05. Suecia, Malena Ernman – La voix. Por primera vez Suecia se encuentra entre mis favoritos… Por primera Suecia deja de ser Suecia, como diría Alejandro Abad: Ella no es ella, ella es otra… Sueca ha espabilado, se ha dado cuenta que estaba perdiendo «el rumbo», basta de fórmulas repetitivas, «eurovisivas», platinas y cansinas. No quiero más Carolas, ni Charlottes… Me encanta la apuesta sueca, sí señor, ahora es el momento para Suecia de nuevo. Otra joya que ha recibido críticas incomprensibles… Aquellos que dicen que la cantante desafina… Las modulaciones de voz que Malena Ernman hace en tres minutos merecen recibir el calificativo de «excelentes». Por fin el inglés y el francés se fusionen dando como resultado una canción moderna a la par que refinada. Por fin ambas lenguas no han sido mancilladas como años anteriores… Suecia renueva su armario y nos lleva a la época de las óperas, de los teatros de la comedia, de las máscaras venecianas, a la época en la que Europa era Europa porque por el camino que los suecos iban me estaban condicionando decir eso de: tanta Eurovisión mata Eurovisión. ¡Ojalá que también gane Suecia (¿volverá a pasar de nuevo lo que en 1991 dejó boquiabiertos a todos?)!, ¡ojalá que el buen gusto se apodere de nuestro festival y se abandones algunas fórmulas que ya huelen a naftalina… De todo corazón, ¡Suerte Sverige!

08. Suiza, Lovebugs – The highest heights. Mi adorada perla europea, Suiza, la nación que dice ser neutral vuelve a Eurovisión con las pilas cargadas e intentado impresionar al público. En lo que a mí respecta, lo ha conseguido. Me encanta cómo suena este grupo, su frescura y su sonido rompedor. Una canción para disfrutar del aire, del agua, del verdor del campo y del calor del amor. Se trata de una canción que fusiona el espíritu de los años 80 con los ritmos de ahora. ¡Basta de decir que se parecen a otros grupos como pueden ser los «Jugar Frío» (tradúzcase al inglés)! Ellos son los Lovebugs y ya tienen unas cuantas canciones que demuestran su estilo y profesionalidad. Espero que su actuación no deje mucho que desear u exploten todo su potencial, pues estoy seguro que lo tienen. Estos chicos pueden enamorar, pueden perfilar mucho más su estética. Saben perfectamente qué es lo que se espera de ellos y lo lejos que pueden llegar. ¡Adelante Suiza!

09. Turquía, Hadise – Düm Tek Tek. El país Anatolio no desiste en su búsqueda por la segunda victoria eurovisiva. Ha tenido interpretaciones tan variopintas desde su victoria en Riga que es difícil conseguir hacerlo mejor al año siguiente. Este año han optado por el pop a la turca; cierto es que no es un estilo poco convencional, pero en esta ocasión Turquía incorpora su magia. No se trata de otra «canción eurovisiva» de las Made in Sweden porque incorpora movimientos de caderas únicos, ritmos pegadizos y (pese a lo que muchos penséis) poco explotados. Sólo una cosita mona, mejora esa Coreografía y no centres todo tu potencial en la imagen que para eso ya hay por desgracia otros certámenes, querida Hadise mejora su puesta en escena y da a conocer un poco más de tu enorme país. Seni seviyorum!

SEMIFINAL 2

06. Noruega, Alexander Rybak – Fairytale. «Hace mucho tiempo, en una país muy, muy lejano… habitaba un joven encantador al que llamaban «violinista». Decía que se rodeaba de ninfas escandinavas y hombres saltarines, y juntos hacían bellísimas canciones. Un día decidieron viajar al país de las estepas y de las nieves para mostrar a todo el Viejo mundo una de sus últimas canciones. La belleza y enigmática mirada de este jovencito, junto con la fusión de las música de los países escandinavos y los instrumentos clásicos dieron fruto y se convirtieron en aplausos, votos y reconocimiento internacional.» Noruega nos sorprende este año de nuevo con una canción que me trae recuerdos de la canción que ya llevó hace tres años en Atenas. Este chico tiene carisma y como se dice «tiene estrella». Espero que no se «estrelle» y que haga relucir nuevamente a su país. ¡Vamos Noruega!

13. Grecia, Sakis Rouvas – This is our night. ¡Qué voy a decir de mi amigo Paco! Bueno, perdón, volvamos a las formalidades. El deportista heleno Sakis Rouvas sólo tiene que hacerlo público… Que pretende ganar Eurovisión, digo… Lo intentó en 2004 cuando los orgullosos griegos pensaban que en Estambul se alzarían con el Oro pero casi… Presentó la edición de 2006 cual Apolo olímpico… Y en 2009 pretende enamorarnos nuevamente. Pues conmigo lo ha conseguido, para qué os voy a engañar. No me refiero a su belleza, es guapo el chico, sino a un carisma del que no todos gozan en este tipo de concursos. Soy consciente de que Sakis es muy limitado en voz y colorido vocal, pero es un hombre que sabe adaptarse a las ocasiones y esta vez lo ha conseguido. Su canción es plana y sencilla pero el ritmo es muy marchoso y de esos que gusta bailar por viernes-sábados por la noche cuando se sale de fiesta con los amigos 8de hecho el videoclip es más o menos eso). La coreografía es muy genuina y creo que marca el estilo de finales de esta década, es sobria a la par que profesional. El back de la canción es discotequero y ligero. La canción me gusta mucho y quizá nos sorprenda también en Moscú. ¡Sakis da tu salto mortal!