Euroflashback 1968: Cuando España ganó Eurovisión
Imagen: Manuel Rivero · Fuente: eurovision-spain.com
La sexta nota musical del pentagrama. Artículo femenino singular. Al nombre es anterior, que cantaban en Sonrisas y lágrimas. LA. Así, en mayúsculas. LA, LA, LA. Para siempre. Eurovisivamente, por supuesto. Esta fue la clave del éxito del primero de los dos únicos triunfos de España en el Eurofestival. Toda una hazaña de la que hoy se cumplen nada más y nada menos que 50 años. La protagonista, Massiel, a quien Eurovisión marcaría su carrera para bien o para mal.
Durante la década de los años 60's, el Régimen en su afán aperturista de cara a Europa se apoyó en su evento por excelencia que concentraba ante el televisor a más de 200 millones de personas. La edición de 1968, la número 13, presentada por la recientemente fallecida Katie Boyle, fue además la primera en retransmitirse en color a siete países, aunque en España seguíamos en blanco y negro.
Massiel llegaría al Royal Albert Hall de Londres, sede del certamen, por casualidades del destino, después de que el intérprete original de La, La, La, Joan Manuel Serrat, exigiera a solo 11 días del festival cantar en catalán una canción que ya había grabado y promocionado por casi toda Europa ante el estupor de las altas esferas de TVE. La intérprete madrileña se convirtió así en el símbolo para una España que estaba despertando de una dictadura que, no obstante, también asumió el éxito como propio. Y es que la polémica ha acompañado durante estos 50 años a la primera y única victoria española en solitario en el festival, acusaciones de tongo incluidas.
6 de abril de 1968. Massiel salió al escenario a sus 20 años, dulce y risueña, con un icónico vestido de Courrèges, comprado por ella misma días antes en París. Rafael Ibarbia, el director de orquesta, arregló y aceleró la canción compuesta por el Dúo Dinámico para adaptarla a los 3 minutos reglamentarios, dontándola de mayor fuerza y viveza. La joven clavó su actuación, con una voz e interpretación deslumbrantes y una actitud inmejorable. El locutor Federico Gallo narró emocionado el triunfo en TVE, mientras que en el jurado nacional Natalia Figueroa llegó a comparar a Massiel con Agustina de Aragón.
Previamente, la preselección estuvo cargada de lo que hoy en día llamamos Eurodrama. Raphael fue, de nuevo, la primera opción, pero se negó a actuar por tercera vez, y la casa de discos Zafiro-Novola presentó en diciembre de 1967 una cinta con las canciones La, La, La, de Ramón Arcusa y Juan de la Calva, Titiritero de Joan Manuel Serrat y Nos falta fe de Juan y Junior. TVE se decantó por la candidatura del Dúo Dinámico pero en la voz del catalán. El productor Arthur Kaps envió la obra a Alemania para que fuera adaptada por el músico Bert Kaempfert. Joan Manuel, junto a su representante Lasso de la Vega, decidieron hacer además la versión en catalán para la marca EDIGSA que producía todas las canciones de los artistas de la Nova Canço.
El lunes 25 de marzo el diario barcelonés Tele-Exprés (número 1.098) publica: Serrat no cantará. El martes 26, toda la prensa española recoge su comunicado, y también el de TVE. La televisión pública lo destituye de inmediato, expresando “el mayor respeto a una lengua que forma parte del patrimonio cultural de nuestra patria”, y alegando que el deseo del cantautor no había sido expresado ni mucho menos pactado anteriormente. Además, se reservaba el derecho a emprender las acciones legales pertinentes. Ese mismo día se anticipaban los primeros sustitutos, Massiel, Marisol y Rosalía, mientras que se descartaron los del Dúo Dinámico, que compartían representante con Joan Manuel Serrat, pero pertenecían a otra discográfica, y el de Karina en pleno apogeo.
TVE se decide finalmente por Massiel, que se encontraba de gira por México, y vuelve a España a pesar de la negativa de su padre y mánager, Emilio Santamaría, que le estaba labrando una prometedora carrera en América. El mismo martes 26 llegan a Madrid, se van directamente a TVE, graban la canción en español, inglés y alemán en menos de 24 horas, y al día siguiente viaja a París donde actúa en radio y televisión, y al otro continúa la promoción en Belgrado. Solo cinco días después comenzarían los ensayos en la capital británica.
“Me interesa hacerlo bien y ganar mucho dinero”, confesaba Massiel los días previos a José María Íñigo, también presente en Londres. Durante los ensayos, el todavía desconocido Julio Iglesias se coló en su camerino para desearle suerte, la que el mismo tendría poco después ganando el Festival de Benidorm con La vida sigue igual. “Eurovisión me destrozó la vida, tendría que haberme quedado cosechando éxitos en América”, confiesa ahora en el último número, de abril, de la revista Vainty Fair, consciente como tantas otras estrellas de que su gran carrera artística quedó eclipsada por este gran éxito. También pone nombre a una de las personas que más le ha perjudicado, Emilio Aragón. “Él era el dueño de la productora de Qué Me Dices, donde cada día durante ocho meses emitieron un vídeo en el que decían que estaba borracha porque estaba bailando”. Otro estereotipo con el que siempre ha tenido que lidiar.
La relación de Massiel con El Dúo Dinámico tampoco fue buena. Frases como “ni la falta de Serrat es tan grande, ni el triunfo en el festival tan importante”, “La, la, la no es nuestra mejor obra, nosotros hubiésemos votado a Congratulations” o “La canción ya era ganadora antes de Massiel”, de hoy mismo en ABC donde Ramón Arcusa la llama hasta dos veces mezquina, no han ayudado mucho a rebajar la tensión. Las fricciones comenzaron al día siguiente de la victoria, cuando en una entrevista de radio insinuaron que la madrileña estaba tapando la triste situación en del catalán en el exilio, algo que ofendió profundamente a Massiel y los enemistó para los restos.
Lo único que los une, que no es poco, es el La, La, La. Número 1 de ventas en España, también cosecharía un éxito notable en Alemania, Austria, Países Bajos, Noruega o Suiza, y vendería más de un millon de copias en todo el mundo. Además de las versiones de Massiel y Joan Manuel Serrat, se han hecho un total de 60 en 55 países.
De vencedora a vencido. El británico Cliff Richard, de origen indio, partía como absoluto favorito con Congratulations y su éxito arrollador junto a The Shadows, pero se quedó a un puntito de La Tanqueta de Leganitos. España no debe de ser uno de sus países favoritos, pues de nuevo en 1973 y ya como una estrella consagrada, volvió a repetir y volvió a quedar por detrás, en esta ocasión, de la ganadora Anne Marie David y Mocedades. La francesa Isabelle Aubret, quien ya había ganado en 1968, cerró el podio con la sobria La source.
Cuarta, Irlanda, con la preciosa Chance of a lifetime de Pat McGeegan, cuyo hijo Barry fue uno de los boxeadores más famosos de la historia; mientras que Suecia, apostó por Claes Göran Herderström y la muy a la moda Det börjar verka kärlek, banne mej, quinto.
Alemania con Ein hoch der liebe de la divertida Wenche Myhre se clasificó en sexta posición cantando que “viva el amor”. Un peldaño por debajo se quedó Yugoslavia con la banda croata Dubrovacki Trubaduri y su Jedan dan, vestidos de juglares medievales, y cuya formación para adaptarse a las reglas de la época tuvo que reducirse a dos solistas, Luci Kapurso y Hamo Hajdarhodžić, y a tres coristas. Italia no pasó del número 10 con la pesada Marianne de Sergio Endrigo, intérprete que venía de ganar Sanremo.
A las puertas del top 10 se quedó el Verao del portugués Carlos Paiao, aunque peor le fue a Austria con el famoso Karel Gott con Tausend Fenster, compuesta por el ganador Udo Jürgens, decimotercero. Finlandia cerró la tabla con un único y solitario punto para la pizpireta Kristina Hautala y Kun kello kay.
Durante las votaciones, Reino Unido, Francia y España se fueron intercambiando las posiciones de liderazgo, pero los británicos marchaban en paso firme hacia la victoriahas que Alemania y Yugoslavía metieron dos bombazos. Primero, los alemanes concedieron seis de 10 puntos posibles a España, posicionándose en el primer puesto por un punto sobre el Reino Unido. Finalmente, Yugoslavia no votó ni a españoles ni a británicos dando a TVE su primer oro eurovisivo.
La presunta compra de votos achacada al Régimen, comentada por el propio José María Íñigo en el año 2008 en LaSexta, al que después acusó de manipular sus palabras, y mediatizada en toda Europa llegando a conceder declaraciones el propio Cliff Richard o Isabelle Aubret, se basa en la adquisición de series y películas y la promoción de cantantes de diversos países europeos, en especial de Bulgaria y Checoslovaquia, a cambio de un trato de favor. Lo cierto es que ninguno de los dos países formaban parte de la UER en la época, ni existe prueba o indicio alguno para restar valor a la victoria española.
1968 no fue un año cualquiera. Desde la muerte del Ché Guevara al mayo francés, pasando por la Primavera de Praga, los hippies, el festival de Woodstock, el auge y fracaso de la revolución cultural china, la ofensiva del Tet en Vietnam fueron la crónica de un mundo en cambio. El 5 de junio, el presidente de los Estados Unidos fue asesinado de un disparo. Mientras en España, el franquismo permitía para lavarsu imagen la enseñanza del euskera en las escuelas públicas, en el Vaticano, el Papa Pablo VI condenaba el uso de los anticonceptivos.
La revolución también llegaba a la televisión española gracias al productor rumano Valerio Lazarov y sus innovadoras y vanguardistas técnicas como el zoom. Las familias se sentaban juntas frente al receptor para ver las Galas del Sábado de Joaquín Prat y Laurita Valenzuela, a la vez que se estrenaban series de importación como La Familia Addams, Flipper, Ironside o Los Invadores. En las salas de cine triunfaban El Planeta de los simios, 2001, una odisea del espacio, La extraña pareja, La noche de los muertos vivientes o Yellow submarine. El Óscar fue para Oliver, basada en el musical del mismo nombre.
Deportivamente, los Juegos Olímpicos de México reivindicaron el Black Power con Tommie Smith y John Carlos, atletas, brazo en alto, después de que por vez primera una mujer encendiera el pebetero. Nacieron Celine Dion, Kylie Minogue, Anastacia, Alejandro Sanz, Will Smith, Chayanne, Sabrina, Felipe VI o Iñaki Urdangarín y perdimos al asesinado Martin Luther King o Yuri Gagarin, que no Gagarina.
El pop español comenzaba a brillar en plena efervescencia ye-ye y, para ejemplos, los del Corazón contento de Marisol o Las flechas del amor de Karina. En el apartado melódico, Digan lo que digan, mandaba Raphael, mientras que Juan Pardo le cantaba a la Anduriña. Y otro eurovisivo, y también catalán, Peret, no dejaba de buscar Una lágrima en la arena. Internacionalmente arrasaban Barry Ryan con Eloise y Tom Jones con Delilah, además del Think de Aretha Franklin y Those were the days de Mary Hopkin dos años antes de su paso por el festival.
Y, por si no hubiéramos contado lo suficientemente bien Eurovisión 1968, el triunfo de Massiel y toda la historia, la familia Alcántara os cuenta como lo vivieron ellos. Ojalá que pronto lo podamos vivir nosotros también. “Yo canto a la mañana…”.
Conversación
La victoria de Massiel fue más que merecida, su presencia en el escenario fu excelente y su directo de 10, y tengo que decir que la victoria española fue sorpresiva, porque he leido que el comentarista de TVE de ese año, Federico Gallo creía que Spain hiba a terminar de última por los cambios de ultima hora, pero bueno ya sabemos lo que paso. Por cierto como anecdota, cuando proclamaron a Massiel como ganadora, ella repitio la actuación cantando el estribillo en ingles, que curioso no?.