Primer ensayo del Big Five + Ucrania en Eurovisión 2023

Javi Regalado

La canción alemana no está hecha para mí, eso lo tuve claro desde el momento en que la escuché por primera vez. Simplemente, mis gustos van por otro lado. Sin embargo, eso no es impedimento para apreciar que aquí hay una propuesta artística potente. De nuevo tonos rojos y negros (que parece que son euromoda), pero esta vez aderezados con mucha pirotecnia, fuego, humo, y el movimiento que se intuye. El look de Lord of the Lost impacta y entre las fotos hay algunas imágenes icónicas. No se puede decir que no hayan venido con todo. Basta saber si a la gran audiencia le ocurre como a mí con la canción, o no.

Fran Bautista

Volantazo de la delegación alemana que, en estos últimos años, aun con canciones aceptables, no se ha comido un rosco. O, mejor dicho, se ha comido demasiados roscos (no todos merecidos, he de añadir). Con los temas elegidos para la preselección, ya se intuía un pelín más de ambición, y al final el público germano optó por la opción más rompedora. Lord Of The Lost nos trae un glam rock bastante potente y ellos apuestan por un look impactante, e incluso transgresor si no fuera porque ya está todo inventado. Yo tengo cierta debilidad por estas canciones roquerillas y Blood And Glitter está bastante arriba en mi top, pero no estoy nada seguro de que los espectadores y, sobre todo, los jurados, vayan a comprar esta propuesta con facilidad. De momento, mis expectativas para con Alemania pasan por que no acabe de farolillo rojo otra vez. Por cierto, aprovecho para romper una lanza en favor de la letra. Algunas de las estrofas son joyitas.

Álvaro

Sin ser mi tipo de música, desde la preselección alemana me ganaron en tablas, actitud y también ganas por participar en Eurovisión. La escenografía que han traído a Liverpool me parece más potente que en la pre y traen un gran vestuario también que, espero, les saquen a los teutones del último puesto.

Berta Posas

Me gusta que la delegación alemana arriesgue después de años pasando demasiado desapercibida. No sé predecir si la jugada les saldrá bien a los Lord of the Lost, pero creo que la excentricidad y la performance de Blood and Glitter pueden ser una apuesta muy acertada para romper con las demás candidaturas y posicionarse como una de las propuestas más llamativas de este año.

Carles Batlle

Tengo que admitirlo: Alemania es uno de mis países preferidos en Eurovisión. Cada año se esfuerzan con su selección, y si es necesario hacen autocrítica de sus resultados, pero sin echar hate a sus artistas. Este año, Lord of The Lost fueron mis preferidos desde el minuto cero. Me gusta su estilo de música, y creo que son muy buenos en ese estilo. Por lo tanto, creo que estamos ante una entrada de gran calidad. Que puede no ser la preferida de muchas personas, pero quién sabe cómo pueden acabar en Liverpool, porque son diferentes de todos los demás, y van a dar espectáculo.

María Teresa

Blood and glitter. Sweet and bitter. We're so happy we could die. Una perfecta definición de la vida y del propio festival de Eurovisión, del que la mayoría vemos solo la purpurina pero podemos imaginar toda la sangre y el esfuerzo que supone subirse a ese escenario y jugarse el trabajo de meses en 3 minutos. Lord of the Lost son muy conscientes de todo esto y, a juzgar por lo que hemos visto, van a dejarse la piel en Liverpool con un espectáculo que refuerza la idea de su final nacional. Tanto el carisma y la capacidad vocal de Lord como la complicidad de todo el grupo parecen garantizar que vamos a disfrutar de esos 3 minutos de sangre y purpurina. Confiemos en que tanto el jurado como el público valoren esto y la osadía que los alemanes tuvieron al apostar por ello y lo alcen hasta los primeros puestos de la clasificación, lugar al que sin duda pertenecen Lord of the Lost.

Fran Bautista

Igual la delegación francesa se piensa que Barbara Pravi no ganó el empate técnico con Maneskin por no haber metido más parafernalia en el escenario y por eso le han plantado a la pobre Zarra una columna kilométrica que no aporta nada. Porque está claro que con Évidemment han intentado conseguir una canción que pueda alzarse con la victoria y para eso han tirado un poco de clichés. Pero es precisamente en esta artificialidad, en esta falsa autenticidad francesa, donde la canción no termina de despegar. La Zarra divina con su vestidazo y sus tacones, eso sí, esperemos que no tenga miedo a las alturas y no se despiste durante su actuación.

Álvaro

La Zarra se ha traído un buen set de elementos al escenario inglés. Me gusta la torre, me atrae el momento bola de discoteca pero hay dos cosas que no me llegan: la falda hasta el suelo (me cansa en verla en cada edición) y el momento patriótico de la bandera francesa… ufff… qué perezón! La Zarra se me ha ido desinflando a medida que pasaban los días. La tengo en mi número 13, y ahí la espero.

Berta Posas

Aunque no soy demasiado fan de las propuestas estereotípicamente francesas, véanse bigotes y banderas, la puesta en escena de La Zarra tiene un je-ne-sais-quoi un tanto retro que me parece muy acertado y sorprendente. La escogida por la televisión francesa es otra de las muchas divas de esta edición, pero no creo que pase desapercibida.

Carles Batlle

La canción de La Zarra es preciosa. Sin duda. Y ahora viene el pero. A mi se me queda a medio camino. No es una canción pop, ni una chanson française. Tal vez esa sea su gracia, pero cuando la acabo de escuchar, siempre tengo la sensación de que es una gran canción, pero no tengo ganas de repetirla. La calidad es indiscutible, pero no sé cómo va a ser la conexión con jurados y votantes.

María Teresa

Una mezcla de exceso, cuestionable seguridad y orgullo patrio fuera de lugar. La actuación de La Zarra ha sido, en mi opinión, la mas decepcionante de este Big 5. No por su falta de aptitudes vocales, que me han parecido correctas —aunque tal vez sea pronto para juzgarlas con tan pocos segundos de vídeo—, sino por la puesta en escena. La interpretación de un tema como Évidemment debería derrochar sobriedad, elegancia y seguridad en una misma. Solo esta última apareció en el escenario de Liverpool, y aún así —aunque puede ser solamente una percepción personal— parecía una seguridad fingida, impostada, innatural. Desconozco cómo será el resultado de la demasiadas veces vista prolongación del vestido + plataforma gigante. Tampoco me parece lo más importante. La actitud de un intérprete es tan importante o más que la canción en sí misma, y por mucho que suban a La Zarra en el escenario, lo cierto es que ella no ha estado a la altura. Al menos, por el momento.

Fran Bautista

Necesitamos más países como Italia en Eurovisión. Que atraigan a sus principales estrellas con sus mejores temas. Que sean un valor seguro sobre el escenario. Que nos traigan algo como Marco Mengoni con su Due Vite. Porque, si la canción ya me chiflaba y en Sanremo fue una actuación brillante, lo que se ve en las fotos parece que potenciará aún más el conjunto. Por poner una pega, no me termina de convencer que Marco se haya pasado al blanco en su look, lo prefería de negro. Por otro lado, él podría estar de pie los tres minutos sin ni siquiera mirar a cámara y yo le votaría. Oh, wait…

Álvaro

La canción italiana es bonita y muy y mucho italiana. Marco Mengoni tiene una voz preciosa y el no mirar a la cámara, me intriga y me enfada por partes iguales. Lo que he visto de escenario y los mini-videos me deja un poco plof. Tengo miedo que me aburra, y la luna de fondo no ayuda. Pero oye, super contento si la realización final mejora lo visto.

Berta Posas

A falta de ver el producto final de Mengoni y el equipo italiano, hay algo de su propuesta que me falla. Quizás sea que su canción no es una de mis predilectas o que el vestuario festivalero no acaba de encajar con el resto de la actuación.

Carles Batlle

Yo siempre pienso que Italia tendría que ganar Eurovisión cada año, y el resto de países luchar por el segundo lugar. Marco Mengoni nos presenta un tema de calidad indiscutible, otra nueva joya llegada de Italia y de San Remo, que va a defender con absoluta profesionalidad, no me cabe ninguna duda. Creo que puede ir vestido con harapos o con lentejuelas, y le va a sacar partido a la canción, y lo visto en la puesta en escena me refuerza mi opinión. ¿Ganar? No lo creo, con la competencia de este año, pero un gran puesto para una gran canción tendría que estar asegurado.

María Teresa

El que probablemente sea el artista masculino más completo de esta edición regresa a Eurovisión una década después de su primer paso por el festival. Marco no decepciona vocal ni interpretativamente, aunque por la sencillez de su canción habría agradecido que compensara la sobriedad de la misma con un punto de exceso en el escenario, más allá de su «maglia metalica». Y es que desde San Remo me ha venido sorprendiendo la elección de vestuario de Marco, quien tal vez para distanciarse de la imagen que proyectaba anteriormente ha apostado por una estética más rompedora y arriesgada que, a mí, sin embargo, siempre me ha desentonado con este tipo de canción. Para mi gusto, Due vite se encuentra muy lejos de L'esenzialle, y aunque me ha ido ganando con las escuchas, para muchos Eurovisión se trata de una primera impresión, y no estoy segura de que el impacto vaya a ser suficiente. Aún así, siempre es un gusto oír —y, por supuesto, ver— cantar a Marco Mengoni, y estoy segura de que toda Europa se alegrará de su regreso a Eurovisión.

Fran Bautista

Siempre me olvido de que esta canción existe. Y no es mala, ojo. De hecho, puede ser de las más comerciales y ellos la venden bien. Por lo que vemos, la iluminación y escenografía serán similares a los de la preselección, aunque han cambiado de vestuario (algo raro, pero que no queda mal). Ahora que parece que ya se ha agotado el discurso de “Ganará porque es Ucrania”, no descartemos un buen televoto, que no bajará de las tres cifras, y disfrutemos de la anécdota de tenerlos como anfitriones en el Reino Unido.

Álvaro

A mí la canción de Torch me gustó desde la primera vez que la oí. Al ver los trajes en backstage, me dio miedo, pero en escena tienen buena pinta. No van a pelear por ganar, ni siquiera en telefoto (yo creo) pero traen, a mi gusto, una buena candidatura.

Berta Posas

Aunque la temática futurista no está desgastada en esta edición y la propuesta de Tvorchi podría destacar por su escenografía, la suya no es una candidatura que me emocione demasiado. Ni para bien ni para mal, simplemente creo que queda eclipsada por otras competidoras más interesantes. Faltará, hasta el último momento, ver el resultado final y el inevitable efecto que pueda tener este año Ucrania en el televoto.

Carles Batlle

Después de ver la impresionante final nacional realizada en Ucrania, desde el punto de vista técnico, creo que el representante que resultara ganador entonces se lo merece todo en Eurovisión. Los ganadores fueron el grupo Tvorchi, y creo que no hay nada que objetar a la canción y a sus intérpretes. Mi sensación es que Ucrania ha escogido una canción más internacional, y no tan representante del folklore o la música tradicional de Ucrania, para que toda su población se pueda sentir representada. Pero aunque creo que merecen un buen puesto en la final, no creo que sea una apuesta ganadora. A ver qué ocurre este año con el voto de simpatía.

María Teresa

La puesta en escena ucraniana para la actuación de Tvorchi es arriesgada, como lo fue la elección de este dúo en el Vidbir. Ambos aparecen como una suerte de todopoderosos superhéroes de Marvel, especialmente Jeffery, cuya voz ya pudimos disfrutar en su final nacional y parece que no va a defraudarnos tampoco en Liverpool. La estética elegida parece acorde con la canción, al igual que los visuales, pero en mi opinión el conjunto resulta un tanto sobrecargado. Tampoco me seducen los bailarines, que desde mi punto de vista no desentonan con el ritmo de la canción, pero sí desvirtúan su mensaje, restándole además protagonismo al dúo. Aún así creo que van a tener una buena acogida al margen de votos compasivos, y veremos a Tvorchi en la parte izquierda de la tabla.

Fran Bautista

Probablemente todos esperáramos un pepinazo de los anfitriones británicos, más después del flamante segundo puesto de Sam Ryder. ¿Y “I Wrote A Song” lo es? Pues yo no saldré de dudas hasta el sábado que viene, porque la canción me gusta bastante, pero Mae no me da demasiada seguridad. Eso sí, reconozco que en las imágenes se ven cosas interesantes y que igual es demasiado pronto para descartar un buen puesto...

Álvaro

Cuando salió se fue directa a varias de mis listas del año y sigue ahí. Mi Mae parece que se ha traído el gran videoclip al escenario y se ha venido a jugar y a hacernos disfrutar con su canción. Es de las sesiones de las fotos que más me ha gustado. Mucho color y mucha diversión. La deseo un Top10!

Berta Posas

La de Mae Muller es una de las candidaturas más sólidas de esta edición, y creo que la realización y puesta en escena mejorarán aún más su propuesta. Los colores y movimientos son llamativos, sin llegar a eclipsar a la cantante británica y sin caer en clichés o absurdidades. Con todo, y jugando en casa, Mae es para mi una de las candidatas más prometedoras en Liverpool.

Carles Batlle

Si tengo que describir la canción y puesta en escena de Mae que hemos visto hasta ahora, todo tendrían que ser palabras positivas. Una gran intérprete que defiende con solvencia una muy buena canción sobre el escenario. Mi duda es si va a ser lo suficiente memorable para que el público y el jurado se decidan a votar por ella. Y creo que actuar en el puesto 26, la última de toda la final, no la va a beneficiar.

María Teresa

La estética pop art de la actuación del Reino Unido encaja perfectamente con la canción y su mensaje. Mae Muller, como no podía ser de otro modo, aparece arropada por sus «girls», lista para salir y cantar juntos y animar a que los demás nos sumemos a su fiesta. Por lo que hemos visto y oído ha estado vocalmente correcta, pero echo en falta algo más de frescura, de la Mae pizpireta y desenfadada del videoclip y de los visuales que acompañan a su actuación. Seria una verdadera lástima que no la recuperara a lo largo de los ensayos venideros hasta llegar a la final, en la que estoy segura de que obtendrá un puesto más que digno para la anfitriona.