Historia de las repescas en el Melodifestivalen

En 2002 Christer Björkman llegó a la dirección artística del Melodifestivalen. Ya en su primer año, el representante sueco en 1992 realizó un cambio drástico en el festival, pasando de un único show de diez canciones a un tour con galas a lo largo y ancho del país. El modelo empezó siendo similar al actual, con cuatro semifinales celebradas en ciudades distintas cada año, y ocho artistas, siete desde 2015, de los cuales dos pasaban a la final y otros dos a una repesca que ha cambiado su sistema a lo largo de los años.

PRIMERAS EDICIONES

En su primer año el Andra Chansen (Segunda oportunidad) se llamó Vinnarnas val (La elección de los ganadores), y consistía en un panel de antiguos campeones que debían elegir sus dos canciones favoritas de entre las 8 clasificadas para esta repesca. Las dos elegidas completaban la final de 2002. El jurado de aquella primera repesca contaba entre otros con invitados de lujo como Charlotte Perrelli, Nanne Grönvall o Roger Pontare. La gala se celebró en los estudios de la SVT y las actuaciones fueron las mismas que en las semifinales.

Este sistema duró sólo un año, pues ya en 2003 se estableció una repesca similar a la actual en la que votaba el público, llamada Tittarnas val (La elección de los espectadores). Al igual que el año anterior, las dos canciones más votadas pasaron a la final. Entre 2003 y 2006 el formato fue el mismo, de las ocho canciones que habían quedado en tercer y cuarto puesto en cada semifinal el público elegía dos. El programa se retransmitía justo el día después de la 4ª semifinal, con las mismas actuaciones de las semifinales.

En 2004, ya bajo la denominación de Andra Chansen, se celebró en el hotel del excomponente de ABBA Benny Andersson. Shirley Clamp, que fue repescada en el Andra, se quedó a las puertas de ganar la preselección con “Min Kärlek”.

En 2005 hubo ligeros cambios, pues se realizaron dos rondas de votación en lugar de una. El Andra se celebró esta vez en la discoteca Berns y el público sueco dejó fuera de la final a toda una ganadora de Eurovisión como Katrina, que quedó 3ª en su semifinal y 6ª en el Andra.

DUELOS Y EXPERIMENTOS VARIOS

2006 fue el último año con este sistema, ya que en 2007 se incorporaron por primera vez los duelos y se realizó un show como tal, con actuaciones en directo. A diferencia del sistema actual, eran sólo dos los huecos en la final, por lo que para llegar había que ganar dos duelos.

La edición de 2009 fue el año en el que más cambios sufrieron tanto el propio festival como la repesca. En esta ocasión los cuatro más votados de cada semifinal pasaban a una ronda de duelos. El ganador de cada duelo iba a la final y el perdedor al Andra. El sistema de 2009 tiene tela, pues se introdujo por primera vez el jurado internacional, cuya función era elegir en cada semifinal una canción de entre las que no llegaron a la final. Por lo tanto la finalista número 11 de esta edición fue Sofia, pese a quedar 7ª en su eliminatoria.

El Andra Chansen siguió el mismo sistema que el año anterior, y fueron Sarah Dawn Finner y Caroline af Ugglas quienes pasaron el corte. Esta última quedó segunda en la final, muy cerca de Malena Ernman y a punto de convertirse en la primera ganadora repescada.

A partir de 2010 se vuelve al sistema habitual de semifinales, sin duelos. Por su parte el Andra se mantuvo igual, con dos plazas en la final en juego y la necesidad de ganar dos duelos para conseguir una de ellas. Así se mantendría hasta 2015. Habitualmente las canciones que han llegado a la final a través del Andra Chansen no han dado mucha guerra, exceptuando los casos de Shirley y Caroline y los dos terceros puestos de Alcazar tras pasar por la repesca.

UN GANADOR REPESCADO

La excepción tardaba en llegar y fue en 2013 cuando Robin Stjernberg, tras quedar tercero en su semi, pasó la repesca y se proclamó también ganador del Melodifestivalen. Hasta entonces ninguna canción se ha vuelto a proclamar ganadora sin haber pasado directamente a la final. El caso de Robin es llamativo porque además de quedar tercero tras Ralf Gyllenhammar y Ulrik Munther, este con casi el doble de votos, en el Andra tampoco fue la canción con mayor número de votos. Anton Ewald con “Begging” tuvo más que él en las dos rondas de votación.

2014 fue el último año en el que hubo 8 canciones por semifinal y 32 participantes totales. Ese año, otra ganadora de Eurovisión como Helena Paparizou tuvo que luchar en el Andra por una plaza en la final, en la que consiguió alcanzar el cuarto puesto.

En 2015 el cambio en el número de participantes hizo cambiar también el sistema del Andra Chansen, que pasó de dar dos plazas en la final a cuatro, por lo que a partir de entonces sólo sería necesario ganar un duelo para alcanzar la última gala, de 12 participantes. Entre 2015 y 2021 se mantuvo prácticamente el mismo formato, con ligeras modificaciones de año a año. De cara a 2022 se sustituyeron los duelos por grupos y se eliminó la clásica denominación de Andra Chansen, pasando a ser simplemente la Semifinal.

NUEVO SISTEMA EN 2023

La quinta gala también tendrá cambios este año, dejando atrás duelos y grupos para dar paso a una votación completamente abierta, en la que los ocho artistas se enfrentarán entre sí, todos contra todos. Otro cambio es que durante la retransmisión se informará a los espectadores de qué canciones están clasificadas de manera provisional. Después se anunciarán los resultados definitivos.

En la quinta gala del Melodifestivalen 2023 habrá artistas que ya saben lo que es pasar por la repesca con éxito. Sin ir más lejos, Theoz llegó a la final en la pasada edición vía semifinal. También repescaron en 2008 al grupo Nordman, en uno de los duelos más sonados de la historia del festival tras dejar fuera a dos históricos como Carola y Andreas Johnson. La experiencia de repesca fue distinta para Victor Crone, que se quedó fuera en 2015. También estarán los debutantes Tennessee Tears, Elov & Beny, Melanie Wehbe y Kiana, además de la experimentada Mariette, que en sus cuatro anteriores participaciones llegó a la final con pase directo.

EL PASO POR LA REPESCA: TRÁMITE PARA UNOS, CALVARIO PARA OTROS

Para algunos pasar por la repesca ha supuesto siempre un mero trámite para llegar a la final. Es el caso de Magnus Carlsson, que ha pasado el corte las tres veces que ha recorrido este camino, una de ellas con Barbados y las otras dos con Alcazar. Otro de los que tiene un 100% de efectividad es Felix Sandman, que cada vez que ha participado en el Melodifestivalen ha tenido que pasar por el Andra, primero con FO&O y luego en solitario. Pese a ello, en 2018 estuvo cerca de ganar el festival, por detrás de Benjamin Ingrosso.

A otros no les ha ido tan bien, clásicos de la preselección como Andreas Johnson o la propia Loreen, han caído cada vez que han pasado por el Andra. Tres veces en el caso de Andreas y dos para Loreen, que se quedó en el camino con My Heart Is Refusing Me y Statements.

Este sábado conoceremos qué cuatro artistas se sumarán a los ocho finalistas directos y completarán la gran final del Melodifestivalen, donde jurado internacional y televoto escogerán al sucesor de Cornelia Jakobs en Liverpool. El triunfo de Loreen parece claro, por lo que será complicado que diez años después alguno de los repescados sea capaz de repetir la hazaña de Robin Stjenberg.