La televisión sueca ha creado una serie de normas con el objetivo de evitar el coronavirus en su evento musical más importante. De esta manera, quieren asegurar que el Melodifestivalen se celebre con relativa normalidad.

El número máximo de personas en el escenario se reduce, de los ocho habituales hasta ahora, a sólo seis. Además, será obligatoria una distancia mínima entre los artistas de 1’5 metros. Para asegurarlo, cada uno llevará una especie de alarma que vibrará y sonará cuando esa distancia se incumpla. También habrá etiquetas de distancia en las acreditaciones como recordatorio de la norma.

En el hipotético caso de que algún candidato no pueda actuar el sábado en directo, la SVT recurrirá a un plan b. Para ello, grabarán los ensayos de los jueves y los viernes, que serían emitidos la noche de la gala. Y si el cantante no pudiera actuar previamente en los ensayos, entonces se recurriría a un suplente.

Anette Brattström, productora ejecutiva del Melodifestivalen, asegura que en todo momento se ha tenido en cuenta la evolución de la crisis sanitaria para elaborar un plan viable para la preselección sueca. No está previsto hacer un cribado masivo entre los artistas y todo el personal relacionado con el evento. Incidirán, en cambio, en mantener la distancia de seguridad y la higiene de manos. Además, habrá atención médica en el propio Annex Hall, donde tendrán lugar todas las galas, y se iniciarían rastreos en el caso de que aparezcan casos positivos de Covid19.

La productora Karin Gunnarsson, en una entrevista para Aftonbladet, afirma que no tienen pensado imponer cuarentenas obligatorias a los cantantes. Anima a seguir las recomendaciones de la Agencia Sueca de Salud Pública y mantener la responsabilidad individual, ya que “nadie quiere sabotear su propia participación”, ha asegurado.