La puja sigue adelante. Los tres actores, Rusia, Ucrania y la Unión Europea de Radiodifusión, siguen enzarzados y elevando una situación ya de por sí delicada. La UER ha informado a primera hora de esta tarde, a través de un comunicado oficial, que permitiría a Julia Samoylova participar en Eurovisión ofreciéndole actuar desde Rusia, en una emisión por satélite desde un plató de Channel 1, la televisión pública del país. Mientras, el viceprimer ministro ucraniano, Viacheslav Kyrylenko, ha hecho público a través de Twitter que dicha solución sigue infringiendo la legislación, ya que una persona no admitida en territorio ucraniano tampoco puede acceder a través de una televisión del país. Finalmente, Rusia rechaza la propuesta de la red europea, la critica e insiste en que deben dejar entrar a la cantante en el país.

Kyrylenko insta, como ya lo hizo anoche, a que el país cambie de intérprete, dado que no van a saltar su legislación: “La única solución posible es la sustitución de la artista”. El que también es vicepresidente del comité organizador del festival afirma que “los programas de televisión con participación de personas non gratas no están permitidos en Ucrania” y declara que “esta posición de la UER politiza el concurso, ya que deben tener esto en cuenta”. El político explica que “la emisión de la actuación de Samoylova a través de canales de televisión ucranianos viola la ley en la misma medida que su entrada en el país”.

RUSIA CRITICA Y DEJA EN EVIDENCIA A LA UER: “CONTRADICE SUS PROPIAS REGLAS”

El canal público ruso, Channel 1, ha realizado a última hora de esta tarde un comunicado, en el que afirma haber “actuado en plena conformidad con las reglas de Eurovisión” y defiende que su candidata elegida “ya está registrada por la UER y sigue siendo su participante”. En su nota, la cadena afirma que, según las reglas del festival, “el país y la cadena anfitriona deben proporcionar a todos los participantes un visado para todo el período del evento”.

Channel 1 eleva la normativa del festival por encima de la legislación estatal ucraniana y concluye que “la prohibición de Yulia Samoylova para entrar en Ucrania viola las reglas del concurso”. El canal considera “extraña” la propuesta de la UER y la rechaza. La cadena critica y deja en evidencia a la UER al afirmar que “contradice la regla estricta de que la actuación en directo debe ser sobre el escenario de Eurovisión” y cree que la UER “no debe inventar nuevas reglas para Rusia” ya que debería ser capaz de “mantener su competición de acuerdo con sus propias normas”.

La situación nace tras conocerse ayer que la intérprete no podría acceder a Ucrania al haber entrado en el país de manera ilegal en 2014. Tras ello, la cadena rusa informó que no cambiarían de intérprete y que enviarían a Julia en 2018.

UNA SOLUCIÓN QUE ROMPE LA IGUALDAD DE CONDICIONES

“Esto es algo que nunca se ha hecho antes en los 60 años de historia del concurso, pero en base a los valores de inclusión de Eurovisión, y teniendo el cuenta el lema 'Celebrando la diversidad' de este año, se ha tomado esta decisión, para garantizar que los 43 candidatos tienen la oportunidad de participar”, ha afirmado la red europea en su nota al explicar que Julia podría actuar vía satélite. La UER ha comentado, además, que “en caso de que la candidatura de Rusia se clasifique para la gran final, se aplicaría la misma solución”. Con este planteamiento, por primera vez en el festival, los países participantes no competirían en igualdad de condiciones y chocaría con la normativa del festival conocida hasta ahora.      

El supervisor ejecutivo de Eurovisión, Jon Ola Sand, afirma que continúan en “diálogo con las autoridades ucranianas, con la esperanza de tener a todos los artistas presentes en la ciudad anfitriona, que es nuestra opción preferida”. El productor noruego explica que “es imperativo que el festival se mantenga alejado de la política, y debido al contexto que rodea la prohibición de viajar a Julia, hemos creído importante aportar una solución que trascienda a estos temas”.

Por su parte, Frank-Dieter Freiling, presidente del Grupo de Referencia de Eurovisión, ha mostrado en la misma línea su esperanza en que el gobierno de Ucrania no ponga en práctica la ley que prohibe acceder al país tras una entrada ilegal y se encuentre una solución en línea con el eslogan de Kiev 2017.

“QUE RUSIA ESCOJA UN REPRESENTANTE QUE NO HAYA INFRINGIDO NINGUNA LEY”

Anoche, el viceprimer ministro ucraniano, Viacheslav Kyrylenko, ya afirmó a través de su cuenta oficial en Twitter que, dado que no van a saltar su legislación, “es mejor convencer a Rusia que escoja un representante que no haya infringido ninguna ley”. La secretaria de prensa del Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU), Olena Hitlyanska, fue la que confirmó en el mediodía de ayer el veto a la entrada de la cantante en su territorio por tres años, en base al informe final del servicio de inteligencia, que parte de la violación de la legislación ucraniana por haber entrado en la península de Crimea en 2015 sin el permiso especial que ello requiere.

El portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, adelantó ayer que desde la cadena pública no se contempla ningún plan B: “No sustituiremos a Julia Samoylova por otro intérprete”. Fuentes del Kremlin calificaron la decisión de Ucrania de “cínica e inhumana” y denunciaron que los servicios de seguridad del país anfitrión hayan incluído a otros 140 cantantes más en la lista negra de artistas vetados en territorio ucraniano.