KARMELE Y SUS DELIRIOS
Hasta aquí no sería más que una burda anécdota. Pero no, como los seguidores del Festival estamos muy escamados con el desaguisado del 2008 (ya no lo nombro más), no nos fiamos de que TVE vuelva a ceder a los potentes reclamos de una cadena privada, en este caso Tele5.
¿Serán capaces los bienpensantes directivos del ente público de volver a liarse la manta a la cabeza y mandar el esperpento como representante español? Es inconcebible que este sector de la masa apoye a lo cutre, zafio y de muy mal gusto, y todo para jod… la marrana a ese otro sector llamado eurofan.
¿Qué les hemos hecho para merecer ésto? Nada, no hay explicación alguna, y ese «cáncer» social que se adueña de cierto grupito de «modelnos» ya será una lacra a soportar hasta el fin de los días eurovisivos… que pueden tener la vida contada, al menos en España.
No entiendo ese odio cerval hacia el Festival de Eurovisión, pero es algo que constato. Se ha puesto de moda, algo de que mofarse, quizá ahuyente otros fantasmas mucho más serios y trágicos de la vida cotidiana. El «vamos a cachondearnos de…!» es el perfecto exorcismo para desviar la mirada hacia otro lado, aunque sea aprovechándose de gente con pocas luces, llámense Fulanito o Menganita.
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