Según publica el medio italiano ANSA Piemonte, la pasada edición de Eurovisión 2022 habría sido el objetivo de una serie de ciberataques lanzados por hackers filorrusos, tanto durante la primera semifinal como en la Gran Final del sábado. Al parecer, dichos ataques habrían ido dirigidos específicamente a interrumpir algunas de las actuaciones y alterar el recuento de las votaciones, lo que habría imposibilitado un correcto desarrollo del show. Por fortuna, fueron neutralizados por un equipo especial de técnicos y policías especializados en crimen cibernético, en colaboración con expertos de la RAI y de Eurovisión. En total, más de cien personas, que efectuaron un seguimiento de miles de horas para evitar las posibles consecuencias negativas.

Un análisis más exhaustivo de los ataques, de tipo DDoS (destinados a interrumpir el tráfico en un servidor o red), reveló la participación de los llamados “ordenadores zombis” procedentes del extranjero. Concretamente, los responsables parecen pertenecer al grupo killnet, de afiliación filorrusa. También consiguieron llegar a diferentes páginas institucionales del gobierno italiano, como la del Ministerio de Defensa o la del Senado, que llegaron a dejar de funcionar durante una hora.