Presentadores que pasaron por Eurovisión más de una vez
Presentar un evento de las características de Eurovisión no es tarea fácil. Primero, hay que saber «idiomas, querida», no puedes (o no deberías) dejarte llevar por la emoción cuando tu país recibe los 12 puntos, tienes que aguantar a los portavoces que hacen chistes de cuñados —eso, si te cogen el teléfono—, millones de personas te están observando y esperando el más mínimo fallo para hacerte un GIF o un meme que se vuelva viral, y, si tienes la mala suerte de ser Gigliola Cinquetti, quizá te pongan al lado a un señor que, en vez de facilitarte el trabajo, lo vuelve todo más confuso y caótico. Con todo, debe ser una experiencia muy enriquecedora, si no que se lo pregunten a nuestros protagonistas del reportaje de hoy: grandes figuras de la televisión que llevaron las riendas de, por lo menos, dos ediciones de Eurovisión.
JACQUELINE JOUBERT
En 1959 y 1961, el certamen se desplazó al Palacio de Festivales y Congresos de la ciudad costera de Cannes, y en ambas ocasiones hizo de anfitriona una de las primeras locutoras de continuidad de Francia, esto es, una persona que informa a la audiencia de lo que va a ver (o escuchar, en el caso de la radio) a continuación. Jacqueline Joubert se unió a la Radio Televisión Pública Francesa (RTF) en 1949, así que no es de extrañar que se le concediese el privilegio de presentar las dos primeras ediciones de Eurovisión celebradas en Francia. Ya que los medios tecnológicos no permitían mostrar postales tal y como las conocemos actualmente —y la mayoría de la gente que seguía el festival lo hacía radiofónicamente—, Jacqueline tuvo que introducir personalmente a todos y cada uno de los intérpretes que optaban a la victoria. En 1959 no tuvo demasiados problemas con los nombres, pero con la incoporación de Finlandia, Yugoslavia y España (sí, ¡fue la señora que nos dio la bienvenida!) en 1961 aumentó el nivel de dificultad. ¿Qué hizo? Dejar a los representantes que se presentaran al principio, por si luego se le hacían bola las diéresis y las consonantes con acento, y traducir los títulos al francés. En las votaciones, tuvo muchos problemas intentando descifrar cuántos puntos se otorgaban a según qué canciones, pero supo solventarlo bastante bien con su característico sentido del humor: «Contáis vosotros mejor que yo», le dijo al público en el 1961. Muy icónica también era la vara que utilizó para señalar los temas candidatos en el marcador, más propia de un señor de campo que se va a coger aceitunas, o una especie de precursor del palo selfie.
A la hora de entregar el premio a Jean-Claude Pascal, este le intentó pasar el brazo por la espalda a la presentadora, a lo que ella, algo molesta, contestó: «Perdón… somos franceses», provocando las risas del público (si quieres ver este momentazo, pincha aquí).
Después de su paso por Eurovisión, Joubert creó el formato Rendez-vous avec…, dedicado a profundizar en la vida y obra de varios músicos profesionales y amateurs. A finales de los 60 se convirtió, no fácilmente, en productora y directora de espectáculos. Siempre ha denunciado el machismo que imperaba aquellos años en la televisión gala y cómo siempre tuvo más dificultades que los hombres para acceder a puestos de responsabilidad. Falleció en 2005 en Neuilly-sur-Seine, uno de los lugares predilectos de la burguesía francesa.
KATIE BOYLE
Caterina Irene Elena Maria Imperiali di Francavilla, Katie Boyle para los amigos, ostenta el récord de persona que más veces ha presentado el festival de Eurovisión: hasta en cuatro ocasiones condujo esta artista, nacida en Florencia pero nacionalizada británica, el show musical más importante de Europa. Al igual que Jacqueline, también trabajó como locutora de continuidad, en este caso para la BBC, durante los años 50. Durante esa década, también apareció en varias películas: Old Mother Riley, Headmistress (1950), Not Wanted on Voyage (1957) y The Truth About Women (1957), por decir algunas.
Cuando Países Bajos declinó organizar la edición de 1960, ya que habían sido anfitriones dos años antes, el Reino Unido, que quedó segundo en el ’59, se ofreció a acoger el festival, y pensó que no había nadie mejor que la plurilingüe Katie Boyle para presentar el certamen. Los británicos debieron quedar muy satisfechos con el resultado, porque en 1963, 1968 y 1974 le renovaron el contrato. Como hija de marqués, hizo gala no solo de unos outfits espectaculares, sino también de una elegancia y unos modales que casaban con la formalidad que caracterizaba al Eurovisión antiguo. Katie presenció en primera persona la expansión del concurso: en su primera aparición saludó a 14 países y en 1974, a 32. Además, supo mejor que nadie cómo las postales te quitan la mitad del trabajo (si bien es verdad que ella más o menos se libró de pronunciar títulos kilométricos en idiomas que no puedes aprender en un palacio). No obstante, el discurso en francés que dio al principio de la edición de 1974 (en la que, por cierto, se rumorea que no llevó ropa interior) seguro que enorgulleció a sus padres.
En Birmingham 1998 estuvo entre el público como invitada especial de la BBC. Así lo comentó Terry Wogan, presentador de aquel festival junto a Ulrika Jonsson. El público le dedicó una gran ovación y ella se puso de pie para saludar. Falleció pacíficamente en su hogar el martes 20 de marzo de 2018, a la edad de 91 años. El canal oficial de YouTube de Eurovisión le dedicó este emotivo vídeo:
PETRA MEDE
Damos un salto en el tiempo para aterrizar en 2013. Aquel año, como consecuencia del éxito rotundo de Euphoria, Eurovisión se trasladó a Malmö, Suecia. La SVT rompió con una tradición del siglo XXI: la pareja de presentadores. Así, toda la responsabilidad cayó en Petra Mede, que ya tenía experiencia como conductora de un festival de gran envergadura: en 2009, fue anfitriona del Melodifestivalen. Poco después fue votada la mejor cómica de Suecia. Y precisamente su profesionalidad y su humor la convirtieron en una de las presentadoras favoritas de los eurofans. También se atrevió a cantar y a bailar, como queda demostrado en esta actuación, que formó parte del interval act de la final:
Todo el mundo quedó tan satisfecho con Petra Mede como presentadora que no fue ninguna sorpresa que los suecos la reeligieran cuando volvieron a organizar el certamen en 2016. Esta vez lo hizo con la ayuda del ganador de la edición anterior, Måns Zelmerlöw, que, además de cantar bien, demostró ser un gran anfitrión. La química que tenían los dos hizo que el show fuera muy dinámico, con constantes chascarrillos, referencias a la música europea y a los eurofans, números de baile apoteósicos (¿quién no recuerda el Love, Love, Peace, Peace?) y en general grandes momentos que va a ser complicado olvidar (y superar).
¿TIMUR MIROSHNYCHENKO?
Eurovisión 2016 dejó, por lo menos en cuanto a presentadores se refiere, el listón muy alto. Quizá por eso Oleksandr Skichko, Volodymyr Ostapchuk y Timur Miroshnychenko, los tres hombres ucranianos que les sucedieron (imposible olvidar la victoria de la omnipresente Jamala con 1944), no destacaron tanto. Este último, comentarista de la Compañía Nacional de Radiodifusión Pública de Ucrania y host del Junior hasta en dos ocasiones, se limitó a dar datos curiosos y entrevistar (cuando le hacían caso) a los artistas en la green room. Mucho más expresivo se le ha visto este año, en un vídeo en el que aparece retransmitiendo y celebrando en un búnker la nueva victoria de su país:
Un triunfo que va a vincularle, más directa o indirectamente, con la ciudad de Liverpool, donde ya sabemos se celebrará Eurovisión el próximo año por las circunstancias políticas que rodean a Ucrania. ¿Será uno de los presentadores o se limitará a retransmitirlo para la audiencia nacional? El tiempo lo dirá.
MENCIONES HONORÍFICAS
Realmente, el post tendría que acabar aquí, pero nos sabía mal olvidarnos de Mary Kennedy, que, aparte de presentar en solitario la edición de Dublín 1995, tuvo también un papel fundamental en Eurovisión 1997: dirigir el allocation draw, es decir, el sorteo que decide en qué puesto actuará cada país, junto a Eimear Quinn. Con la de veces que Irlanda ganó en esa década, raro es que solo ella quisiera repetir.
Otro que merece su parcelita de atención es Renārs Kaupers, vocalista del grupo Brainstorm (Letonia 2000), que presentó el único festival hasta la fecha celebrado en el país báltico con la responsable de que se trasladase allí, Marie N. Un par de años más tarde, con motivo del 50 aniversario de Eurovisión, tuvo lugar la gala Congratulations, en la que se decidió cuál es el mejor tema que ha pasado por el certamen (Waterloo, de ABBA), y donde volvieron a contar con él como anfitrión. A su lado estuvo otra ganadora: Katrina Leskanich, la «cara» de Katrina and The Waves.
Estos no han sido los únicos casos de cantantes que después se animaron a presentar: hay muchos más, desde Corry Brokken hasta Edsilia Rombley, pasando por Yardena Arazi, Åse Kleveland y Željko Joksimović. Ya hablaremos de todos ellos en un futuro reportaje.
Conversación
Por favor no podemos olvidar a Lill Lindfors de Zagreb 1985 fue fantástica su skech cuando se queda en ropa interior y presentando a Paloma San Basilio en español. Buenísima. Y ya puestos a recordar, nuestra Laurita Valenzuela estuvo fabulosa para lo que pasó ese año...
Ahí va una unpopular opinion, y es que a mí me pareció mejor la labor de Petra Mede en 2013 que en 2016, ya que ahí, tanto ella como Mans abusaron de recurrir al humor (como si de una gala de los Oscares se tratara) e incluso acentuaron estereotipos negativos del festival
Interesante reportaje. Llama la atención que con la cantidad de presentadores que ha tenido siempre la BBC confiasen tantas veces en Katie Boyle, lo cual dice mucho a su favor. Todo lo contrario que Irlanda, con tantos festivales celebrados y siempre conducidos por personas distintas.