UNA PROPUESTA FRENTE A LA CONSTANTE IMPROVISACIÓN

Las últimas declaraciones de la directora de Entretenimiento de RTVE merecen una respuesta. Entre otras cosas, Toñi Prieto considera que la elección de nuestra propuesta para el festival debe tener un carácter vivo, con lo que descarta un formato de preselección estable, llegando a afirmar que 'si es tan previsible, quitaría emoción' o 'queremos innovar, no […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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UNA PROPUESTA FRENTE A LA CONSTANTE IMPROVISACIÓN

Las últimas declaraciones de la directora de Entretenimiento de RTVE merecen una respuesta. Entre otras cosas, Toñi Prieto considera que la elección de nuestra propuesta para el festival debe tener un carácter vivo, con lo que descarta un formato de preselección estable, llegando a afirmar que 'si es tan previsible, quitaría emoción' o 'queremos innovar, no hacer siempre lo mismo.
Permítame objetar, señora Prieto, que usted vive de esto, y su trabajo no trata de mantenernos emocionados. No llamen innovación a la improvisación, la cual está enormemente ligada al trabajo de última hora y, consiguientemente, al fracaso. Eso que año tras año sufre España en el Festival de Eurovisión. Basta con observar que quien pone constancia y dedicación finalmente recoge sus frutos. Y no es necesario tomar como ejemplo el Melodifestivalen, sino que muchas elecciones anuales, ya sean preselecciones como el Supernova letón o dedazos como los de la delegación rusa, aúpan sus candidaturas a lo alto de la tabla. Y como no soy el único que considera que ha llegado el momento de ponerse las pilas, aquí presento mi propuesta para futuras elecciones (¡claro que necesitamos un método de selección fijo y estable!). 
Por supuesto, se trata de un modelo adaptado a nuestra televisión pública. Es decir, un proyecto modesto alejado de semi-finales televisadas y que requeriría una inversión no excesivamente elevada.

PRIMERA FASE – Artistas desconocidos
Esta fase trata de abrir un proceso de recibimiento de propuestas de artistas desconocidos por la gran parte del público, con versiones finales y acabadas, que competirán en un proceso on-line. Se trata de un método muy similar al #Eurocasting, con una cantidad aproximada de 20 propuestas entre las cuales podríamos encontrar cantantes como LeKlein, Fruela o Carmel.
Después de presentar las canciones a partir de noviembre y tras un par de semanas de votación on-line, las 10 opciones más votadas volverán a competir en una criba. En este caso, los artistas tendrán que publicar un vídeo presentando su canción en directo, como ya hicieran algunos aspirantes este año. Así, se volverá a abrir un plazo de votación on-line durante una semana más para elegir las tres mejores propuestas, que se clasificarán para la segunda fase.

SEGUNDA FASE – Jóvenes promesas / Artistas noveles
En esta etapa, nuevos artistas entran en competición. Se trata de un proceso que tendría lugar a partir de diciembre, en el que participarían un total de 7 artistas noveles o jóvenes promesas, aquellos que, aun siendo parcialmente reconocidos por el público, no tienen un hueco en el panorama musical español actual. En esta fase encajarían artistas como Brequette, Maverick, Melody, Xuso Jones, Maika o Mirela, todos ellos participantes en alguna de nuestras preselecciones. Personalmente propondría a artistas como Raúl Gómez, Virginia Maestro (¡o un dueto de ambos!), Angy o María Villalón, todos ellos dispuestos a representarnos en Eurovisión.
A estas 7 propuestas se sumarían las 3 clasificadas de la primera fase. Tras unas semanas de promoción se disputarían el pase a la fase final en una gala de selección on-line (como la final del #Eurocasting). De entre todos ellos, los 3 artistas más votados se clasificarán a la fase final.

FASE FINAL – Artistas consagrados
Esta etapa constará de 6 propuestas en total. 3 de ellas serán las clasificadas de la fase anterior. Las otras 3, apuestas de artistas consagrados (lo que se suele llamar la figura joker). Dejando atrás la aspiración de que Álvaro Soler, Pablo Alborán o Mónica Naranjo se unan al elenco, podríamos contar con artistas con un reconocimiento en el panorama musical nacional, con más de un single en lo alto las listas de ventas y/o el respaldo de una discográfica. Hemos visto en nuestras preselecciones a artistas de esta talle, como Electric Nana, Paula Rojo o Soraya Arnelas. Otros cantantes y grupos, como India Martínez, Mago de Öz, Efecto Pasillo o Diana Navarro han confirmado estar dispuestos a abanderar a España en Eurovisión. ¡Menuda final podríamos tener!
Las 6 propuestas serán las que competirían en una gala televisada en la que la decisión recaería en un televoto gratuito a través de una app y un jurado internacional, a partes iguales (¡nada de jurado nacional!). Y voilà, tendríamos un representante escogido de la forma más democrática y avalado bajo un criterio profesional e internacional.

Tenemos mucho a nuestro alcance. Solo es necesario que RTVE le ponga más entusiasmo y se preocupe por la marca Eurovisión; que contacte con las discográficas de este país en lugar de esperar a que los artistas llamen a sus puertas; y, por supuesto, que estén dispuestos a promocionar las candidaturas en diferentes radios y, por qué no, canales de televisión.
No es que no tengamos artistas de buena calidad, ni que nuestro panorama musical sea nefasto -más bien todo lo contrario-. La culpa de que fracasemos en Eurovisión tiene nombres y apellidos. Y es que no me creo que un chaval de 22 años sea capaz de formular un formato (presumiblemente) eficaz y el equipo de profesionales de nuestra televisión pública nos lleve al naufragio año tras año.

Gracias por dedicarme vuestro tiempo. Espero ansiso vuestros comentarios y propuestas. ¡Feliz temporada eurovisiva!

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