El American Song Contest se retrasa a 2022

El productor de la preselección de preselecciones desembarcará como productor de este nuevo proyecto, American Song Contest, tras su despedida del Melodifestivalen después de 20 años de grandes éxitos al frente del formato de entretenimiento más visto de Suecia.

En una entrevista concedida en el programa Ask my anything, Björkman ha afirmado que «estamos negociando al respecto y estamos muy cerca de hacerlo realidad… Se necesitan muchas horas y abogados para que se resuelvan todos los detalles del contrato. Si sale todo bien, nos mudaremos a America y con suerte estaremos ‘en el aire’ con America Song Contest en 2022″.

En principio, la franquicia americana aún se encuentra en negociación sobre si tendría vinculación directa con el certamen musical europeo pero «sí está en nuestros planes conseguir enamorar a los eurofans y que vengan a ver nuestro programa también. Haremos paquetes especiales de viajes para que vengan a vernos», afirma Björkman.

Los dos productores del formato sí quisieran que se pudiera ver al ganador de Eurovisión participando como artista invitado en el American Song Contest y también que el ganador de American Song Contest participara como invitado en Eurovisión. Recordar que la UER forma parte de las decisiones a las que se refiere Björkman a nivel abogados y contrato.

¿QUÉ ES AMERICA SONG CONTEST?

En la rueda de prensa que se dio en 2019 en Tel Aviv se habló de varias posibilidades que actualmente se estarían definiendo. Hasta 10 cadenas de televisión americanas se han interesado por el formato que tendría ya definidas unas premisas básicas que incluirían:

– Cinco rondas clasificatorias de dos horas de duración cada una. Competirán diez estados en cada ronda y solamente pasarán cuatro propuestas a la final.
– Dos semifinales, en las que competirán diez canciones en cada una, y de las que se seleccionarán cinco en cada semifinal.
– Una final de dos horas de duración en la que concursarán las diez propuestas clasificadas en las semifinales.

Pese a que el formato de las rondas clasificatorias está todavía bajo discusión, Ola Melzig, el otro productor del formato, afirmó que el de las semifinales y el de la final no sufrirá variaciones. Uno de los canales interesados, por ejemplo, solicitó que las rondas clasificatorias sean diez, de una hora de duración y con cinco estados cada una, en las que se seleccionarían solamente dos propuestas. En principio, dichas rondas seguirían el modelo del Melodifestivalen sueco, mientras que las semifinales y la final se inspirarían en Eurovisión.

Todos los temas elegidos serán producidos desde cero durante los dos primeros años. Melzig señaló en aquella rueda de prensa que se trataba de un proceso pedagógico para mostrar a los estados lo que el concurso requiere y necesita. Es probable que los principales estados, musicalmente hablando, como California, Nueva York, Texas o Tennessee tomen el control de la competición durante los tres primeros años. Pero el objetivo es que los cincuenta estados puedan asumir el control de la selección de sus propuestas sin la participación directa del equipo de producción de American Song Contest, aspecto del que deben encargarse los canales afiliados.