IRLANDA 1972: PRIMER BOICOT EN EUROVISIÓN
Corría el año 1971. Irlanda había ganado el festival el año anterior con Dana, y por tanto, tocaba celebrarlo por primera vez en tierras irlandesas, donde el pequeño principado de Mónaco se alzaría con la victoria. Tras esa edición, el letrista Liam Mac Uistin deseaba participar en la preselección irlandesa del próximo año con una […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
Corría el año 1971. Irlanda había ganado el festival el año anterior con Dana, y por tanto, tocaba celebrarlo por primera vez en tierras irlandesas, donde el pequeño principado de Mónaco se alzaría con la victoria. Tras esa edición, el letrista Liam Mac Uistin deseaba participar en la preselección irlandesa del próximo año con una bonita y sencilla canción en irlandés (que no en inglés), semejante a la que interpretó Dana en 1970. Sin embargo, él no tenía ni idea de componer música, por lo que contactó con el compositor Joe Burkett, un viejo amigo suyo. Este compuso una simple pero bonita melodía, y Liam, en tan solo una hora, escribió la letra de Ceol an Ghrá, inspirándose en su propia historia amorosa. Ya solo faltaba la intérprete, siendo la joven Sandie Jones la elegida. Tras las votaciones del National Song Contest, la preselección irlandesa para Eurovisión, Sandie ganó holgadamente y, por tanto, representaría a Irlanda en el festival de Eurovisión 1972, celebrado en Edimburgo.
Pero justo ese año las relaciones entre Irlanda y el Reino Unido no pasaban por un buen momento debido a los acontecimientos del Domingo Sangriento de enero de 1972, que agravó el conflicto de Irlanda del Norte, provocando serios disturbios en las calles. La delegación irlandesa estaba bastante preocupada, pensando que ello podría disminuir las posibilidades del triunfo. Además, muchos ingleses interpretaban el hecho de que Irlanda cantara en irlandés o gaélico (por primera y única vez en la historia del festival) como una ofensa.
Con todo este panorama, Sandie Jones aguardaba su turno (saldría en tercer lugar, después de Francia y antes que España) detrás del escenario del Usher Hall de Edimburgo, la noche del 25 de Marzo de 1972. No obstante, todavía le esperaba algo que estaba por suceder. El director de orquesta irlandés, Colman Pearce, daba la señal para comenzar. Sandie salía nerviosa, con mucha presión encima, pero con un gesto alegre, pues sabía que iba a hacer lo que más le gustaba: cantar. Tras unos segundos, un fuerte ruido se escuchaba en el pasillo del patio de butacas. Algunas personas, desconcertadas y asustadas, se levantaron de sus asientos y se dirigieron al pasillo, mientras que algunos fotógrafos comenzaban a fotografiar la escena, creándose un molesto murmullo en el teatro. A la pobre Sandie no le quedó más remedio que terminar la canción de la mejor forma posible, observando lo que sucedía, con tal desparpajo que ni se le notó.
Y llegaron las votaciones. Irlanda terminó en un decepcionante 15º puesto de 18 países, siendo la peor clasificación del país hasta 1989. Tal vez el incidente distrajo al jurado, que en aquel año votaba desde el propio teatro, desluciendo la actuación irlandesa. Lo que está seguro es que Ceol an ghrà se convirtió en todo un éxito y Sandie afianzó su carrera en Irlanda.
Al contrario de lo que pensábamos, la candidatura irlandesa de 1972 se convirtió en la primera en ser boicoteada en el festival de Eurovisión (ya que el suceso de 1964 se produjo una vez finalizada la canción suiza). Nuestro amigo Daniel Diges sufrió algo parecido en el 2010. Sin embargo, tanto Sandie, boicoteada por alguien que tiró un petardo en medio del pasillo de butacas, como Daniel, boicoteado por un chiflado que subió al escenario para llamar la atención, nos enseñaron que la profesionalidad y la compostura siempre tienen que estar por encima de todo, y que Eurovisión es un festival impredecible, donde el artista tiene que lidiar, no solo con el directo, sino también con el factor sorpresa.
*Fuente de la columna:
Conversación