Continúa la polémica en Malta. Después de una serie de acusaciones, según las cuales la delegación del pequeño país destinaba parte del dinero a apostar por la candidatura maltesa en las casas de apuestas, y de que el gobierno ordenara una auditoría para esclarecer la situación, ahora ha trascendido que la suma invertida en la participación de Malta en Eurovisión superaría los 650.000 €.

Así lo recoge el diario The Times Of Malta. Al parecer, parte de esta inversión fue de la propia cadena maltesa, PBS, que contaba con un presupuesto de unos 300.000 €, mientras que la Autoridad Maltesa de Turismo contribuyó con el resto, unos 350.000 €.

La polémica ha sido avivada por diversos factores. En primer lugar, Ludwig Galea, representante de Malta 2004, afirmaba hace unos días que la delegación solía apostar en su propia canción para crear expectación y predisponer a los jurados. Efectivamente, este año Malta subió al primer puesto en cuanto se publicó Je me case y lideró la clasificación en las casas de apuestas durante gran parte de la pretemporada eurovisiva. Incluso aguantó el arreón final de Italia y Francia, que comenzaron a destacar en los ensayos y finalizaron en primer y segundo lugar respectivamente. Es cierto que Je me case causó gran furor dentro del círculo eurofán e incluso llegó a ganar varios de los sondeos previos, incluyendo la famosa encuesta de OGAE, y también es cierto que Destiny despertaba muchas simpatías por su torrente de voz y su victoria en Eurovisión Junior en 2015, y eso pudo diluir las posibles prácticas fraudulentas en apuestas, pero el resultado final en el televoto realmente no refleja el mismo entusiasmo por parte del gran público, que relegó a Malta a un decimocuarto puesto con apenas 47 puntos.

Además de apostar por la candidatura, al parecer la delegación maltesa también habría invertido grandes sumas de dinero en promocionar su canción en redes sociales y otros medios de comunicación y a aumentar sus visitas en youtube.  Incluso contrató a blogueros, youtubers e influencers para que la promocionaran.  A modo de ejemplo, muchos eurofans se quejaron en Twitter de la constante publicidad de la nueva cuenta de Destiny, en la que se pedía el voto para Malta en Eurovisión 2021.

Todo este asunto ha llegado a las altas esferas del archipiélago mediterráneo y Carmelo Abelo, ministro del gobierno maltés, ordenó que se llevara a cabo una auditoría para conocer el desglose de todos los gastos. Dicha auditoría comenzará el lunes y su objetivo será esclarecer si efectivamente se destinaron fondos públicos a apostar por Malta en casas de apuestas. Los resultados de la auditoría podrían tener graves consecuencias políticas, y ya ha habido peticiones para que el ministro Carmelo Abela dimita de su cargo.

No es la primera vez que Malta siembra la polémica tras su paso por Eurovisión. A las acusaciones de compra e intercambio de votos, habituales en la década de los noventa, hay que sumar el caso de 2016, cuando Ira Losco representó al país y The Times of Malta ya pidió explicaciones sobre el dinero invertido, aunque dicha petición se desestimó.

A pesar de toda la controversia, es innegable que Destiny se reafirmó como una gran artista sobre el escenario y derrochó una voz y un carisma pasmosos para sus 18 años. También cabe destacar que, independientemente de las expectativas generadas, el séptimo puesto conseguido es la mejor posición de Malta en el festival desde el año 2005.