coquetear con el público el punto en el cual se convierte en un himno para las grandes masas. Amar Pelos Dois es un tema que se escapa de todos los moldes conocidos, que rompe los estereotipos, que en su delicadeza encuentras mucho atrevimiento al desafiar lo conveniente. Portugal no podía ganar de otra manera.

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14/11/2017

Lo rarísimo de todo esto es que no haya publicado aun una versión en castellano...muy raro