Euroflashback 1964: Cuando Italia por fin tuvo edad para amarte
![Euroflashback 1964 gigliola cinquetti](https://eurovision-spain.com/wp-content/uploads/fly-images/75411/1964-3200x1680-c.jpeg)
Eurovision-Spain reanuda sus viajes por el tiempo y, en esta ocasión, con destino a 1964. Esta será, sin embargo, una travesía a ciegas pues, salvo la actuación ganadora, no se conserva ninguna imagen debido a un incendio en los estudios de la DR en la década de los 70 que redujo a cenizas el máster. Ninguna televisión europea tiene a priori una copia, si bien el Instituto Nacional del Audiovisual Francés afirma en su web oficial tener catalogado un documento, no disponible para su visionado en la propia página, y la BBC británica encontró durante una limpieza rutinaria de sus archivos una carátula vacía con el nombre Eurovisión 1964. También existe la leyenda urbana de que TVE destruyó en la época su cinta. Sí podemos disfrutar sin embargo de la transmisión íntegra por radio… Y de dos minutos y 47 segundos que un eurofán rescató en 2021. El usuario DYLCWS compartió en la web Reddit un archivo inédito en el que se puede ver a la italiana Gigliola Cinquetti recién proclamada ganadora, a la presentadora dando paso a la entrega del premio, un plano general del público y aproximadamente un minuto y medio de la segunda actuación de Non ho l’età.
El usuario cuenta que durante meses contactó con todas las televisiones europeas que habían emitido el concurso para saber si disponían de algún tipo de material audiovisual. Todas las respuestas fueron negativas, salvo la de Finlandia, quien le vendió este material de un valor emocional y documental extraordinario. La televisión pública danesa, sin embargo, prohibió a DYLCWS que pueda subir el vídeo a YouTube para que todos los fans puedan disfrutar del mismo por derechos de autor. Según la memoria histórica, el incendio destruyó la única copia, pero el canal negó esta versión afirmando una teoría mucho más sencilla: «No se grabó, al igual que tampoco lo hicieron con ninguna de las ediciones del Dansk Melodi Grand Prix de 1957 a 1966″.
NEVER SEEN BEFORE: ACTUAL TV BROADCAST FOOTAGE OF 1964 EUROVISION SONG CONTEST
byu/DYLCWS ineurovision
La novena edición del festival se celebró el 21 de marzo de 1964 desde el Tívoli de Copenhague, sede también de esa edición del Dansk Melodi, y el segundo parque de atracciones más antiguo del mundo con capacidad en ese momento para 2.000 espectadores. Lotte Waever fue la maestra de ceremonias, introduciendo la gala en inglés y francés, y continuando la conducción en danés. 16 países participaron en la competición con un único debut, el de Portugal con la Oraçao de Antonio Calvário, quien tiene el dudoso honor de ser la primera candidatura en estrenarse con 0 puntos. Nuestros vecinos compartieron el farolillo rojo con la alemana Nora Nova, el yugoslavo Sabahudin Kurt y la repetidora suiza Anita Traversi. Esta fue también la primera vez que organizó un país nórdico, Dinamarca, y la primera ocasión que ganó uno sureño, Italia. Y precisamente ella, Gigliola Cinquetti con la citada Non ho l’età, autoría de Nicola Salerno y Mario Panzeri, tiene otro récord, el de la vencedora más joven, con 16 años y 92 días, hasta la llegada de la belga Sandra Kim en 1986, presentada oficialmente con otros 16 que en realidad eran tan solo 13.
Cada país tenía un jurado de 10 miembros que podía repartir un máximo de 9 nueve puntos, 5-3-1, 6-9 o 9. Finalmente, la joven italiana casi triplicó en votos al británico Matt Monro, el gran favorito, y su Love the Little Things (49 puntos frente a 17) pese a que no recibió apoyos de los jurados danés, español, francés y noruego, tras los 96 minutos de concurso y con una audiencia máxima de 100 millones de espectadores. Un certamen con marcado carácter político por la presencia española y lusa y donde, a la conclusión de la actuación de Suiza, un hombre irrumpió en el escenario con una pancarta donde se leía Boicot a Franco y Salazar (fue multado con 500 coronas danesas), muy al estilo del incidente con Surie en 2018, y mientras esto acontecía la cámara enfocó el panel de votaciones para evitar la imagen de bochorno en Europa, de ahí que España optó por emitir los espectáculos internacionales desde entonces con segundos de retraso, al igual que ya se ha hecho en sitios como la final de la Superbowl.
Tres conjuntos de paneles con medallones que enseñaban típicas vistas de Dinamarca formaban un modesto escenario que estrenó la actuación de la Guardia Real Danesa y en cuyo interval actuó el ballet Harlequinade. La gran ausencia la protagonizó Suecia por una huelga de artistas que impidió celebrar el Melodifestivalen aunque sí emitió el concurso, y la anécdota la puso Países Bajos al ser el primer país en enviar a un representante con ascendencia no europea, ya que Anneke Grömloh era de origen indonesio; si bien los TNT, a su vez el primer grupo de tres o más miembros en el ESC –aunque tuvieron que asistir oficialmente como la solista Nelly y sus hermanos Tim y Tony–, eran italouruguayos. Nelly fue también la única artista en recurrir a un accesorio durante su interpretación, una caracola que ilustraba la canción. El austriaco Udo Jürgens, que repitió los dos años siguientes ganando al tercero, fue el primero en sacar a escena un piano.
Cinquetti, que había ido a San Remo de la mano del empresario Gianni Ravera, pasó a los anales de la historia de la música, no solo del festival, con una canción convertida en histórica, además de inscribir el primero de los tres triunfos hasta el momento de su país en el palmarés eurovisivo. Se palpaba ya cuando tuvo que salir al escenario para saludar tras las ovaciones a su actuación, repetida por la BBC la tarde siguiente sin estar en su escaleta de previsiones. Curiosamente, Italia no recibió puntos de Dinamarca, Noruega, Francia y España, y sí la máxima anotación procedente desde Luxemburgo, Países Bajos, Finlandia, Austria, Reino Unido, Portugal, Yugoslavia y Bélgica. No hace falta decir que grabó la composición en español, época en la que propició que tuviéramos ya edad para amarla. Su éxito hizo que también se le pudiera escuchar en inglés, francés, alemán y japonés y versionada en multitud de idiomas por otros artistas.
Gigliola retornó en 1974 al festival y quedó en un sobresaliente segundo puesto, con 18 puntos, a seis de los apoteósicos ABBA y su Waterloo. La transalpina acudió a Edimburgo con el tema Si (Sí), tema con la firma de Corrado Conti, Lorenzo Pilat, Daniele Pace y Mario Panzeri. La canción desató una gran polémica. Llegó a ser censurada por la RAI, la cadena que la había propuesto, por considerarla un posible mensaje de propaganda subliminal a favor del sí en el referéndum sobre el divorcio que tendría lugar en Italia el 12 de mayo. Posteriormente, tras el segundo triunfo de Italia en Eurovisión, se le ofreció presentar el certamen de 1991 en Roma, junto al otro vencedor italiano: Toto Cutugno. El colofón llegó en 2022, cuando la pudimos ver en el interval de Turín, así como en San Remo 2024.
Abrió el certamen el luxemburgués Hugues Aufray con Des que le printemps revient (14 puntos para un gran cuarto puesto), de aires latinos aunque él era fan de David Bowie y hasta cantó para Luther King dos años después, hasta que en 2002 se metió en política para apoyar al candidato galo Jacques Chirac. La belga Anneke, décima con 2 puntos, que pasó los primeros años de su vida en un campo de concentración japonés, fue premiada esa edición por la prensa internacional y el público; mientras que el noruego Arne Bendiksen con Spiral (octava con 6 puntos) regresó cuatro veces más como compositor. El anfitrión Bjorn Tidmand y su Sangen om dig (noveno con 4 votos) se sacó la espina del anterior año que fue segundo en el Dansk Melodi con Amiga mía, al tiempo que la finlandesa Lasse Martenson y su Laiskotellen logra lo propio pero se consoló con la séptima plaza. Qué decir de Udo Jürgens, sexto con 11 puntos, con Warum nur, warum, y que en 1966 se coronó con Merci, Chérie, logrando en Luxemburgo el primer triunfo austriaco tras ser cuarto el año precedente. Con un millar de canciones, 50 álbumes y 100 millones de copias, le perdimos en 2014 de un paro cardíaco y a las puertas de ver la segunda victoria de su país de la mano de Conchita Wurst.
La francesa Rachel y su Le chant de Mallory compartió el cuarto escalón, mientras que el inglés Monro trató de inquietar a Gigliola, versionado luego el tema austriaco y atreviéndose con versionar el Yesterday de The Beatles, perdiéndolo en 1985 víctima de un cáncer. Sorprendió el monegasco Romuald con Ou sont-elles passees? al ser tercero siendo un desconocido y volvió en 1974 para ser cuarto. El belga Robert Cogoi no pasó del puesto 10 pero la palma se la llevaron el cuarteto del 0: la alemana Nora Nova, el portugués Antonio Calvario -nunca mejor dicho-, el yugoslavo Sabahudin Kurt y la suiza Anita Traversi. El festival, con todo, enamoró, porque Cinquetti demostró que se puede amar a cualquier edad aunque nos dijera lo contrario.
El 18 de febrero de 1964 se celebró la final de la preselección española que se celebraba en el programa Gran Parada presentado por Carmina Alonso y Ana María Solsona, escuchándose diez canciones que fueron interpretadas por Michel, Teresa María, Lolita Sevilla, Gelu, Alfredo Garrido, Lorenzo Valverde, Lita Torelló, Tito Mora y Claudia, todos ellos grandes figuras de la canción en los años sesenta y curiosamente ninguno representó a España en Eurovisión. Ya por la época franquista RTVE gastaba de las suyas y es que nadie entiende por qué quiso realizar esta criba para luego tirar de la elección interna. De hecho, con los votos que llegaron por carta postal ganaron Michel y Teresa María con Caracola, con más de 2.500 votos de ventaja frente a la folclórica Sevilla y Garrido, que interpretaron La niña del espejo.
Los TNT eran hermanos, su apellido era Croatto y habían nacido al norte de Italia. Emigraron en los años cuarenta junto a sus padres a Uruguay para trasladarse en 1959 a Buenos Aires. En 1960 graban su primer disco, Eso, eso, eso para la RCA Víctor. Fueron el primer grupo rock pop del área latinoamericana que hacían rock en español. Su éxito en esos países fue muy grande. Se erradican en España en 1962, pero sin el éxito de Latinoamérica, y el conjunto se separa en 1966. Su paso eurovisivo se resumió en un pobre puesto 12 con un solo punto -precisamente de la vincitrice Italia- que le salvó de compartir el farolillo rojo. Tim se traslada a vivir a Italia, donde se dedicará a la producción musical. Por su parte Nelly y Tony (que falleció en 2005 en Puerto Rico) siguieron cantando como dúo hasta 1974 en que ella se casa con un médico, ciñendo su carrera a Sudamérica.
Había comenzado ese año con grandes acontecimientos para la radio, al suprimirse la obligatoriedad de pagar un impuesto por poseer un aparato radiofónico. Un canon que perdura aún en países como Gran Bretaña donde se paga por la tenencia de una televisión. Una manera de costear este servicio. Una figura mítica de las 625 líneas de entonces, y también muy popular gracias a la televisión, inicia su singladura radiofónica en Radio Madrid: Joaquín Prat. Una época en la que se popularizan los programas para «descubrir nuevas estrellas de la canción». Triunfa Radioscope con Salvador Escamilla a la cabeza; la televisión se iba haciendo un hueco poco a poco. Series míticas como Los intocables, El Virginiano o Doctor Kildare consiguen hacerse un espacio en la programación y en el corazón de los televidentes. Todo ello en un año en el que la televisión pública inauguraba los Estudios de Prado del Rey de Televisión Española, todavía hoy en uso.
En 1964 los Sirex popularizaron aquel Si yo tuviera una escoba, mientras Conchita Velasco cantaba la Chica Ye-Yé. Por su parte, los Beatles estrenaban una de sus «psicodélicas» películas, ¡Qué noche la de aquel día!. Sonaban también el Dile de Luis Aguilé -que no de Beth-, aquel Tú serás mi baby de Los Surfs -que renació con Dirty Dancing– o el No tienes corazón de Petula Clarck.
El régimen dictatorial de Franco cumplía 25 años, algo que el caudillo decidió celebrar por todo lo alto. Precisamente coincidiendo con este aniversario se estrenaba la película de Sáez de Heredia Franco, ese hombre. Un retrato totalmente adulador y del gusto del dictador. Fuera de nuestras fronteras se estrenaba el film del oeste Por un puñado de dólares. Un director, Leone, que años más tarde rodaría numerosas películas en Almería aprovechando sus decorados naturales. Este año, una de las voces (gracias a su grito) más conocidas se apagaba ya que Johnny Weismuller, el Tarzán más querido, moría. Sin embargo, a España iban llegando poco a poco otros aires que ejemplificaba perfectamente la minifalda. Algo osado para aquellos años y que se ha convertido en un complemento canónico ya no solo para las mujeres.
También se conseguían los primeros titulares en el deporte. Antes de Indurain otro ciclista logró ganar el Tour de Francia: Francisco Bahamontes. Entre tanto, Alfredo Di Stéfano fichaba por el Espanyol mientras que se celebraban los Juegos Olímpicos de Tokyo, que por primera vez fueron seguidos mayoritariamente por la televisión. Eso sí, las cifras de televidentes no tienen nada que ver con las registradas el pasado 2008. Evocando que Benicio del Toro ganaba un Goya por su interpretación del Che Guevara, su figura está convertida hoy en un mito que precisamente aquel año pronunciaba un discurso ante la sede de Naciones Unidas. De esos que tampoco tienen edad para amarlos.
Fue un año que inmortalizó a Mary Poppins y Julie Andrews, y a piezas cinematográficas como My Fair Lady, Goldfinger, La caída del imperio romano, Las amistades peligrosas o Zorba el griego, mientras en España deslumbraba Marisol con La nueva Cenicienta o Búsqueme esa chica, y con canciones como Me conformo en un panorama musical donde brillaban Dean Martin, The Supremes, Mina, Roy Orbison, Frank Sinatra, Barbara Streisand, los Rolling Stones y The Beatles, que hacen su primera aparición en el programa de televisión The Ed Sullivan Show, siendo visto por más de 73 millones de personas. Se publicó además el álbum Beach Boys Concert, el primer trabajo en vivo de la banda.
Como en Copenhague, la televisión española concentraba al público en su única emisora con el programa Reina por un día o La familia Telerín, justo cuando en España se contabilizaban ya un millón de receptores. El 27 de octubre de 1964 se pudo ver en Baleares y Cataluña por primera vez la emisión de un programa en catalán: la obra de teatro La ferida lluminosa. Los niños se enganchaban a las historias de Bugs Bunny, Don Gato y el oso Yogui. El año en que Nelson Mandela fue condenado a cadena perpetua por sabotaje en Sudáfrica, nació el expresidente español Rodríguez Zapatero y murió uno de Los Hermanos Marx: Harpo. España ya vibraba con el fútbol, y más al conquistar la Eurocopa al vencer a la Unión Soviética en el Santiago Bernabéu por 2-1. Internacionalmente, se inauguró el World Trade Center en Nueva York, que se convierte en el edificio más alto del mundo con sus 411 metros de altura, y se emitió por primera vez el programa de televisión Bewitched, protagonizado por Elizabeth Montgomery. Pero pasaran los acontecimientos que pasaran, si por alguien nos quedamos embrujados ese 1964 fue por ella, Gigliola Cinquetti, a la que nunca dejaremos de amar.
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