MISIÓN EUROVISIÓN. PRESELECCIONES INTERNAS, PÚBLICAS, MIXTAS, RUSAS Y AL PIL PIL

Parece que a TVE los temas de Eurovisión le cogen siempre con el pie cambiado: Ahora que en España se prepara un novedoso formato para seleccionar al representante contando con el público soberano, muchas otras televisiones europeas adoptan poco a poco el sistema de elección interna. Si el programa español es eficaz o tiene calidad […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

MISIÓN EUROVISIÓN. PRESELECCIONES INTERNAS, PÚBLICAS, MIXTAS, RUSAS Y AL PIL PIL

Parece que a TVE los temas de Eurovisión le cogen siempre con el pie cambiado:

Ahora que en España se prepara un novedoso formato para seleccionar al representante contando con el público soberano, muchas otras televisiones europeas adoptan poco a poco el sistema de elección interna.

Si el programa español es eficaz o tiene calidad no lo sabremos hasta que no lo veamos, aunque se puedan intuir algunos aspectos. Lo que está claro es que novedoso lo es un rato. Cantantes por un lado… compositores por otro… cantantes que sólo interpretarán 1:30  minutos de cada canción… artistas famosos invitados al programa… Un batiburrillo, vamos.

En el siglo XXI el mundo de la música que triunfa consiste en canciones ligadas a cantantes. Las campañas promocionales no tratan de vendernos a un cantante, ni una determinada canción, sino que se promociona tal disco de tal cantante o tal single de tal cantante. Las cosas van unidas y solamente si un tema se hace archifamoso se hacen posteriores versiones en boca de otros artistas.

Ahora bien, esto de componer un tema para que ahora la cante Fulanita y después Menganita, no pertenece a la realidad del mundo en que vivimos.

Bulería es David Bisbal. Vida es Gisela, Una experiencia religiosa es Enrique Iglesias. Las cosas que triunfan son así, y quizás dentro de 20 años aparezcan versiones, pero los lanzamientos de los números 1 pertenecen a artistas concretos.

La fórmula de Misión Eurovisión de enviar canciones por un lado, inscribir cantantes por otro, y juntarlos alternativamente en una especie de Operación Triunfo para ver qué combinación se lleva el gato al agua, es una propuesta muy válida para artistas que no son números 1 en ese momento, o artistas que no acaban de encaminar su carrera musical, o no acaban de ser conocidos a gran escala, o necesitan cierto empujón, o sus éxitos del pasado se quedaron en el pasado.

Seguramente desde el punto de vista de una televisión pública que trata de ayudar al mundo de la música del país, a sus nuevas propuestas, o a otros que no cuentan con el apoyo de las grandes multinacionales privadas, esta es la opción más ética y más responsable desde su condición de servicio público.

Por esta razón que nadie espere que ningún Bustamante, Bisbal, Mónica Naranjo, Oreja de Van Gogh ni cosas parecidas vayan a dejarse ver en un formato así, porque sus discográficas ya les miman y promocionan con canciones que son sólo suyas.

En cualquier caso, el por qué se ha optado por el complicado formato que figura en las bases del concurso, sólo ellos lo saben, pero lo cierto es que si simplemente lo que buscaban era hacer crecer la emoción del público semana a semana, eso se podía conseguir igualmente con una preselección de las de toda la vida alargada durante varias semanas, con Semifinales, Finales, Cuartos y Octavos de Final si se quiere.

Si es que en esto de la preselecciones (no vayamos a engañarnos) en España no somos ningunos iluminados, y ya está todo inventado. Copiar lo que ya existía y que funciona bien (el tan mencionado Melodifestivalen sueco por ejemplo) podía haber sido otra alternativa.

El problema de copiar el formato del Melodi, es que serían muy visibles las diferencias entre la SVT sueca y TVE (o la productora de turno) a la hora de tomarse en serio lo de Eurovisión y seguramente la versión española quedaría como una versión barata o abaratada. No me imagino en España las puestas en escena del Melodi, ya sea por el bajo interés generalizado del público o de TVE en Eurovisión. Quizá por todo esto se haya buscado en España una fórmula distinta a todo lo habido y por haber. Para que nadie se ponga a comparar con formatos de otros países.

Dejando a un lado el tema de la preselección española, hay que reconocer que ni las preselecciones internas ni las televisadas, son garantía de un buen resultado.

Cuando se hace una preselección televisada, se está invirtiendo mucho dinero y espacio televisivo y lo mínimo que se espera es que sea rentable para la cadena. Esto sólo se consigue si esa preselección interesa al público. No hay que olvidar que las preselecciones televisadas no solamente son un medio para escoger representante, sino también un programa más de la parrilla televisiva y que es tratado como el resto de programas, es decir, si ha tenido audiencia, se continúa, y si no, se elimina.

Es lógico pensar que tras haber conseguido un mal resultado o una gran decepción en el Festival, una televisión espere que el público de ese país reniegue un poco del tema de Eurovisión y por ello decida pasarse al sistema de preselección interna aunque sea temporalmente. Esto es lo que le ha podido pasar a Bélgica y a los Países Bajos.

Otros países prefieren escoger internamente porque de esta manera se permiten negociar en secreto durante meses con determinados cantantes, normalmente cantantes conocidos y con carreras consolidadas, que ni por asomo se arriesgan a participar en una preselección pública y que únicamente se presentan como candidatos si tienen asegurado que van al Festival (lo cual ya de por si bastante arriesgado es para un famoso).

Y otros países más nuevos y de dudosa trayectoria democrática, escogen internamente en base a otros criterios, comisiones con las casas discográficas, etc.

También existe la alternativa intermedia que consiste en negociar con artistas, seleccionar uno internamente, y permitir que el público escoja la canción de entre 3 posibles. Esto es lo que se hizo en Irlanda para el 2006 y parece que también este año.

Escogerlo todo internamente causa mucha menos espectación en los aficionados al Festival, pero a veces es necesario cuando el público general de un país está un poco saturado de preselecciones anteriores que han supuesto grandes chascos.

Tampoco hay que caer en el error de pensar que una canción elegida por el público tiene mejores posibilidades en el Festival que una elegida a dedo. El público general puede escoger la que más le gusta pero no tiene la fórmula para saber si tal o cual tema tendrá más éxito ese año, porque hay muchos factores que casi siempre desconoce, como por ejemplo cómo serán las canciones de otros países, si habrá más de una de un mismo estilo o de otro, si en esa edición destacará más una balada porque apenas habrá ninguna, etc. etc.

Muchas veces el público que vota no recuerda cómo eran las 3 primeras clasificadas del año anterior o qué gancho podían tener en común, y casi siempre se escoge en base a ideas anticuadas que tiene en la cabeza porque tiene en mente los Festivales de otro tiempo. Lo único claro es que una preselección televisada es sinónimo de promoción del Festival en ese país concreto.

Esperemos que salga lo que salga de nuestra preselección del 2007, al menos sirva de promoción del Festival en España para que el 10 y 12 de mayo subamos un poco la cifra de espectadores del 2006, que aunque Eurovisión en España siguió siendo el programa más visto de la noche del sábado (con diferencia), no batimos ningún record precisamente.

Y sobretodo esperemos que de Misión Eurovisión salga un buen cantante y una buena canción con posibilidades de éxito de ventas incluso aunque repitamos puesto 21 en Eurovisión, porque ello animaría cada vez a más artistas y compositores a presentarse en futuras ediciones.

Hasta la próxima y Felices Fiestas a tod@s

MIKI

Conversación