¿QUÉ HEMOS HECHO PARA MERECER ESTO?

Ya ha pasado una semana de la Final eurovisiva y ahora, con los ánimos más calmados, quizás sea hora de revisar e intentar entender el por qué de la poca repercusión que parece que suscitan las canciones que últimamente enviamos a Eurovisión entre el público y jurados europeos. Pocos de nosotros podemos entender la posición 22 […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿QUÉ HEMOS HECHO PARA MERECER ESTO?

Ya ha pasado una semana de la Final eurovisiva y ahora, con los ánimos más calmados, quizás sea hora de revisar e intentar entender el por qué de la poca repercusión que parece que suscitan las canciones que últimamente enviamos a Eurovisión entre el público y jurados europeos.

Pocos de nosotros podemos entender la posición 22 de Barei, la encontramos injusta o, por emplear un término más acertado, inmerecida, mucho más inmerecida tras asistir a la  brillante actuación que hizo en la Final y ser testigos de la entrega con la que fue recibida la actuación española por parte del público presente en el Globen Arena.

Creo que uno de los errores que cometemos los seguidores de Eurovisión y que sólo sirve para aumentar nuestra decepción cuando los resultados no son los esperados, es intentar medir, entender y predecir el Festival a partir de las opiniones, críticas y valoraciones que realizan los propios seguidores del certamen eurovisivo de otros países:

Consideremos la etapa promocional de la canción antes del Festival. Todos hemos alabado el trabajo promocional de Barei al haber acudido a tantas fiestas y conciertos pre eurovisivos como le ha sido posible, pero ¿es esto necesario? ¿sirve de algo esta promoción? Basándonos en el resultado conseguido este año, la respuesta parece ser obviamente NO; si analizamos todos estos “saraos” pre eurovisivos  nos daremos cuenta de que asistir a ellos no sirve como herramienta promocional al ser dicha promoción muy limitada y reducirse a los propios seguidores del Festival en diferentes países, seguidores que, por el hecho de serlo, ya conocen la canción de antemano. Esta “promoción” tiene una repercusión muy limitada que no se traduce ni en una mejor acogida del tema presentado por parte de la audiencia general del país donde se realiza el evento ni, evidentemente, en una aumento en el número de votos que se pueda recibir de estos países. Con lo cual y siendo honestos podemos concluir que estos eventos pre eurovisivos sólo sirven para proveernos de noticias y actuaciones a los seguidores del festival quienes parecemos incapaces de esperar pacientemente a que llegue el momento eurovisivo y necesitamos tener Eurovisión desde enero.

Otros de los errores que solemos cometer los seguidores eurovisivos es considerar que las críticas y opiniones de los medios y páginas internacionales sobre Eurovisión son un reflejo directo y fiable de lo que deparará el Festival. Evidentemente si estos medios coinciden en señalar una canción como la favorita, será más fácil que acabe siendo la ganadora (si gusta a mil quizás guste también a cinco mil) pero más allá de señalar una o un par de canciones como las favoritas sus comentarios al respecto de las demás canciones son simplemente opiniones que pueden (o no) encontrar un reflejo en el resultado final: creo que el exceso de información al respecto puede distorsionar nuestras expectativas al respecto de la acogida y posición final que la canción española pueda alcanzar.

Debido a esta sobreexposición pre-eurovisiva, muchas veces  tendemos a olvidar nuestras primeras reacciones al respecto de la canción que representará a nuestro país. Creo que deberíamos ser capaces de recordar y tener presente nuestra impresión inicial de las canciones presentadas para elegir la representante en Eurovisión para no caer en el desánimo cuando las expectativas (infladas tras haber escuchado la canción muchas veces y haber leído mil y una noticias, comentarios y análisis al respecto de la canción o el cantante) no son las que se esperan.

Pese a que este año Barei ha sido una candidata ejemplar y se he entregado e implicado con el festival de forma irreprochable, pese a que nos ha regalado una magnífica actuación y podemos estar orgullosos de su paso por el Festival no debemos olvidar que cuando se presentaron los temas elegidos para la selección española, la acogida general por todos ellos fue tibia y, en mi opinión, nuestro apoyo a una u otra fue más por oposición a otras que no nos convencían tanto (mucha más evidente esta acogida tibia en el caso de la canción de Edurne del año pasado).

Creo que cuando elegimos una canción para el Festival muchas veces confiamos más en lo que vendrá que en lo que hay. Aumentamos nuestras expectativas confiando más en  las futuras modificaciones que se hagan del tema seleccionado, el video, la puesta en escena que en el tema mismo que tenemos delante.

Deberíamos tener presente que para que un tema tenga posibilidades reales de ganar Eurovisión debe cautivarnos desde el momento en que lo escuchamos por primera vez y el apoyo por ese tema debe ser más o menos generalizado. Las expectativas que nos creemos al respecto del tema seleccionado en base a los cambios que se introduzcan, el vídeo, la puesta en escena, la posición que alcance en I-tunes, el número de visitas en Youtube o cualquier otra cuestión serán factores que nosotros podremos tener en cuenta pero que no tienen porqué ser valorados por los votantes europeos. 

Es imposible poder señalar uno u otro estilo musical como el idóneo para representar a España en Eurovisión pero el tema nos debe encandilar a la mayoría de tal forma que cuestiones totalmente periféricas como promociones, puestas en escena, vídeos y demás sean detalles totalmente superfluos.

Sólo podremos enviar una canción ganadora al Festival cuando elijamos una canción ganadora que lo sea desde el principio y por ella misma.

NOTA – No me gusta hablar a toro pasado. Reconozco que pese a que mi “Say Yay” cuando se dió a conocer no me impresionó demasiado, con el tiempo me dejé llevar por la emoción eurovisiva y llegué a pensar que teníamos posibilidades reales. Considero que Barei es una excelente intérprete y me ha gustado que este año nos haya representado ella, pese a la posición. No voy a perder no medio segundo en considerar si con esta o la otra hubiéramos quedado mejor. Para mi Barei ha sido una representante excepcional.
Me cuesta escribir ciertas cosas que pudieran dar a entender que “Say Yay” no es una buena canción, creo que lo ha llegado a ser debido al carisma de Barei, a los arreglos y a su interpretación. No tengo ninguna queja al respecto.

Me gustaría que mi opinión no se entendiera como crítica a lo que ha sido sino como una sugerencia para el futuro.

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