Francia eligió primero la canción y después la voz de Tom Leeb para su participación en Róterdam

Tal y como ha informado la directora de entretenimiento de France Télévisions y nueva jefa de la delegación francesa para Eurovisión, Alexandra Redde-Amiel, el proceso de selección del representante de Francia para Róterdam se realizó de manera interna y fueron 10 los periodistas que decidieron de entre todas las canciones recibidas cuál iría a Eurovisión 2020. Después se buscó la voz, siendo Tom Leeb el elegido.

Sobre la canción, la jefa de delegación francesa ha declarado que «fue amor a primera vista para todos. Teníamos tres criterios principales para decidir: que la canción hiciera vivir toda una experiencia a la audiencia, que fuera universal y que emocionase». Además, Xavier Bonnetain, director musical de France TV Distribution, explicaba el porqué de la elección de esa canción: “Cuando el comité de escucha nos reunimos, revisamos más o menos unas treinta canciones. La verdad que por momentos fue algo difícil de digerir. Pero hubo algo que nos hizo estar seguros de que la canción elegida es la idónea porque la escuchamos en medio de otras y de repente olvidamos todas las anteriores y las cinco que la siguieron. Eso es sin duda una señal de que tenía algo especial y diferente. Y eso mismo fue lo que nos llevó a pensar que el día de la gran final de Eurovisión esta canción podría impresionar y, al igual que con nosotros, podría llevar a la audiencia a olvidar las otras canciones en competición».

Después de encontrar la canción, el comité buscó una voz y un artista que pudiera darle vida. «Fue bastante rápido. Dentro del equipo todos seguimos la trayectoria de nuevos talentos en la música francesa. De entre ellos, había uno que combinaba todo lo necesario que la canción necesita. Y ese era Tom, un artista moderno, carismático, atractivo y con un toque folk muy interesante para enriquecer aún más la propuesta», comentaba el director musical. «Fue un momento mágico cuando Tom escuchó la canción. Todos los planetas se alinearon en ese momento. Francia lleva a Róterdam una canción y un cantante moderno y universal. Pensamos que estamos muy cerca de poder llegar a alcanzar el micrófono de cristal», afirma Alexandra Redde-Amiel.