España, como Matías Prats se queda injustamente con los 15 puntos del carné. El «Rayo» de Eurovisión tiene que conformarse con la permanencia y un puesto 21 como avisaron ayer las webs internacionales. La razón, EL PÉSIMO NIVEL DE LA REALIZACIÓN TELEVISIVA que ayer ya causó estragos. El gallo final fue un daño colateral en una Edurne que cumplió con creces y a la que no hay nada que reprochar. BRAVA, NO. LO SIGUIENTE.

La culpa no es del vecinismo, ni del politiqueo, ni milongas. Los culpables son los eurofans, por criticones; pero sobre todo de TVE, con Llano al frente de una delegación que se conforma con canciones prefabricadas, estereotipadas, antiguas, limitadas y mil veces vistas y oidas en certamenes de los 90.
El problema es que estamos en 2015 y necesitamos algo joven, fresco, novedoso, con hambre de victoria y no cantantes que solo cubran el expediente, tengan carrera consolidada, sean novatos o vengan de vuelta. BASTA DE DIVAS (y no incluyo a Edurne en este grupo) PERO NO MÓNICAS, MARTAS NI MERCHES. Se precisan SIDONIE, ENRIQUE IGLESIAS, RUSSIAN RED, ANNI B SWEET, EL PESCAO o inventarnos una SHAKIRA patria que lie el taco con algo latino y machacón. Para algo que es genuino nuestro, no lo aprovechamos.

Si a esto añadimos que en lugar de promocionar la candidatura fuera de España, nos limitamos a enchufar al Gestmusic de turno para quitarnos el marrón, y pasamos de trabajar en la realización del tema como hacen todos los países con meses de antelación y luego llegan al país anfitrión como señorones porque pagan la cuota que les da el pase a la final exigiendo, haciendo y deshaciendo. Consecuencia: los de la UER están hasta las pelotas de TVE, de quién lleva el equipo año tras año y siempre surge algún problema porque no pintan nada y nos toman por el pito del sereno.

BASTA DE EXCUSAS, O VAMOS EN SERIO O MEJOR NO VOLVER. Porque estamos haciendo el ridiculo como delegación, representantes aparte, que son los menos culpables la mayoría de veces como hoy.