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Euroflashback 1958: Cuando Italia consiguió «volar» y «cantar»… pero no ganar

Francia consiguió su primera victoria en la tercera edición de Eurovisión gracias a André Claveau y «Duerme, mi amor», pero sería Italia la que pasaría a la historia del festival con Domenico Modugno y Nel blu dipinto di blu, convirtiéndose en la canción más vendida del año en Estados Unidos, vendiendo 22 millones de discos y siendo el único tema eurovisivo y también el único no inglés en ganar dos premios Grammy. La CEE, la NASA, la perra Laika, Mortadelo y Filemón, Pelé, Diego Valor, La violetera, Jerry Lee Lewis o La bamba protagonizaron el año 1958
Igor Santamaría
Vicente Rico
Imagen: Manuel Rivero · Fuente: eurovision-spain.com
Publicado el día 17 de septiembre de 2018
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Euroflashback 1958 (eurovision-spain.com)

Euroflashback 1958: Cuando Italia consiguió «volar» y «cantar»… pero no ganar

El miércoles 12 de marzo de un 1958 todavía en blanco y negro se celebró Eurovisión en los Estudios de la AVRO en Hilversum, ciudad situada en el norte de Holanda y centro neurálgico de la televisión neerlandesa. Presentado por Hanni Lips sobre un escenario decorado con miles de tulipanes y rodeada por el barroquismo propio de la época, fue una edición marcada por «la primera vez». La primera vez que el país ganador organizaba el festival y la primera vez que este anfitrión se clasificaba en última posición, algo que no sucedería hasta este mismo 2018. También fue la primera victoria masculina, y la primera de Francia, y la primera que más de un país compartía el farolillo rojo. También podríamos decir que fue la primera vez que el ganador del festival a nivel comercial no sería el propio vencedor, algo que se repetirá en más ocasiones. 

El francés André Claveau con Dors, mon amour se hizo con la corona eurovisiva, pero quien pasó a la historia fue el italiano Domenico Modugno y su Nel blu dipinto di blu, conocido popularmente como Volare, con 22 millones de copias vendidas y dos premios Grammy. Un total de 10 países participaron en el certamen, con el debut de Suecia, la retirada de un Reino Unido que solo faltó en 1956 y este 1958, y la ausencia de una España en plena dictadura que no se presentaría hasta 1961. Ante la ausencia de la BBC, se dio el hecho de que no concursó ni una sola canción en inglés, algo impensable hoy en día. En cuanto a los cantantes, nada más y nada menos que cuatro volvieron a la competición, entre ellos las ganadoras de 1956, Lys Assia, y 1957, Corry Brokken, con desigual fortuna.

Italia abrió y cerró la noche, ya que repitió su actuación por sufrir problemas técnicos que impidieron su primer visionado en algunos países. Domenico Modugno interpretó Volare con su inimitable voz y su estilo compungido. El artista venía de arrasar junto a Johnny Dorelli en Sanremo, un festival en el que se llevó el oro en cuatro ocasiones y la plata en otras tres, de un total de 12 participaciones. Domenico, sin embargo, siempre se quedó con la espinita eurovisiva clavada pues no ganó en ninguna de sus tres participaciones como intérprete en 1958, 1959 y 1966, ni como autor en 1962. Los sonrojantes cero puntos que recibió su última candidatura provocaron tal enfado en la RAI que desvincularon totalmente Sanremo de Eurovisión hasta el año 2015.

El bronce en Hilversum no impidió que el tema se convirtiera en un éxito mundial que solo en 1958 vendió casi un millón de copias en Italia y más de dos en Estados Unidos, donde fue número 1 durante cinco semanas no consecutivas, y se convirtió en el single más exitoso el año, todo un logro para un artista extranjero. Sus hitos no acaban ahí ya que es la única candidatura eurovisiva y la única obra no inglesa que ha recibido un Grammy, concretamente a la Grabación y Canción del Año. Decenas de artistas han versionado el Volare de Modugno, entre ellos, Dalida que yambién llevó el sencillo a lo más alto de las listas francesas.

47 años después en el Congratulations, la gala del 50 aniversario de Eurovisión, el público premió a Nel blu dipinto di blu como la segunda mejor canción de la historia del festival. Domenico se quedó nuevamente sin el oro a título póstumo, en una batalla perdida de antemano frente a la icónica Waterloo. Curiosamente, Benny Andersson de ABBA confesó que el mismo había votado por su rival.


Italia: Domenico Modugno – Nel blu dipinto di blu

A continuación salió la anfitriona Países Bajos, con la ganadora vigente Corry Broken, quien participaba por tercera vez consecutiva. Del cielo al infierno, la intérprete volvió a hacer historia, pero en esta ocasión por ser la única artista que ha sido primera y última en Eurovisión. Un único punto de Suiza la salvó del cero. Corry volvería una vez más al festival como presentadora en La Haya 1976.


Países Bajos: Corry Broken – Heel de wereld

El 3 fue el número de la suerte de Francia con el reconocido actor y cantante André Claveau y su Duerme, mi amor, obra de Pierre Delanoë y Hubert Giraud. A sus 46 años era toda una figura de la «chanson» de posguerra, aunque su triunfo eurovisivo pasara totalmente inadvertido en términos comerciales. Su actividad artística comenzó a decaer a mediados de los años 60 y, salvo dos apariciones puntuales en un disco homenaje a Leo Ferré de 1972 y en la canción principal de la película Lacombe Lucien de 1974, se mantuvo totalmente alejado de la vida pública hasta su muerte en 2003 a los 87 años.

Dors, mon amour recibió 27 puntos de los cuales nueve llegaron de Dinamarca, siete de Austria y seis de Italia, unos jurados muy generosos teniendo en cuenta que estaban formados por 10 personas y un único voto por juez. Giorgio se quedó a tres puntos de distancia, con 24, y seis procedentes de Luxemburgo y Países Bajos, mientras que Volare se quedó con tan solo 13.


Francia: André Claveau – Dors, mon amour

Luxemburgo hizo compañía a Países Bajos en el vagón de cola y todo a pesar de la voz profunda y telegenia de su intérprete, Solange Berry. Le siguió Alice Babs, la primera representante sueca, y su Estrellita, una especie de nana que nos interpretó vestida de pastorcilla mientras el público bien podía estar contando ovejas. El debut de Suecia se saldó con un cuarto puesto. Después de las primera mitad de las actuaciones, la orquesta Metropol protagonizó un intermedio con una pieza de aires orientales muy del gusto de los musicales de la época y las salas de baile de postín.


Suecia: Alice Babs – Lilla stjaerna

La danesa Raquel Rastenni, de origen italiano, abrió la segunda parte con Jeg rev al blad ud af min dagbod y, aunque deliciosa, acabó antepenúltima. Bélgica confió por segunda vez en Fud Leclerc y su adusta imagen de crooner para entonar Ma petite chatte en forma de ligero foxtrot. Su actuación se quedó en el ecuador, quinta, empatada con Austria. Leclerc volvería a intentarlo dos veces más en 1960 y 1962 empeorando en cada participación sus propias marcas.

La alemana Margot Hielscher repitió por segundo año consecutivo y, si en la edición anterior fue la primera en presentar lo que hoy definimos como «puesta en escena», en esta ocasión también tiró de elementos extra como un vestido de miss, de generoso escote y con una corona, o unos discos de vinilo. Su excelente número, interpretado con picardía e insinuación, y muy adelantado a su tiempo, no fue entendido por los rígidos jurados de la época que la condenaron a la séptima posición. Austria también cantó en alemán Die ganze Welt braucht Liebe, en la voz de Liane Augustin, quien derrochó aplomo y belleza a espuertas, a la par de clase y voz.


Alemania: Margot Hielscher – Für Zwei Groschen Musik

Nuestra querida Lys Assia, a la que perdimos el pasado mes de marzo, actuó en el último lugar de la que también fue su tercera y última participación. Después de ganar en la primera edición de 1956 con Refrain, y ser antepenúltima en 1957 con L'enfant que j'etais, en esta ocasión se desquitó con una nueva medalla, una plata que a punto estuvo de convertirse en oro.

Como ya había cantando en francés y alemán, escogió el otro idioma de Suiza, el italiano, para así dar cabida a todas las lenguas de los helvéticos. Giorgio es, probablemente, su candidatura menos apreciada, quizá por lo simple y tontorrón de su letra o la compulsiva entonación de la intérprete.

Después de la repetición de Modugno, la orquesta Metropol volvió a deleitar a la audiencia con una versión del popular Cielito Lindo, como intermedio antes de las votaciones. Se conectó con Zürich, Viena, Colonia, Bruselas, Hilversum, Copenhague, Göteborg, Luxemburgo, París y Roma en las votaciones oyéndose de todo, ruidos, toses, pasos, y todo a pesar de que Países Bajos era pionera en la televisión. Cosas de los primeros años.


Suiza: Lys Assia – Giorgio

Europa, mientras, estaba de celebración con la fundación de la Comunidad Económica Europea. En la carrera espacial, los americanos crearon la NASA, con 8.000 empleados y cuatro laboratorios, y los soviéticos vieron desintegrarse la nave Sputnik 2 con la perra Laika en su interior, el primer ser vivo en ir al espacio, y protagonista tres décadas después de una canción de los inolvidables Mecano. El tebeo español por excelencia, Mortadelo y Filemón, vio la luz, al igual que el mítico Lolita de Nabokov.

La apetura del primer Carrefour cambió por completo el concepto de centro comercial en el continente, a la vez que Edmund Hillary llegaba al Polo Sur, y Bobby Fischer, con 15 años, se erigía en el gran maestro más joven de la historia del ajedrez. Futbolísticamente, un joven Pelé se coronaba con Brasil ganando a Suecia la final del Mundial por 5 a 2, y el Madrid y el Barça ganaban la Copa de Europa y la Copa de Ferias UEFA, respectivamente.


Laika, la primera cosmonauta en alcanzar el espacio

España solo tenía 30.000 receptores en la primitiva television de la época. Entre los grandes acontecimientos del año se encuentran la llegada de la señal de TVE a Zaragoza, el debut del abuelo Matías Prats, o el estreno de la serie Diego Valor protagonizada por Fernando Delgado. Otros programas que se estrenaron fueron Aeropuerto TelefunkenHacia La FamaClub del Sábado, La Goleta o Preguntas al Espacio, así como la serie estadounidense Rin Tin Tin.


Rin Tin Tin

De Hollywood nos llegaban Al este del edén, Drácula, El puente sobre el Río Kwai, La gata sobre el tejado de Zinc o Vértigo, y nuestros cines de barrio se llenaban con ¿Dónde vas, Alfonso XII?, El ruiseñor de las cumbres, La violetera o Las chicas de la Cruz Roja. El Óscar a la Mejor Película, de un total de nueve estatuillas, fue para Gigi. También fue el año en el que nacieron Javier Sadrá, Lolita, Luz Casal, Michael Jackson o el eterno Jordi Hurtado y murieron el Papa Pío XII, Tyrone Power o Víctor de la Serna.


Sara Montiel – La violetera

Y, en nuestro apartado favorito, el musical, en las radios españolas sonaba Bésame múcho de Los Panchos, Cachito de Gloria Lasso, El cha-ca-cha del tren de las Hermanas Fleta, El reloj de Lucho Gatica, Mariquilla de José Luis y su Guitarra o Quizás, quizás, quizás de Nat King Cole.


Gloria Lasso – Cachito


Hermanas Fleta – El cha-ca-cha del tren

En las emisoras internacionales hacían lo propio Jerry Lee Lewis con Great balls of fire, Nina Simone con My baby just cares for me, Peggy Lee con Fever, Ritchie Valens con La bamba, The Cordettes con Lollipop o The Everly Brothers con All I have to do is dream, canciones que no nos llegaron a dormir como André Claveau, pero sí nos hicieron volar como Domenico Modugno, en una España aún a oscuras.


Jerry Lee Lewis – Great balls of fire


Ritchie Valens – La bamba

Conversación

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18/09/2018

Muy interesante, gracias por el artículo. Qué primitiva fué la votación, no solo por el pésimo sonido telefónico, si no por el panel.Una pregunta, ¿la presentadora no salió hasta el momento de las votaciones? Al principio solo se ve a la orquesta e inmediatamente sale Domenico Modugno.

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17/09/2018

Como siempre, Igor, gracias por esta lección de historia, no sólo eurovisiva. Sólo decirte que no es Alfonso XXII de quien se enamora Paquita Rico en la película, sino Alfonso XII. Me apasionan tus resúmenes.