No es fácil ser favorito en Eurovisión, siempre habrá alguien dispuesto a decir que no es lo suficiente bueno o merecido, por esto y por lo otro. Si a ello le sumamos que el año de reinado ha durado el doble de lo previsto, se multiplica la presión. Y ya ni hablemos si además eres el “rarito”.

Dadi Freyr estaba llamado a ganar en 2020 y salía en la pole para este 2021 pero, cuando presentó su nueva candidatura, se generó una reacción en contra pocas veces vista hacía un favorito en la carrera hacia el festival. Sobral puede dar buena fe. Ciertamente, la estrategia de presentación hizo aguas y, a la filtración de la canción, se le añadió una actuación en directo en un escenario poco adecuado, para más inri, la misma noche de la gran final del Melodifestivalen. Las comparaciones son odiosas.

10 Years, precisamente, ha tenido desde la primera escucha la carga de ser comparada con su predecesora Think About Things. Sí, no tiene ese mismo gancho ni entra tan fácil, pero parece creíble que a quien le guste una debería como mínimo agradarle la otra, como la secuela de una saga cinematográfica que, quizá, nunca pueda estar a la altura de la original, pero sus fans sigan disfrutando de su universo. Después vino el videoclip, probablemente el mejor de la edición, pero tampoco fue suficiente.

Después de dar por muerta a Islandia y camino al entierro, Dadi y sus Gagnamagnid resucitaron como los superhéroes que son dispuestos a librar la batalla final. Hoy en su debut, por fin, en el escenario eurovisivo, recuperaron parte de su magia y poder, ese que nos hechizó en el Söngvakepnnin 2020 (y 2017), añadiendo un bonus de referencias gamer y noventeras. Digamos lo que digamos nosotros, los eurofans, aquí sigue una posible ganadora de cara a la galería.

Otra batalla, la de las divas, se salda por el momento con dos (cuatro) candidatas al trono, por una parte, la representante sanmarinense Senhit ha superado con creces su prueba de fuego ofreciendo un carnaval veneciano de máscaras, colores y muchas sonrisas y, por la otra, las abanderadas serbias Hurricane se han reivindicado como un fenómeno pop que va mucho más allá de su imagen. Ambas han sido muy inteligentes conteniendo sus excesos, refinado su propuesta y, especialmente, aprovechando al máximo todas las bonanzas de su participación en el Eurofestival.

Y, ahora, hablemos de una guerra fraternal entre hermanas, la de las hijas del Dream Team. A una nos la vendieron como lo nunca visto, a la otra como lo mejor escuchado, y ni tanto ni tan calvo. Lo mejor de la actuación de Stefania es ella, su voz, su belleza y, a pesar de su juventud, su seguridad escénica. La actuación, bien, notable, pero nada a lo que no nos tenga acostumbrado este equipo ni que no hubiéramos visto, aunque sea parcialmente, en otros de sus anteriores productos. El caso de Natalia Gordienko sí es más curioso, pues después de la hipoglucemia que ha rodeado su presentación en sociedad cual llavero de Kirkorov, han tratado de rebajar tanto la sobredosis de azúcar que le han quitado toda la gracia.

Finalmente, en la pelea de gallitos, sí tenemos un claro vencedor. El austríaco Vincent Bueno propone una bellísima actuación, huyendo de las obviedades y recursos lacrimógenos de LA TEMÁTICA, dando todo el protagonismo a las luces y las sombras. Eso, su bonita canción y su preciosa voz, ni más ni menos. El estonio Uku Suviste se mantiene en su esencia del Eesti Laul, con nuevos y sutiles matices; el checo Benny Cristo se queda a medio gas confiándolo prácticamente todo a su carisma, mirada y sonrisa, que no es poco; y el polaco Rafal naufraga en el enésimo revival ochentero, a pesar de su buena voluntad.

Mañana será el turno de Georgia, Albania, Portugal, Bulgaria, Finlandia, Letonia, Suiza y Dinamarca completando los primeros ensayos individuales de la segunda semifinal de Eurovisión 2021.

#EUROENSAYOS10M: Notas

1º. Islandia: 10
2º. San Marino: 9
3º. Serbia: 9
4º. Austria: 9
5º. Grecia: 7
6º. Moldavia: 6
7º. Estonia: 6
8º. Chequia: 4
9º. Polonia: 3