La final del sábado sigue coleando y las polémicas entorno a las férreas políticas de censura y prohibiciones no cesan. En este caso, la controversia ha llegado al mismo seno de la UE.

Después de que se hiciera público que los organizadores del certamen habrían vetado la entrada de personas al estadio con banderas de la Unión Europea, ha sido el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, quien ha mostrado con contudencia su descontento: “Lo que pasó no tiene precedentes, la idea del personal de seguridad sacando las banderas europeas de los bolsos y tirándolas a la basura en lo que se supone que es el gran momento europeo, de la diversidad...”. El alto representante europeo ha criticado estos hechos y ha anunciado que se reclamarían de forma oficial explicaciones a los organizadores del concurso, la Unión Europea de Radiodifusión, y también a las televisiones públicas que la integran. A esta voz también se ha unido la del principal portavoz del Ejecutivo europeo, Eric Mamer, que ha censurado los hechos y los ha calificado como lamentables.

La UER ha respondido esta misma tarde a un periódico irlandés echando balones fuera y asegurando que fue la SVT quien dictaminó la política de banderas, como se hizo en la edición anterior. El ente organizador también ha aclarado que esta regulación se revisará en 2025 con la nueva televisión anfitriona, la SRF.