La deriva autoritaria del gobierno bielorruso no deja de crecer desde hace meses y, ahora, el régimen de Lukashenko ha fijado su objetivo en Angelica Agurbash, abanderada del país en Kiev 2005 y residente desde hace años en Moscú. En la capital rusa, la intérprete ha asistido a distintas marchas en favor de la oposición antigubernamental de su país natal y ha compartido contenidos críticos con Lukashenko a través de sus redes sociales, entre los que destaca la bandera rojiblanca, vinculada con la efímera república independiente bielorrusa surgida inmediatamente tras el final de la Primera Guerra Mundial y cuyo uso está prohibido en el país bajo riesgo de detención desde 1995.

Según informa la delegación de la BBC británica en Rusia, la Fiscalía General de Bielorrusia solicitó a finales de junio una orden de extradición contra la cantante, acusándola de generar “enemistad y discordia social” y de “insultar públicamente al presidente” mediante su implicación en las actividades políticas ya mencionadas. En caso de ser declarada culpable, podría enfrentarse a una pena de prisión de hasta doce años. En una entrevista concedida al medio Lenta.ru, la artista ha respondido así a la cuestión de un periodista que le preguntaba qué le diría al presidente ruso Vladímir Putin en caso de poder comunicarse directamente con él:

“Le pediría ayuda y protección para el pueblo bielorruso frente a las enormes cantidades de terror, injusticia, ilegitimidad y agresiones que se suceden ahora mismo en Bielorrusia. Esa máquina represora no hace más que destrozar a los bielorrusos, a sus mejores representantes, a las semillas de la nación”.

LA SITUACIÓN DE LOS ARTISTAS EN BIELORRUSIA

Angelica Agurbash se suma así a la cada vez más larga lista de artistas que han sufrido represalias por parte del Estado bielorruso. A principios de junio, el antiguo comentarista bielorruso en Eurovisión y presentador de la final nacional, Denis Dudinskiy, se veía forzado a abandonar el país y marcharse a Kiev junto con su esposa, la presentadora Katerina Raetskaya, después de que su domicilio particular fuese asaltado y sus dispositivos electrónicos resultasen confiscados. La mitad masculina de NaviBand (2017), Arciom Lukjanienka, también declaraba recientemente que las canciones del dúo habían sido vetadas de los festivales escolares infantiles de todo el país y que en repetidas ocasiones había encontrado su correspondencia personal abierta en su buzón sin su consentimiento.

Asimismo, otro ex-comentarista bielorruso, Evgeny Perlin, abandonó la BTRC tras su deriva autoritaria del pasado verano, recibiendo macabras venganzas como la vandalización de su coche o la reutilización del mobiliario de su programa, el talk-show Makayonka 9, en la grabación de Ya nauchu tebya, la primera canción que el grupo Galasy ZMesta presentaría, fallidamente, para Róterdam 2021. Y la banda Litesound (Bakú 2012) ya había declarado verse excluida de importantes competiciones a nivel nacional incluso antes de la escalada de tensión del año pasado por sus posicionamientos políticos.

ANGELICA AGURBASH EN EUROVISIÓN

En 2005, Angelica Agurbash se convirtió en la segunda representante bielorrusa en la historia del festival tras imponerse en una final nacional que contó con la presencia de quince participantes. Sin embargo, la propuesta inicialmente elegida, una balada rock titulada Boys and girls, no gozó de una buena acogida a nivel europeo, en parte por estar inspirada en la masacre de la escuela de Beslán, un trágico ataque terrorista sucedido en septiembre de 2004 en la convulsa región rusa de Osetia del Norte, situada en el Cáucaso, y considerado el secuestro escolar masivo más mortífero del mundo, puesto que retuvo, durante más de tres días, a más de 1.100 personas como rehenes, entre ellas 777 niños, y se saldó con la muerte de más de 330 personas.

En consecuencia, la cantante optó por cambiar de tema y presentar la animada Love me tonight que, si bien estaba compuesta por Nikos Terzis, autor del Die for you de Antique (Grecia 2001), no logró superar el 13º lugar de la semifinal con 67 puntos. Después de su paso por Eurovisión, Agurbash ha proseguido con una exitosa carrera musical en Rusia, llegando incluso a ser galardonada con el prestigioso premio Golden Gramophone en la superpotencia euroasiática en el año 2006.