Hungría 'ni confirma ni desmiente' su participación en Eurovisión 2020
Hungría está protagonizando el gran eurodrama de esta pretemporada eurovisiva con su ambigüedad de cara a la próxima edición del festival. Después de ocho años de clasificaciones consecutivas para la gran final, una racha positiva solo superada por Suecia, la segunda intentona de Joci Papai este 2019 dejaba a la delegación húngara en semifinales por primera vez desde 2009. Ahora, el principal canal de la televisión pública, Duna, ha anunciado que su tradicional preselección, el A Dal, celebrará una nueva edición sin estar vinculada a Eurovisión.
“En vez de participar en Eurovisión en 2020, nosotros apoyaremos directamente las grandes producciones creadas por las estrellas del pop húngaro. Duna ayudará al ganador del A Dal con numerosas oportunidades promocionales y actuaciones en los escenarios de los más prestigiosos festivales locales. Adicionalmente, el ganador será premiado con un trato especial en Petőfi Radio así como en el desarrollo de su carrera artística posterior”, rezaba el comunicado de Duna.
La desvinculación del A Dal con Eurovisión, por lo tanto, no implica la retirada de Hungría del festival o, al menos, no se ha oficializado por el momento por ninguna de las partes. Esta ruptura, sin embargo, sí refleja que las cosas están muy feas. Duna, u otro canal estatal secundario, podría ofrecer al ganador del concurso nacional ir al europeo con la misma u otra canción. Una invitación directa que podría ser extensible a cualquiera de los participantes. También cabe la posibilidad de que la desvinculación sea plena, pero pueda optarse por una elección interna u otro formato de preselección. Todos estos escenarios, no obstante, no habrían comenzado ni siquiera una fase de desarrollo, según apunta la prensa húngara.
LA ELIMINACIÓN EN TEL AVIV 2019, LA PUNTILLA A LA CRISIS DE AUDIENCIAS
Eurovisión lleva unos años cosechando pésimas audiencias en Hungria. Tan solo 145.000 espectadores y un 5,8% share siguieron el festival de Tel Aviv, un dato que podría tener cierto sentido por la eliminación en semifinales de Joci Papai, pero que no fue mucho mejor en Lisboa 2018 cuando los finalistas AWS solo sedujeron a 304.000 personas.
Sí sorprende el hecho de que Duna decida continuar con el A Dal, en la que sería su novena edición desde su estreno en 2012, cuando en la pasada temporada también cosechó los peores registros de su historia con una final solo vista por 337.000 televidentes y un 10,7% de cuota. Algunos de nuestros lectores quizá también desconozcan que las referencias a Eurovisión en la preselección eran escasas, por no decir nulas, no queriendo relacionar en la práctica “su concurso” con “el europeo”. Los fans húngaros, además, llevan años protestando por la indiferencia que su televisión pública muestra hacia Eurovisión.
Conversación
Tiene pinta de que se largan. Entre que pasan olímpicamente y los datos de audiencia son pésimos... Aunque también lo son en Rumanía y ahí siguen.
Yo no descartaría una cacicada a la turca. Teniendo en cuenta quién gobierna, es posible que no les guste ver "tanta libertad" en la televisión pública.